Capítulo 11

427 81 21
                                    

Al llegar mire el muelle. Estaba vacío y nadie caminaba por los alrededores. Antes de llegar de todas formas, esos hombres de traje se encontraban cuidando.

Mire como el castaño estaba sentado mirando hacia el mar. Me acerqué sin más, al llegar me coloque a su lado haciendo lo mismo.

Todo había sido en silencio.

-¿No dirás nada?- pregunto este. Gire a verlo notando como él ya me miraba.

-¿Ellos eran...?- asintió.

-Si, los mismos que te persiguieron- aparte la vista de él. Era una sensación extraña, por una parte alivio ante que no me perseguirían y estaría a salvo, la otra era más racional pensando... Mato a todos y cada uno de la organización.

-Gracias- murmuré por lo bajo. No quería ser alguien que no era agradecida, me salvó de ser secuestrada y.. de paso salvó a varias personas que llegarían a tener el peligro.

-No hay problema- su sonrisa relajada me dió escalofríos. No podía imaginar a alguien que se tomará algo tan a la ligera.

¿imaginar? Lo tenía en frente mío, no debía imaginarlo, ya lo conocía. ¿Normal? El no era normal, trabaja en la mafia y yo vaya a saber el cargo o importancia que tiene dentro de la organización.

-¿Sabes por que me buscaban?- pregunte.

-No, aún no dijeron nada, pero estamos en eso- sonrió- si quieres... Puedo invitarte a ver el proceso~- enseguida negué asustada a lo que rio por lo bajo.

-Estoy bien así- dije mirando adelante. Se me revolvía el estómago de solo imaginar el como sacarían la información de una persona.

Luego me quedé pensando un momento. Me acordé enseguida de la promesa que le había dicho al castaño. Lo mire unos segundos y luego al paisaje.

-¿No es una linda vista?- pregunte.

-Es normal, como todo- respondió. Suspiré. Sería un trabajo complicado, pero ya habíamos dado el primer paso la otra vez, cuando lo hice comer.

-¿Te gustan los videojuegos?- pregunte pensando en otra cosa. Capté su atención ya que se volteo a verme.

-Si, un poco- mire mi teléfono para verificar la hora.

-Bien entonces-me levanté a lo que me vio curioso- vamos!- tome su mano y tire de él haciendo que casi se cayera pero se pusiera de pie.

-¿A dónde vamos?- pregunto.

-A comer chucherías y a divertirnos- lo lleve por el centro de Yokohama, había muchas familias y personas, ya sea comiendo, comprando o paseando.

Entramos a un arcade dónde había muchos jóvenes y adultos divirtiéndose. Este miro alrededor curioso, sonreí al verlo acercarse a varios juegos, yo mientras tanto fui a comprar una tarjeta y cargarla con dinero.

Gastaría mis ahorros, por un momento lo había pensado seriamente. ¿Valia la pena gastar dinero para mostrarle a alguien como era la vida? ¿que hay más en el mundo? ¿Que... La razón verdadera por la cual vivimos es...

Mire al castaño. La curiosidad reflejada en sus ojos, el pequeño pero casi imperceptible brillo en sus ojos castaños. Parecía un niño queriendo descubrir el mundo.

Sonreí ante la imagen. No lo conocía, solo tenía datos suyos. Pero estaba dispuesta a hacerlo.

Mostrarle que el mundo no es solo lo que uno experimento o imagina. Es más. Me acerque y toque su hombro llamando su atención.

-Bien, ¿Que quieres jugar primero?- pregunte.

-¿Puedo elegir?- pregunto entusiasmado. Asentí sonriendo. Enseguida tomo mi muñeca y me arrastró hacia... ¿La máquina de fotos?

No puse ninguna objeción y solo me dedique a disfrutar del resto. Nos sacamos fotos las cuales se quedó, jugamos varios juegos, reímos, cantamos, bailamos.

No podía pedir más. Mi corazón latía de alegría y lo bien que lo había pasado. Ahora ya era de noche y me acompañaba a mi casa. Se había ofrecido.

-¿Cómo la pasaste?- pregunte mirándolo expectante.

-Bien... Supongo- miraba las fotos que nos habíamos sacado. No quería llenarlo de preguntas, tal vez no quisiera hablar de el tema.

Entonces me acordé, Rampo me había dicho que ellos ya sabían que me encontraba con él. No era secreto.

-Yo... Hay un dato que quería que supieras- le dije. Guardó la foto en el bolsillo de su gabardina mientras seguíamos caminando.

-¿Cuál es?- pregunto neutral.

-La agencia...bueno ... Ellos saben que me empecé a ver contigo- esperaba alguna reacción, cualquier cosa, tal vez asombro o señal de peligro por si le tendiera una trampa.

No era desconocida la rivalidad de la Port Mafia con la Agencia de detectives armados.

-Lo se- eso me descolocó. Mire asombrada al castaño- de echo, sabía desde el principio que se darían cuenta, no son tontos.

- Pero... ¿eso no te perjudica en nada? ¿no te dará problemas con tu jefe?- pregunte. Note como sonrió de lado y divertido.

-El jefe no me dirá nada- hizo un ademán con su mano para que no me preocupe.

-No me gustaría que te metas en problemas- murmuré. Este paro de caminar y comenzó a reír.

-Florcita~ - dijo y me miró- eres tan inocente- no espere que se acercará y acariciara mi mejilla- si supieras en todo lo que estoy metido, sabrías que esto no es nada.

-¿Y eso que es?- la pregunta salió sin que lo pensará. Note que su mirada se oscureció y sonrió como si esperara esa pregunta.

-Tu me muestras tu mundo, y yo te muestro el mío- su tono, la forma en la que me miraba, como si me estuviera manipulando y moviéndose a su antojo.

Me gustaba. Me gustaba esta sensación, miedo y curiosidad, así también con... Tranquilidad. Porque estaba a salvó. Con él estaba a salvó.

-Denme todo lo que tengan de valor!- eso estaba fuera de los planes. Mire detrás del castaño el como un sujeto nos apuntaba con un arma.

Las calles estaban vacías y no era un lugar en el que se encontrarán cámaras o policías cerca.

-Hagas lo que hagas, quédate detrás de mi- sus palabras y como me miraban me hicieron entender que, sin darme cuenta, había caído en las manos de un monstruo.

Dazai era un monstruo.

La tranquilidad que sentí mientras miraba al castaño darse vuelta mientras sentía a... La viva muerte detrás mío, respirando en mi nuca esperando, supe que la imagen no se borraría de mi mente.

- ¡Alto, no te muevas, quédate Quieto!- grito el sujeto.

-Pero si acabas de decir que te demos nuestras pertenencias de valor~- contesto el castaño- wow, esa arma está cargada.

La fascinación, la forma infantil, su comportamiento natural estando frente a un arma cargada que le apuntaba.

-¡Quieto!- grito.

-No se si sabes, pero me estás arruinando el día, estaba pasándolo muy bien con mi novia y ahora...

-Dije que no te muevas!!- mi corazón latía fuertemente. No podía ver bien al otro sujeto, estaba oscuro y Dazai lo tapaba.

-En otra ocasión te hubiera dejado que me dispararas, pero para tu mala suerte....

-¡ya deja de hablar!

La muerte. No venía por mi, ni por el castaño. Fue un movimiento rápido, cerré los ojos y los oídos no tardaron en escuchar el disparo.

Cuando los abrí y me acerque al castaño de pie, ví una imagen que no conocía. Le apuntaba al cuerpo en el suelo ya muerto mientras lo miraba con...fascinación.

El rostro de un asesino. El rostro de un criminal. El rostro de alguien que... Había comenzado a hacer que mi corazón lata de una forma que no conocia.

Criminal// Osamu Dazai [Pausada]Where stories live. Discover now