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Abrí mis ojos lo más que pude y volteé a ver la puerta. Él estaba ahí parado, se había quedado asombrado al verme. No iba a dejar de mirarlo y al parecer él tampoco dejaría de mirarme. Su rostro no portaba gesto alguno y el mío de seguro era un espanto. Entrelacé mis dedos intentando darme seguridad para hablar.

-¿Dónde estabas?-dije temblorosa. Entró del todo a la habitación y cerró la puerta detrás de él.

-No tengo porque darte explicaciones.

-Si tienes por qué.-le dije. Pasó a mi lado dirigiéndose a la cama. Tenía olor a alcohol.- Dereck.-lo llamé haciendo que volteara a verme.

-No tengo que darte explicaciones a ti.-me dijo seriamente.

-Si que tienes, y las quiero ya.

-Mira...-me tomó por las muñecas.- primero que nada, tú tienes que darme explicaciones a mí y segundo, NO TE METAS EN MI VIDA.-gritó la última frase y me soltó bruscamente. Respire hondo intentando calmar mi miedo.

-Dereck...-dije cuando ya no me miraba.

-No quiero que me digas cosas que ya se.

-¿Cosas como qué?

-Y tampoco quiero que me confundas.-me dijo. Regresó su mirada a mi rostro.- Quiero que me expliques.

-¿Estuviste tomando?-pregunté ignorando lo anterior.

-¡Eso no viene al caso!-dijo exaltado.- ¿Y qué si estuve?-dijo enojado.

-A ver Dereck...-dije sentándome en el sillón. Me había mareado.- Hablemos como se debe, sin gritos, sin golpes, como dos personas normales.- se sentó a mi lado pero más alejado de mi cuerpo.- ¿Dónde estabas?

-Eso no importa.

-Si importa.-dije secamente. Lo sentí reír con ironía.

-Entonces te importa. ¿Cierto? Pero no te importa excitarme y luego dejarme solo en la cama. ¿Verdad?- estaba completamente furioso y se notaba en su mirada y voz.

-No fue así.

-Espera, déjame continuar, aún no acabo.- apoyó sus codos sobre sus rodillas y se pasó las manos por el cabello alborotándolo. Volvió a sentarse derecho y me miró.- ¿Por qué lo hiciste?-me dijo.- Pensé que habíamos terminado con las venganzas.

-Y no era una venganza.-dije en mi defensa.

-¿Entonces por qué lo hiciste?-me dijo.

-Tú empezaste.-me defendí.

-Pero tú no me detuviste.-agregó. Posó su mirada sobre mis ojos.- ¿Por qué llorabas?

-Yo te pregunté algo antes.-dije intentando no responderle.

-¿Qué quieres que te responda?-me dijo histéricamente.- ¿Quieres saber si tome?-me gritó. Asentí temerosamente.- Sí, si tomé, y puede que en este momento este algo mareado pero soy consciente de lo que me hiciste, o mejor dicho con lo que me dejaste con ganas de hacer.

-Dereck no hace falta que me grites.

-¿Qué no?-dijo elevando la voz.

-Estamos en un hotel.-le grité.- No vuelvas a elevar la voz o nos sacaran a patadas de aquí.-agregué en un tono más calmo.

-No me interesa. Es más, nos vamos de aquí.-se levantó del sillón. Volteó a verme.- Levántate del maldito sillón y arma tus maletas.

-Dereck...

-Britney, tú y tus repetidos "Dereck's" todo el tiempo me están hartando. Levántate dije.-gritó. Me levanté del sillón y quedé frente a frente con él.- Ve y arma tus maletas ya.- volvió a gritar.

SUBASTADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora