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☠︎ Después del silencio incomodo entre ellos, Diana se mantiene lejos de él, mientras que él suspiraba resignado, mirándola ponerse al lado de Nami.
¿Estaba arrepentido de su error?
Claro que sí, pero a juzgar por la paliza que ella le dio... Sabia que Diana no lo había perdonado, con un pequeño suspiro indico que todo estaba bien... Aunque no era cierto.
El cuarteto fija su vista en Morgan, quien se acercaba a ellos con pasos firmes y seguros, como si el peso de su hacha no fuera nada en comparación con su confianza.
—La impostora, el cazador de piratas, el prisionero y la pirata fugitiva... —gruñó Morgan, con una sonrisa arrogante—. Mira nada más, los cuatro trabajando juntos.
—Sí, somos una tripulación —Luffy avanzó un poco, mostrando su orgullo en cada palabra.
—Ni lo conozco —respondió Zoro con indiferencia, afilando su mirada hacia Morgan.
—No, no es cierto... —añadió Nami.
Diana, en cambio, se quedó en silencio, sin intención de empeorar la situación. Ajustó su agarre en el mango de la catana, la cual recogió del suelo de uno de los marines, preparándose para cualquier movimiento repentino de los marinos que los rodeaban. El aire estaba tenso, y el sonido metálico de las armas desenvainadas vibraba en sus oídos
Morgan dio un paso más hacia adelante, su risa resonando mientras se despojaba de su chaqueta, revelando su brazo mecanizado con el hacha imponente. Las luces del lugar se reflejan en la hoja afilada, dándole un aspecto aterrador.
—Ningún enemigo ha escapado de mi ira. Yo solo derroté a los piratas 'Gato Negro'. Yo solo capturé a Kuro 'Cien Planes'. Yo solo mantuvo a Shells Town libre de la basura del mar del Este —su voz retumbaba con cada declaración, como si el pasado lo volviera más imponente.
Diana dejó escapar una sonrisa desdeñosa, con la mirada fija en él.
—Bueno, hay una primera vez para todo, ¿no? —susurró, su voz calma, pero cargada de desafío—. Quizás seamos los primeros en escapar de ti.
Morgan frunció el ceño, sorprendido por su osadía, pero recuperó la compostura rápidamente.
—Cuando termine con tus amigos, me aseguraré de mandarte a la orca... —dijo, su tono gélido.
Zoro fue el primero en moverse. En un destello de acero, se lanzó hacia Morgan con una velocidad vertiginosa. Las espadas cortaron el aire, pero Morgan, a pesar de su tamaño, logró bloquear el ataque con el hacha en el último segundo, el choque de las armas resonó como un trueno.
Luffy se lanzó inmediatamente detrás de él, estirando su brazo para propinar un golpe directo a la cara de Morgan, quien esquivó con un movimiento sorprendentemente ágil para alguien de su tamaño. Nami, mientras tanto, se mantenía atrás, protegiendo la caja, con su mirada alternando entre sus compañeros y los marinos que los rodeaban.
