Alquiler

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La gente los dejó solos al ver que ya habían parado de discutir. Nervioso por la situación, Miguel solo suplicaba marcharse de ese lugar. Se fijó mejor en el señor, si, compartía los brillantes y jocosos ojos de la pequeña Mayday (ya sabiendo su nombre... prefería el que le había puesto, la verdad), y algo de ese comportamiento ridículo e infantil, pero a fin de cuentas era normal dudar. Solo por ello dijo lo primero que había llegado a su mente.

" Mire, no quiero seguir llamando la atención, por lo que súbase a mi coche y te llevo a donde me digas "

El padre de la niña accedió y se espero a que Miguel pudiera colocar bien los carros anteriores para que se pudieran marchar. De entre las cosas cogió el mordedor y el resto las dejó en el maletero antes de entrar en coche. Ahí ya vio que ella, en el regazo de su padre, empezaba a intentar morder su cinturón, pero el pedía que se quedara quieta. Le tendió el juguete que habían cogido antes y el señor lo miró avergonzado. 

" Señor, ya soy un adulto... "

" Es para May " el idiota se había quedado atorado en su garganta. Tenía ganas de gritárselo por cada estupidez que estaba haciendo con su pequeña. 

Bueno, era su de mi pequeña, era el su pequeña de ese señor. Él ya tenía una hija. 

Debía recordar cual era su lugar en toda aquella historia. 

A pesar de tener a la vista un padre tan... inepto. 

" Bueno, dígame a donde vamos " le insistió Miguel al no tener respuesta

" ¿Podemos ir a su casa? "

" ¿Perdón? "

" Como... bueno... Es que... " empezó a balbucear, enfadándolo como aquel día que dejó a su cría abandonada en el coche. 

" Mire, callase " le ordenó de forma tajante

Sin intercambiar más conversación, Miguel arrancó en dirección a su casa. Aquel señor no dejaba de irritarlo, de sacarlo de sus casillas de una forma magistral Para no tener que hablar con él, puso su disco favorito de Luis Miguel. Tan solo tomo cuatro canciones y pasar del límite de velocidad para llegar a su casa. Para su sorpresa, Spider Lego estaba ahí, esperándolo con dos bolsas llenas con el enorme logo de sus bloques favoritos. Por un momento Miguel sonrió, si es que aquel chico de los legos era un gran compañero. Salió antes que el desconocido para saludarlo. 

" ¿Es el padre de la niña? " fue lo primero que pregunto Lego

" Si " respondió con cierto tono de desagrado " Avisa a todos que ha aparecido, que no se preocupen "

" ¿Por que lo traes a tu casa entonces? "

" Buena pregunta "

Lego entró con el en la casa, dejando la puerta abierta para que el señor pudiera pasar con la niña. Lo único que se podía escuchar a medida que entraban eran los briks de las bolsas chocando del movimiento que les daba Lego. Ya en la cocina, el chico agarró a la pequeña y se marcharon a otra sala, dejando a los adultos hablar. Miguel sacó unas cervezas, que el señor aceptó. Se le notaba tenso, nervioso, como si tampoco supiera que estaba haciendo en esa gran casa. Algo que a Miguel ya no le sorprendía en lo absoluto, era un factor que nadie se esperaba.

Una casa tan grande y tan perfecta... solo para él. Siempre daba muchas preguntas. 

" Tengo que pedirte disculpas " fue lo primero que se le ocurrió decir a Peter. Dejó la cerveza sobre la isla " No debí dejar a mi hija en el coche y luego pedirte que me trajeras "

" ...no pasa nada " respondió el antes de darle un sorbo a su cerveza. Su nerviosismo era palpable, podía ver cada gesto errático que hacía con las manos, como si estuviera explicando un amplio e inútil Power Point de sus errores de aquella noche. Solo por eso quería zanjar cuanto antes el tema de la niña. " No necesito que me cuentes nada "

" Pero yo si " le contestó de una forma sorpresiva, alzando la voz como si con ello quisiera dejar constancia que siempre había un porque en sus acciones nada solicitadas " Estaba yendo a buscar trabajo pero debía cuidar a la niña y, claro, su madre estaba trabajando. En general, mi vida es muy patética y lo puedo resumir en una sola frase: mantenido por futura ex mujer en el sótano de la casa. Encima ni siquiera se cuidar de mi maravillosa hija. El trabajo más largo fue por más de siete años en el periódico pero no, tuve que enfadar a quien no debía y coger trabajos temporales como adolescente queriendo pagar sus estudios. ¡Tres meses estuve en administración como mucho! Solo hay conseguí llegar al salario mínimo interprofesional. Solo ahí. ¿Qué pensarán mis suegros? Ellos me odian porque es demasiado evidente que no se mantener ni un trabajo ni una familia "

Durante aquella jornada de autocompasión, en la que por primera vez Miguel era el psicólogo, se fijó en cada detalle. Su historia y la forma en la que le contaba era como un sorbo de carioca de limón, sus gestos exagerados como actor de teatro fracasado solo denotaban una acuciante necesidad de encontrar algo bueno en su miseria de vida. A todo ello, debía sumar su desalineada apariencia, el como no sabía combinar apariencia y encima no se afeitaba bien. Todo él era un desastre. 

Rayos, ¿Cómo se llamaba el tipo?

" Espera... espera... ¿Cómo te llamabas? " le interrumpió al darse cuenta

" Peter, Peter B. Parker para servirle " se presentó " Ya te sabes mi vida pero aun ni me había presentado "

Que estuviera tranquilo que no le había prestado atención. 

" Mira Peter... como te digo esto " intentó buscar las palabras correctas. Solo por ello, se acordó de su fiel amiga Jessica cuando ocurrió lo de su hija " las respuestas que necesitas no siempre se buscan... además "

" Claro... por eso siempre que tengo iniciativa todo sale mal... " dedujo de alguna forma Peter mientras agarraba la botella " La suerte de los Parker es que los demás te den suerte, es verdad...  " Miguel no pudo ocultar su cara de desconcierto. Aquello era completamente inexplicable. Ambos tomaron un trago en perfecta sincronía, uno por sed de tanto pensar, y el otro por intentar saber que demonios estaba ocurriendo en su cocina " Por eso estoy aquí "

" ¿y tu eres padre? " se le escapó la pregunta a Miguel, pero pareciera que Peter no lo había pillado 

" Pero Miguel, ¿de que me sirve saber que el porque me pasan las cosas si no se como hacer que no me ocurran? "

" Ahí no se, no siempre hay respuesta para todo " decidió ser honesto con el desconocido " yo tenía una vida maravillosa, era genuinamente feliz y mírame ahora, solo con amigos que vienen a ayudarme a mantener la casa limpia y bebiendo con un desconocido. Debería estar en el taxi buscando el puto desgraciado que... da igual, da igual. " Miguel se mordió la lengua. No supo si era el alcohol o la decadencia en la que ambos se encontraban, pero era una idea simpática. 

Total, su vida estaba en el coche y lo podía echar en cualquier momento. 

" ¿Qué te parece si te dejo vivir en esta casa con May a cambio de que la cuides? Asi puedes separarte de tu mujer, intentar hacer tu vida y  "

" ¡Eso es! ¡Eso es, Miguel! Así nos ayudaremos en nuestras desgracias "

Con un apretón de manos como cierre del trato, Miguel sintió que había hecho un pacto con el diablo de las caras graciosas. 

TaxiWhere stories live. Discover now