12

5.5K 335 14
                                    

-Ah que mal.-dijo Christian como un nene pequeño.- Yo en serio quiero conocer México.-hizo un puchero. Dereck ni siquiera lo vio, estaba en su mundo.- ¿Dereck? ¿Puedo?-le tiró un pedazo de durazno.

-¡Christian!-gritó exaltado. La gente se volteó a verlo.- ¿Qué quieres?- agregó avergonzado por su comportamiento.

-Que me lleves a México.

-Christian ya basta.-reprochó su novia.- Déjalos en paz, que vayan solos. Ya luego de que se casen, vienen los hijos y todo eso que no te deja tener tiempo a solas con tu pareja.

-De todas maneras por mí no hay problema.-dije al descuido. Dereck volteó a verme.- Es más pueden venir los dos. ¿No Dereck?

-Ja, ¿Viste? A Britney no le molesta.- sonrió Christian.- ¿Si vamos?-miró a su novia.

Por mi mejor, así no estaría todo el día a solas con Dereck. Aunque lo malo sería que tendríamos que actuar todo el día como noviecitos enamorados. tampoco quería compartir una habitación con Rasendiz, así que me salió el tiro por la culata.

La patada de Dereck bajo la mesa me hizo salir de mis pensamientos.

-Auch.-dije mirándolo con odio. Me miró extrañado.

-¿Qué paso amor?-me sonrió tiernamente. Pedazo de estúpido.

-Nada. ¿Te molestaría acompañarme a tomar aire?-pregunté levantándome de la silla. Se tensó.

-Hmmm... ¿Y si mejor nos quedamos acá?

-Bueno, quédate, yo saldré a tomar aire, me estoy asfixiando aquí adentro.- No iba a irme sin antes aprovechar de tocar sus labios. Lo besé levemente- Ya vuelvo amor.- me sonrió.

Salí al pequeño jardín del lugar y me senté en una hamaca. Vi a Dereck salir de ahí, caminaba hacía mi.

-Hola.-dije sonriente mientras él se sentaba a mi lado.

-Siempre me haces quedar mal.

-¿Por qué?-pregunté arqueando una ceja.-Tú me haces quedar mal a mi cuando ni siquiera me diriges la palabra en toda la noche.

-No, no Britney. Yo te hablé y me respondiste mal, para eso ni te sigo hablando.-se tiró sobre el respaldo.

-Aparte Dereck podrías haberme avisado que le mientes a tus amigos sobre lo "nuestro"- hice comillas con los dedos.

-¿De qué les miento?-me miró directamente a los ojos.

-De que nuestro viaje es para pasar tiempo a solas, es obvio que tú nunca querrías pasar tiempo a solas conmigo.-dije divertida. Desvió la mirada.- ¿Verdad?

-Verdad.

-Entonces, cuéntame a qué vamos tengo curiosidad de saber qué haremos allí, aparte ni me has dicho detalles del viaje.

-Bueno cuando lleguemos si quieres dormimos en mi habitación y te cuento todo.-sonrió pícaramente.

-No, gracias.

-Bueno, está bien, en la tuya, ni drama.- me miró con ternura. No, no era ternura, era deseo. Okey, me está dando miedo, Rasendiz me desea.

-No tampoco y no dormiré en ningún lugar que implique que estemos juntos.-dije secamente. Tomó mi mano.

-¿Por qué me odias tanto?

-Es culpa tuya que te odie.-dije quitando mi mano de la suya.- Aparte no estás siendo sincero conmigo.

-¿Por qué no?-preguntó arrugando la nariz.

-Porque no sabía que nos íbamos a pasar un tiempo a solas. Habías dicho que era por trabajo.

SUBASTADAWhere stories live. Discover now