XIII

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Dani: ¿Sabías que CALArts no pide ACT?

Dani: Ni piden un GPA mayor a 3.5

Dani: Por favor, no dejes de considerarla

(...)

Daniel seguía con lo de la universidad en California. No podía darme ese lujo, de verdad que no. No hay nada que CALArts pueda ofrecerme que la universidad de Kentucky no pueda. Es una buena universidad, y está lo suficientemente cerca. No hay necesidad de ir tan lejos.

Me guardo el celular en el bolsillo para caminar hacia la cafetería. Lo que sea que estén sirviendo hoy tiene que ser bueno. Será mejor que sea bueno. Si voy a tener que comer junto a los amigos de Vicente—Personas que llevan haciéndome la vida imposible por años—, al menos la comida tenía que ser buena.

En el comienzo de doceavo grado, nos permitieron a los Seniors comer nuestro almuerzo al aire libre. Yo nunca hice eso, pues no tengo la necesidad de hacerlo. Es vergonzoso de admitir pero... Dios, de verdad no tengo amigos. Victoria es un grado menor que yo y tenemos horarios diferentes desde Enero, cuando volvimos a clases. Un almuerzo al aire libre era muy social para mí, no podía permitirmelo.

Me encuentro a Vicente en la cafetería, esperando por su turno en la fila. Miro a mi alrededor para verificar lo que almorzaríamos hoy: un sándwich de pollo mechado con bbq. Eso y un cartón de leche. La experiencia norteamericana.

—¿Vas a comer? —Me pregunta Vicente cuando me meto junto a él en la fila. Y casi me dan ganas de decirle: «no, imbécil, me metí aquí por gusto».

—Sí ¿Y tú? —Pregunta estúpida con una respuesta estúpida.

Sonrió. —También.

El aire no debería estar tan incómodo, y aún así lo estaba. Vicente se veía extrañamente nervioso; jugueteando con su cabello y con los bolsillos de su pantalón; balanceándose de un lado a otro. Me parece muy extraño verlo de esa manera. Nerviosismo y Vicente parecían casi antónimos. Siempre se ve tan animado y seguro...

Me sentí casi como aquella vez cuando lo conseguí ebrio y empezó a llorar en mi cama. Llanto es otra palabra que parece antónima a Vicente. Claro que el cambio de tono es drástico, pero aquél día no sabía qué hacer para que no llorara. Y en este momento tampoco sé qué hacer para que no esté nervioso.

—¿Les dijiste que iba a ir con vos?

Vicente se sobresalta un poco antes de contestar. —Por supuesto, ya lo saben todos.

Sonrío. —¿Tanto te costó aguantarte? Bueno, no digo, con alguien como yo a tu lado... es difícil no presumir.

Vicente sonríe de vuelta. —Pues claro. Me estaba muriendo por hablarles sobre tu gusto musical tan jotrón.

Chasqueo la lengua y le doy un codazo, mi sonrisa no había desaparecido. —Mira, mamáte un güevo, Vicente. A vos te gusta Attack On Titan, no tenéis derecho de hablar de los gustos de nadie en nada.

Eso lo hizo reír de verdad, y me alegra verlo relajarse después de haber estado tan nervioso.

Llegamos al frente de la fila y tomamos lo que vamos a comer para luego salir de la cafetería con nuestros platos llenos.

Estamos afuera cuando Vicente comienza a hablar de nuevo. Las mesas están considerablemente lejos de la entrada de la escuela, por lo que tenemos que seguir caminando un rato antes de llegar. Puedo divisar a sus amigos desde nuestra posición.

—Si te vas a burlar de mis gustos, deberías al menos saber que Shingeki no es mi anime favorito, ese es Berserk. El anime y el manga.

—Eso hace sentido, de hecho. —Asentí— ¿Así que te dejaste el pelo largo por el Twink de Berserk en vez de Eren Jaeger?

El Diablo Where stories live. Discover now