Criminal// Osamu Dazai [Pausada]

Capitulo 14: Portales

El estacionamiento estaba casi solitarios, tal vez podrían llegar a verse una cantidad de no más de siete autos. Era silencioso, ninguna persona rondando.

El castaño esperaba apoyado en una de las paredes. Jugaba con el bolígrafo en su mano, lo miraba mientras escuchaba un vehículo acercarse.

No tardo en aparecer una camioneta negra de la cual, se bajó un sujeto vestido formalmente, cabellos cortos negros y anteojos.

- Admito que me sorprendió tu llamada- dijo Ango acercándose hacia el castaño.

-Si no hubiera sido de importancia, nunca lo hubiera echo- le lanzó el bolígrafo cual agarro y miró en sus manos.

- ¿Que es esto?- pregunto viéndolo.

-Tu dime- se encogió de hombros mirando al contrario.

-Solo... es un bolígrafo- levantó la vista hacia su ex compañero de la Port Mafia.

-Nos llegó un caso, en una cafetería en el centro se reportan actividades...paranormales- comenzó a explicar- objetos aparecen y desaparecen, primero sospeche que se trataba de eso, pero luego... lo relacione con algún poder.

- ¿Intento de robo?- pregunto el de lentes.

-No- señaló el objeto en sus manos- anoche mientras esperábamos a que algo sucediera, se abrió una especie de anillo portal del cual salió eso.

-Que extraño- murmuró- ¿algo más?

-Al principio los objetos desaparecían y volvían a aparecer en un lapso de tiempo definido, luego fue con más regularidad, varios objetos ya no volvieron.

-¿Algún ser vivo?- pregunto Ango- tal vez solo se puedan transportar objetos sin vida.

-Hace tres días encerramos a un gato en la habitación donde sucedía con más frecuencia, desapareció y no supimos más, no volvió- dijo.

-¿Para que llamaste?- pregunto mirando al castaño- no creo que quieras mi opinión.

-Necesito todos los casos de personas con poderes sobrenaturales que tengan que ver con el transportar objetos, intercambios o portales.

-¿De algún lugar específico?- pregunto el pelinegro.

-Solo personas que nacieron o viven actualmente en Yokohama- respondió- incluso si tienen cualquier antecedente de cualquier tipo.

-Bien- asintió- mandaré los archivos a la agencia ni bien los tenga- el castaño asintió.

-Eso es todo- dio media vuelta y comenzó a caminar alejándose. No dijeron más nada.

Narra Tn...... AU B.....

Sonreí al ver que el pelinegro de puntas blancas se había acostumbrado a tomar y servir las órdenes.

Ya no había recibido más quejas de los clientes, salvo de algunos niños a los cuales el chico les daba miedo, mire hacia la puerta por ya décima vez en la mañana.

No sabía nada de Dazai, nada de nada y eso en cierta forma era, agotador. Estaba preocupada, no debería de estarlo, ya que era miembro de la mafia, pero... no podía dejar de pensar en él.

Mire el reloj. Ya era tiempo de cerrar. Se atendieron los últimos clientes para luego limpiar. Mire a Akutagawa, este estaba pensativo mirando por la ventana.

-¿Sucede algo?- pregunte al acercarme. Este me miró de reojo.

-Solo quiero encontrar a mi hermana- respondió- ese sujeto la tiene y no abra nadie que me pueda detener cuando sepa quién es.

Por poco y olvidaba aquello. Mire por la ventana también, ya era tarde y sólo esperábamos a que Oda llegará.

- Yo no tengo hermanos- dije, volteo a verme- o bueno, eso creo- solté una risita- según me dijo Nana, me dejaron en la puerta cuando era una bebé.

-Pero tu apellido....

- Un hombre vino un día- voltee a verlo- dijo que era su hermana, yo no pude verlo... pero dijo que un día vendría a buscarme... nunca lo hizo.

- Yo si iré por ella- dijo con decisión.

- Y estoy segura de que ella lo sabe- le sonreí- ahí está Oda- vimos al hombre cruzar la calle hasta llegar.

El día siguiente fue más tranquilo y cerrábamos más temprano, aún era de día. Mire al pelinegro quien limpiaba.

-Akutagawa- lo llame, volteo a verme- gracias por ayudarme estos días, lo hiciste muy bien- felicité. Asintió- ya... puedo poner mi sello.

Dejo de barrer y me miró. Saco el pequeño cartón y coloque el sello de aprobación que me había dado Kunikida.

-Gracias- respondió. Me ayudó a cerrar y se fue sólo. Suspiré y miré como estaba el clima afuera.

El sol estaba aún, los rayos daban un calor único por más que la brisa fría del viento te haga tener algún que otro escalofrío.

Le dejé una nota a Nana quién había salido a comprar y salí a caminar. Estuve unos minutos así, no fue cuando sentí una presencia a mi lado.

-¿Ya estás libre?- pregunto.

-¿Por eso no apareciste en toda la semana?- pregunte relajada.

-Tal vez- se encogió de hombros.

- Lo pensé un poco y... quisiera hacer mi proyecto sobre la Port Mafia- voltee a verlo- claro a no molesta.

- Para nada- sonrió el castaño.

-Quiero hoy mostrarte algo- lo tome de la muñeca y lo lleve a la cafetería, este me seguía sin decir nada.

Lo hice entrar y llegamos al departamento. Nana ya se encontraba allí.

-Tn....¿Quin es este joven?- pregunto. Sonreí nerviosa. No creí que estuviera aquí.

- Pero que bella señora- dijo el castaño de forma exagerada- usted es esa mujer supongo, de la cual Tn siempre habla con entusiasmo.

- ¿Enserio?- sonrió y me miró.

-Si bueno... es un compañero... de la universidad- excuse. Por suerte lo creyó.

- Oh, pues entonces, bienvenido joven- sonrió a Dazai.

-Gracias- me miró.

-Saldremos un rato- tomé al castaño y lo arrastre hacia mi cuarto. Este miró alrededor mis cosas.

-¿A dónde iremos?- pregunto- ¿o era solo una excusa para traerme a tu cuarto?- pregunto divertido. Me sonroje por su rostro con una sonrisa ladina.

- Nooo... sólo- suspiré y me acerqué- era para que dejes tus cosas- expliqué, me miró sin entender, saqué una caja vacía y lo mire.

-¿Que?- me acerqué levantando un poco mi vista hacia sus ojos.

-Dejaras en esa caja, todo lo que tenga que ver con la Port Mafia, que te identifique a ti.

Me miró unos segundos, cuando entendió, metió su mano detrás de él, adentro de su saco. El arma en sus manos.

Tendí mi mano, dudoso me la pasó. Nuestros dedos rozaron, fue un escalofrío agradable lo que sentí. Metí el arma en la caja.

Siguiente paso de hacerlo ver, lo que era el propósito de la vida.