Capítulo 5

446 111 2
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


El señor Brandon había citado a Gael a través de Frank, la rubia al escuchar la cita no dudo en aceptarla y regocijarse en su gloria al verlo por fin dar su brazo a torcer.

- Te dije, ese humano no dudaría en darme a su hija - Sonriendo arrogantemente hacia Arael

- Sigo con la idea que no será fácil, Gael - Negó serio- Algo no está cuadrando con su nueva decisión.

- Hare que funcione - Dijo con seguridad- O lamentará lo que hará.

Arael miro con desaprobación a Gael, más no comento algo mientas Ignis y Aniela están apoyándola ahora con las nuevas noticias del señor Brandon al citarla.

- Sé caballerosa y no pierdas los estribos, querida - Aconsejo Ignis alisando la blusa de Gael

- No hagas medidas erráticas por mano propia - Siguió Aniela- Recuerda las reglas.

- Sí, sí. No podemos matar a ningún humano - Rodo los ojos con aburrimiento- Solo daré ordenes, ¿Eso te complace?

- Bastante - Sonrió satisfecha

Ignis beso la mejilla de Gael seguida de Aniela, Arael simplemente asintió con la cabeza implorando por dentro que la menor no hiciera alguna estupidez sabiendo su temperamento. Gael fue interceptada antes de subir a su carroza por sus trabajadores, listos para recibir sus órdenes.

- Si niega darme a Mary, lo torturan hasta que de su bendición - Ordeno fríamente- No quiero errores, cabos sueltos o el trabajo sin terminar.

- Saldrá perfecto, jefa - Asintió el jefe- ¿Y si no da la bendición?

- Mátenlo, que se vea como un accidente o allanamiento - Subió a su carroza- Que sea una escena limpia y congruente, no quiero fallas, Stone.

El jinete empezó avanzar con rapidez ante la urgencia de Gael, no quería desperdiciar ni un minuto de atraso para que el señor Brandon no cambiara de opinión y perdiera a su Mary de forma más pacíficamente ante aquel hombrecillo.

Al llegar a la residencia Brandon, Frank ya estaba en la entrada de la casa esperándola con su rostro neutral y postura recta, digna de un mayordomo de clase media.

- Señorita Campbell, bienvenida sea - Saludo cortésmente abriéndole la puerta

- Seamos directos, Frank. Sin rodeos, solo vengo por mi futura esposa.

Frank asintió con la cabeza dócilmente para no levantar sospechas del plan armado de su jefe, la guio hasta el despacho del señor Brandon, al abrir las amplias puertas noto a Cinthya a lado de Edgar Brandon con un rostro afligido.

- ¿Por qué la señorita Brandon está aquí, señor Brandon? - Pregunto confundida- Hasta donde deje claro, es Mary a la que desposare.

- Buenas tarde, señorita Campbell - Sonrió tranquilamente- Hubo cambios de último momento, tome asiento, por favor.

Gael se sentó en su lugar sin dejar de mirar a Cinthya, quien mantenía la mirada llena de tristeza y fija en el piso de madera del despacho. Solo la miro de reojo para regresar su mirada al piso, dando unos pasos quedando casi a la altura de Gael.

- Mi hija, Mary. No podrá desposarse con usted, pero en cambio le ofrezco a mi hija menor, Cinthya - Señalo a la menor con su mano izquierda tranquilamente- El dinero ya no será un problema, les doy mi bendición y hasta donde me informaron, ambas llevan una buena amistad.

La sonrisa tranquila de Edgar Brandon le indico a Gael que aquello no era una broma, lo miro incrédulo mientras intercambiaba su mirada entre él y Cinthya.

- Su hija tiene 16 años, señor. Yo tengo 25 años - Comento incrédula- En cambio, Mary tiene 19 años. Esta en la edad perfecta para desposarse. Sí, no niego que tengo buena química con su hija Cinthya, pero es con Mary a la quien amo, señor Brandon. Así que deje los juegos, y hablamos de Mary - Miro a Cinthya- Ve a tu aposento, hablare con tu padre de negocios, querida.

Cinthya no dudo en marcharse de la sala al igual que Frank ante la señal de aprobación de Edgar para dejarlos a solas.

- Mire, señorita Campbell - Sonrió tenso- Mi pequeña Cinthya está perfectamente adiestrada por mi esposa, aparte de poseer excelentes genes físicos, no veo el problema.

- Es menor de edad - Recalco- No me desposare con alguien menor de edad, menos si no la amo, así que deme a su hija, Mary.

- Lamento mucho anunciarle que Mary se fue de intercambio a otro condado.

Pese a que Edgar había dicho la noticia con tranquilidad, Gale podía notar la burla en sus ojos marrones y sonrisa petulante filtrarse en las comisuras de sus labios. La ira y la impotencia estaba burbujeando dentro de Gael con rapidez, el señor Brandon lo empezó a notar cuando los ojos azules de Gael se oscurecieron y su rostro se tornaba seria a tal punto que parecía que se levantaría de su lugar y lo mataría.

- Veo que ha elegido del camino difícil, señor Brandon - Hablo con frialdad, erizando la piel de Edgar- Nos veremos pronto, señor.

La vio levantarse con tranquilidad sin dejar de mirarlo hasta que se tuvo que girar sobre su propio eje e irse sin decir ninguna otra palabra más, aquello lo había intimidado más que cualquier amenaza hacia su persona.

Gael le hizo la seña hacia sus trabajadores para que iniciaran el plan mientras ella esperaba el carruaje parara totalmente enfrente suyo, observo como la carroza de los hombres se alejaba con rapidez para organizar todo.

- Síguelos a la bodega del puerto - Le ordeno al jinete

Subió sin dejar de pensar en cuales de los condados vecinos habían enviado a su Mary, durante el trayecto no dudo en escribir en su pequeña libreta la bitácora de cada cosa que había sucedido junto a la fecha.

Al llegar sus trabajadores estaban esperándola con ansias, tenían tiempo esperando ordenes nuevas sobre los trabajos más viles que les gustaban realizar sabiendo que necesitaban sobrevivir de ello.

- Mi señora, la señora le envía saludos - Comento el más bajo de estatura de todos- Y le recuerda que ha pasado mucho tiempo de su última visita.

- Ya tiene tiempo - Asintió pensando de la última visita- ¿Tienen listo todo?

- Solo falta su aprobación, mi señora - Contesto el encargado de la operación

- Entremos entonces.

Gael entro primero siendo seguida por los seis hombres, todos listos y ansiosos para el visto bueno de la menor de los Campbell.

- Tráiganlo sin atraer la atención, quiero total discreción - Miro con dureza a los hombres- Es el padre de mi futura esposa, lo último que quiero es algo que me relacione con su posible muerte.


Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Ángel | Alice CullenWhere stories live. Discover now