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࿇ El cuarteto fija su vista en Morgan, quien se acercaba a ellos con pasos seguros y determinados.
—La impostora, el cazador de piratas, el prisionero y la pirata fugitiva... Mira nada más, los tres trabajando juntos.
—Si, somos una tripulación —Luffy avanza un poco, mostrándose orgulloso de eso.
—Ni lo conozco.
—No, no es cierto...
Diana se quedó en silencio, no iba a quemar más a Luffy de lo que ya estaba, en vez de eso, ajustó su agarré en el mango de la katana, lista para cualquier ataque de los marinos.
—Ningún enemigo ha escapado de mi ira, yo solo derrote a los piratas 'gato negro', yo solo capturé a Kuro 'cien planes', y yo solo mantuve a Shells Town a salvo de la basura del mar del Este.
Diana sonrió al oír sus palabras, viendo cómo este se sacaba su uniforme, mostrando su mano con un hacha, una clara forma de declararse una guerra.
—Bueno, hay una primera vez para todo ¿No? Quizás seamos los primeros enemigos en escapar de ti —dijo en tono tranquilo, sorprendiendo un poco a Morgan.
—Cuando termine con tus amigos... Me asegurare de mandarte a la orca, debiste morir con tu padre ese día...
Zoro, para sorpresa de nadie, fue el primero en atacar, seguido de Luffy, Nami por su parte estaba protegiendo la caja.
La pelinegra, al ver al borracho y a Luffy en el suelo, fue la tercera en ir por Morgan.
Tenía todas las de perder, Morgan era alto, corpulento y había más tiempo como su hacha, en cambio Diana era lo contrario y había pasado el resto de los años en una prisión llamada orfanato.
Pero aun siendo pequeña, dio una mejor lucha que el cazador de piratas.
El choque de ambos metales era fuerte, tanto que Diana retrocedía en varias ocasiones, pero aun así ella seguía de pie.
—¿Crees que puedes ganar? —Morgan le habló a Diana cuando ella chocó su katana contra su hacha, el hombre trataba de no ceder, pero la pelinegra seguía presionando su agarre.
—No creo, puedo hacerlo —la seguridad con la que lo dijo hizo que Morgan se sienta amenazado, por una mocosa pirata.
Morgan se liberó de Diana, tratando de arremeter su hacha contra ella, pero la fémina pudo con sus ataques, esquivando sólo para volver a chocar el metal contra metal.
