7. Anomalía.

436 43 26
                                    

Durante los siguientes tres días se repitió la misma rutina en la que Miles intentaba acercarse a Ariadna y ella lo ignoraba o venía Xián a espantarlo, no intentaba pegarle ni gritarle, la bajita simplemente iba y le golpeaba con cualquier objeto sólido que tuviera a mano, incluido Taco, hasta el grupo de amigos de las chicas no dejaban que Miles se acercara otra vez a Ariadna, aunque no sabían el contexto todos estaban al tanto de sus intenciones y no pensaban darle la satisfacción de hacerle daño a su amiga, no confiaban en Miles y con buenas razones. En los descansos o cambios de clase siempre estaban rodeando a Ariadna como si estuvieran protegiendo a la abeja reina lo que le ablandó el corazón a la chica, se sentía afortunada de tener tan buenos amigos.

En aquel momento Ariadna estaba frente a su taquilla junto a sus amigos, Xián se había ido un segundo, decía que les tenía una sorpresa, cuando volvió lo hizo agarrada del brazo de un chico que Ariadna no tardó en reconocer, llevaba puesto el uniforme de la escuela, le había crecido un poco de barba y sus ojeras se habían reducido gracias a un descanso adecuado.

—Gente, os presento a mi novio David, nos conocimos en el hospital —Xián estaba dando brinquitos de la emoción, abrazaba a su nueva pareja.

—¡David! —dijo Ariadna sorprendida— No sabía que estudiabas aquí.

Xián los miró confundida antes de que su novio le explicara las cosa.

—Ariadna y yo nos conocimos en el laboratorio de Industrias Hicorp, trabajo ahí como el asistente de la señora Hidalgo desde hace un año y algo.

—¿Recuerdan que expulsaron a unos alumnos por pelear? Uno de ellos era él, pero mi Davicito no tuvo la culpa, empezó el otro —sonrió Xián con voz más aniñada, abrazaba el brazo de David como si intentara arrancárselo y le miraba con ojos muy brillantes.

—Fue solo una pequeña diferencia que tuvimos, pero ya está arreglado, yo no suelo ser violento pero no iba a dejar que hablase así de mi amigo.

—A que es perfecto —chilló Xián a sus amigos con una mano sobre el pecho.

El grupo no dijo nada, las chicas y Oliver sonreían felices por Xián, Enrique era el único que se mantuvo serio, no le terminaba de convencer el chico y eso que lo acababa de conocer.

Xián abrazó a David aspirando su aroma a hombre, el día que lo vio pelearse no le tomó gran importancia, empezó a interesarse en él cuando se cruzaron en el pasillo del hospital y se reconocieron de la academia, hablaron hasta que le dieron el alta a Xián, intercambiaron números y no pararon de hablar durante varias horas todos los días, esa misma mañana se hicieron oficialmente pareja. Para la persona media todo aquello le habría parecido muy apresurado pero no para Xián, desde joven había sido muy enamoradiza y ahora más después de su última decepción amorosa con Verónica, la hermana de Heather.

Enrique le dio un codazo a Nassoumi y Ariadna, señaló discretamente detrás y delante de ellos. Miles venía desde la mitad del pasillo con un pequeño ramo de rosas frescas y envueltas en un plástico rosa a ver si con un detalle romántico Ariadna se dignaba a dirigirle la palabra, caminó hasta ponerse a un lado de Ariadna y le entregó el ramo sin decirle nada. La chica lo recibió más por la sorpresa que por otra razón, miró las rosas y luego a Miles.

—Son para ti —dijo Miles señalando lo obvio—, pensé que te gustarían.

—¿En serio? ¿Rosas? —Ariadna arqueó una ceja manteniendo en todo momento contacto visual. Sus amigos, David Y ella le dedicaron a Miles una mirada que daba a entender que no era bienvenido a estar a menos de diez metros de ella. Ariadna le devolvió las rosas a Miles.

—¡No te acerques a Ari! —gritó Xián empujándole lejos de su prima, al menos intentándolo ya que tenía la misma fuerza que un gatito.

—Rosas —se mofó Enrique sin disimular su risa—, eso ya está muy visto, poco original de tu parte "chocolatoso"

Un salto de fe. (Miles G. Morales 42)Where stories live. Discover now