Capítulo 8: Comienzo

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Mirar el como los pétalos de los árboles de Sakura caían, era sin duda alguna relajante y al mismo tiempo hermoso. Todo el pasillo de árboles pintando la ciudad por más que sea un día nublado.

-Señorita Dostoyevski- escuché a mis espaldas, gire mi cuerpo viendo al hombre castaño. Vestía igual que los días anteriores sólo que en esta ocasión, lo único diferente eran los dos hombres vestidos de traje detrás suyo.

-Dazai- dije mientras me acercaba- ¿Quienes son ellos?- pregunte. No era tonta, estaba segura que el sujeto castaño frente mío seguro estaba metido en algún asunto de la Port Mafia.

-No son importantes- contradijo enseguida-no nos molestarán en nada mientras me ayudas con mi búsqueda- asintió sonriendo. Asentí y le hice una seña para que me siguiera.

Caminamos un rato hasta llegar a un pequeño puesto de comida, amaba los onigiris que servían por lo que compré dos y uno se lo entregue.

-¿Por qué..?- miro la comida en su mano, yo desenvolví el mío y le di un mordisco.

-No preguntes, solo come- le dije, sentía algún que otro arroz pegado en la comisura de mis labios.

Este me hizo caso y le dió el primer bocado. Abrió los ojos algo impresionado. Sonreí al notar cuando sus ojos cambiaron por unos segundos, nostálgico.

- Es delicioso- susurro.

-¿Nunca habías probado algo así verdad?- dije divertida. Saboreaba el gusto del pollo salteado agridulce, un poco de salsa de soja y arroz.

- En realidad, casi nunca me tomo el tiempo para comer- dijo sincero- y si lo hago, no son cosas muy elaboradas.

- Empecemos por ahí entonces- sonreí. Debía de aprovechar, aún no era tiempo de que Akutagawa este conmigo y no me daban mucho trabajo en la agencia, por lo que lo usaba a mi favor.

Cuando terminó el onigiri me pidió de forma algo tímida otro. Era extraño, los tipos de traje ya no estaban a la vista y el castaño había cambiado un poco. Parecía más tranquilo.

No como las otras veces.

- Perdón, pero te haré probar otras cosas- tome su mano y lo lleve a diferentes puestos, le hice comer diferentes cosas, dulces, saladas, agridulces.

Todas las disfrutaba. Ahora estaba con unos dangos en la mano, el palito dejaba a la vista tres de colores diferentes, sonreía como un niño.

- ¿¡Quieres un poco?!- pregunto enseguida al ver que lo miraba.

- No yo...- no me dejó terminar y prácticamente me hacerco los dangos a la boca, suspiré y sonriendo le di un bocado- delicioso.

-¿Verdad que sí?!- dijo feliz- no sabía que existían este tipo de cosas.

Lo mire unos segundos, ¿Nunca había probado nada de esto? ¿Cómo estuvo viviendo?

- Tn-chaaan- llamo quitándome de mis pensamientos, ahora estábamos sentados en un parque.

- Dime- dije sin mirar un punto fijo.

-¿Que estás haciendo ahora?- pregunto- me refiero, a qué haces además de estudiar claro.

- Bueno... Estoy de prueba en la Agencia de detectives armados- eso llamo su atención, lo noté por la forma en la que me miró- estoy haciendo un proyecto y bueno... Elegí la Agencia.

-¿Quieres ser detective?- pregunto. Asentí sonriendo- ¿Hay alguna razón?

- Quiero averiguar sobre mi familia- respondí -Nana me dijo que me dejó mi hermano mayor cuando era apenas una niña, de eso no me acuerdo bien, pero nunca más regreso.

-Yo pensé que era por qué poseias algún poder sobrenatural, digo no se- se encogió de hombros.

- No- negué enseguida con una sonrisa- no tengo ningun poder, o bueno, se supone que aparecen cuando uno es bebé o un niño, yo nunca experimente algo similar.

-Que lastima, pero bueno- dijo mirando hacia  el cielo- ¿Que tipo de trabajo es el que haces?- pregunto curioso.

-De investigación, debía elegir una organización y hacer un informe sobre ella- expliqué tranquila.

- ¿Y porque la Agencia?

-¿Que otra organización importante de Yokohama podía elegir?- pregunte ladeando la cabeza a un costado y mirándolo.

- No lo se, la Port Mafia tal vez- contesto alzando los hombros.

- Antes de poner siquiera un pie seguro ya me encajaron una bala en la cabeza- conteste muy obvia. Él soltó una risita.

-Tengo mis contactos- dijo algo desinteresado- si quieres...

-¡Lo sabía!- lo apunte, este me miró algo dudoso- sospechaba que estabas metido con la mafia- dije, este sonrió un poco- no era tan tonta como creías seguramente.

- Nunca dije eso- soltó una risita- en algún momento lo descubririas, más si querías ser  detective- me miraba divertido- ¿vas a llamar a la policía o algo?

- No soy tan ingenua- suspiré- podría saber que eres de la Port Mafia pero no sé que rango tienes dentro- lo mire unos segundos- podrías ser de los altos mandos y eso me metería en muuchos problemas.

- Si, lo haría- sonrió. 

- Ahora que me confirmaste que eras de la Mafia, abra ciertos cambios- me levanté y lo apunte. Todo el tiempo estaba divertido viéndome.

-¿Ahora quieres negociar?- se cruzó de brazos sin dejar de verme- eres consiente de que podría matarte.

- Si lo se- frunci el ceño- yo me metí en esto sola, así que... Si por alguna razón llega el momento en que debes...callarme- dije, este lo entendió- las consecuencias quiero que solo vengan a mi, no metan a mi Nana en esto.

- Bien- asintió- ¿Algo más?

- No se me ocurre- murmuré, después levanté la vista del suelo algo curiosa, no sabía o decirle o no- quisiera... Algún día poder ir, a cualquiera de los edificios.

- La curiosidad mato al gato, Dostoyevski- respondió.

-Lo se, pero quiero arriesgarme- asentí.

- Bien, lo anotaré en mi lista, secuestrar a Dostoyevski y enviarla directamente con el jefe- lo noto, me puse pálida por eso- dijiste que te arriesgarías.

-Bien!- infle mis mejillas y comencé a alejarme. Escuchaba sus risas a lo lejos, se acercó quedando a mi lado.

- Sólo esperemos y no deba llegar a algo que atente contra tu vida- lo escuché decir- no me gustaría tener que matarte.

Mi cuerpo se tenso y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Ya estaba, yo sola me metí en esto.

- Era broma!!- dijo divertido y alegre.

Criminal// Osamu Dazai [Pausada]Where stories live. Discover now