⊹˙ ⃟🍾03︱۪ ᭝ ۫

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- Shhh... Guarda estos momentos para ese novio que estás esperando ... Espérame en la sala anda.

Jimin iba a protestar otra vez pero el pelinegro lo calló con un beso en sus regordetes labios. Lo sacó de la habitación y fue a atender su problemita.

En la sala Jimin estaba sentado en el sofá con un puchero triste. Había hecho sentir mal a Jungkook y el poco efecto de alcohol para que se le olvidará eso, ya se había acabado.

Suspiro mirando la chimenea y se sorprendió cuando vió un bulto café en una esquina de esta. Achinó más sus ojitos para ver de qué se trataba hasta que vió a un enorme perro.

El can pareció notarlo pues despertó de su sueño y levantó su cabeza para mirar en dirección a él. Cuando se levantó del suelo, las piernas de Jimin se aflojaron. Era enorme y estos perros tenían fama de ser usados en peleas o como guardianes. Y ya de por sí a Jimin le daban un poco de miedo los perros.

El animal camino hasta él a paso lento olfateando todo el aire en el proceso en busca de alguna amenaza. Jimin se corrió en el sofá hasta que ya no quedaba espacio para huir y el perro estaba a pocos centímetros de alcanzarlo.

Sin embargo el enorme perro en lugar de ladrar o morder como Jimin esperaba simplemente comenzó a mover su colita y agachar su cabeza hacia el pelirosa en busca de caricias.

El tembloroso chico lo miro incrédulo y poco a poco el miedo fue desapareciendo. Suavemente estiró su mano hacia la cabeza del can y tocó su pelaje.

- hola ...

De a poco fue dando mas caricias al cachorro hasta quedar ambos jugando por toda la sala con una pelota que Jimin había encontrado. El animalito era muy inquieto y divertido, algo que concordaba con la personalidad de Jimin pero que otra vez no se parecía a jungkook.

Jimin terminó en el suelo siendo lamido por el cachorro mientras desde una esquina Jungkook los observaba desde hace unos minutos. Con una sonrisa en su rostro se acercó a ellos y llamó al cachorro.

- Bam, ven aquí. Vas a dejarlo todo babeado.

Ban corrió hacia el encuentro de su amo y se lanzó a sus brazos mientras Jungkook lo llenaba de caricias. Jimin se levantó del suelo todo desgreñado y babeado cosa que le sacó una carcajada a Jungkook.

- ¡¡Oye no te rías!! Puedo usar tu baño.

- Lo siento. Anda ve.

El bajo murmuró un gracias muy bajito pero lo suficientemente alto para que Jungkook lo escuchara. Pasó por su lado y fué directo al baño.

Se miró en el espejo y rápido procedió a lavar su rostro bien para limpiar cualquier rastro de baba de perro. Al terminar se secó con una toalla que encontró y luego peinó su cabello con sus manitas. Se dió una última mirada en el espejo y salió.

Entonces se permitió observar a detalle la casa de jungkook, o bueno el departamento. Era pequeño, tenía un cuarto, un baño una cocina una sala y un pequeño comedor. Nada comparado a su enorme mansión. Pero la tranquilidad y la calides de este lugar no podía compararse con nada que hubiera sentido antes. Además todo estaba meticulosamente ordenado y limpio. Jimin comenzaba a recordarse otra vez que no se debía juzgar a un libro por su portada.

Comenzaba a imaginarse a Jungkook como ese chico que era dulce pero parecía una roca dura y firme. Como un malvavisco quemado.
Sonrió enternecido cuando al llegar a la sala lo vió acariciando la espalda de Bam para que volviera a dormirse. Se sentó en el sofá a mirarlos hasta que el cachorro se durmió y Jungkook se levantó del suelo. Con voz suave y en un susurro le dijo a Jimin que se levantara y salieran de la casa.

El cerró la puerta con llave y luego se giró mirándolo.

- ¿Quieres que te lleve de regreso a la fiesta o prefieres que te lleve a casa?

- A la casa estaría bien. Son las dos de la mañana y ya tengo sueño.

- Vale, a casa entonces.

Jungkook se adelantó para sacar su moto y le dió uno de los cascos a Jimin y de paso lo ayudó a acomodarselo. Se colocó el de él y cuando el pelirosa estuvo sobre la moto emprendió viaje rumbo a la dirección que le dió el menor.

Cuando el viaje culminó Jimin no dijo nada pero le costó separarse de la amplia y calentita espalda de Jungkook. Este por su parte le quitó con suavidad el casco a Jimin y el suyo. Ambos se quedaron mirándose por unos segundos sin decir nada, ambos esperando a que el otro dijera algo.

- Bueno...voy a entrar....

- Vale...

Cuando el pelirosa se giró para irse Jungkook lo detuvo de la muñeca. A los ojos de Jimin aquello parecía la escena de unos de esos bonitos k-dramas que veía en la tv.

- ¿Qué pasa? - preguntó él al ver que Jungkook no decía nada.

El más alto lo tomó suavemente de las mejillas y acarició su rostro con algo de cariño. Atrajo a Jimin a él y besó suavemente los labios esponjosos del menor, beso que el otro no dudó en seguir.

Luego de unos segundos Jungkook separó sus labios de los de Jimin y le sonrió dulcemente.

- Fue un gusto conocerte Park Jimin...

- El gusto es mío Jeon Jungkook.

- Anda. Entra.

Jimin le sonrió y se giró para irse pero volvió rápido y le plató otro beso en los labios a Jungkook.

- La próxima vez que te vea no dejaré que te vayas tan fácilmente.

Dijo el pelinegro sobre los labios de Jimin mientras este solo soltó una pequeña risa y corrió al interior de su casa. Cuendo cerró la puerta tras de él se recostó a ella y dejó escapar un suspiro mientras tocaba sus labios.

Luego de un minuto de tontear se dió cuenta de que no le había pedido el número de teléfono a Jungkook y maldijo enojado. Abrió la puerta pero para su desgracia obviamente Jungkook ya se había ido.

Suspiró ahora triste y entró otra vez con un puchero a la casa. ¿Ahora como lo encontraría? Bueno, al menos ambos sabían dónde vivía cada uno, pero que horror. No podía andar de acosador. Así que Jimin simplemente subió las escaleras a la habitación y se lanzó a su cama quedándose dormido mientas pensaba en su dios griego.

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   ⃟🍾CHAMPAGNE CONFETTI (Kookmin) Written by T.M.G.RWhere stories live. Discover now