9. Chinatown.

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⚠️Mención de drogas. Tema sensible para los que tuvieron seres queridos con adicción a una droga en concreto. Violencia⚠️
Hobie y Ariadna observaban a los técnicos arreglar las cámaras de seguridad del edificio mientras esperaban a que Xián cogiera su abrigo, la chica ni si quiera había tenido que insistirle una segunda vez para que Hobie accediera a prestarle su ayuda, ambos estaban vestidos con ropa de calle para pasar desapercibidos aunque ella había insistido en llevar sombreros y gafas de sol para mayor seguridad.

—Así que por eso necesitabas mi ayuda urgentemente —adivinó Hobie viendo a los técnicos trabajar.

—Exacto, no sé por qué el dueño del edificio ha estado postergado tanto esto pero me vino de perlas para entrar y salir, claro, hasta ahora —explicó mirando como uno de ellos estaba subido a unas escaleras de mano arreglando los cables de la cámara de seguridad y su compañero usaba una manta para evitar que al otro se le viera la raja del culo, porque antes fue fontanero y ese edificio estaba lleno de familias con niños.

Xián salió por fin cargando un pequeño bolso y una chaqueta doblada sobre el antebrazo. Todavía cojeaba un poco, el médico le informó de que ya podía ir sin muletas si se sentía preparada pero que no hiciera mucho esfuerzo.

—Ya estoy lista —anunció Xián cerrando al puerta— ¿Nos vamos?

—Claro. Vengan hijas del capitalismos, el tío Hobie les va a enseñar todo lo que necesitan saber para sobrevivir ahí fuera —dicho esto retrocedió hasta la ventana y, aprovechando que solo las primas lo miraban, saltó sacando un grito de Ariadna y un jadeo de pánico de Xián. Hobie lanzó su telaraña a la esquina del edificio contiguo, columpiándose hasta aterrizar en el suelo con una voltereta—. ¿Qué estáis viendo? Bajad que los paparazzis no están mirando, eres libre de saltar Ariadnita —bromeó con una sonrisa de lado.

Xián soltó una carcajada de alivio. Ariadna escuchó las palabras alentadoras  de Hobie, debía hacerlo, por ella misma y sobre todo por los demás, miró la altura que las separaba del suelo y de inmediato se arrepintió, a sus ojos era una muerte segura aunque tuviera habilidades que la salvarían, trató de saltar por la ventana igual que Hobie pero inmediatamente cambió de opinión y arrastró a su prima hasta el ascensor justo antes de que los hombres presentes volteasen a verlas por segunda vez. Ariadna iba preocupada y nerviosa mientras que Xián apoyaba la cabeza contra la esquina del ascensor para tratar de contener su risa.

Llegaron al primer piso en pocos minutos, las mejillas de Ariadna estaban rojas de la vergüenza y sus labios apretados por la misma razón. Xián había dejado de burlarse de su prima al tercer golpe en la nuca, no obstante seguía con una expresión de regocijo. Las primas se ajustaron las gafas de sol junto a sus gorras antes de saludar al portero del edificio y salir en busca de Hobie. Lo encontraron apoyado contra la pared afinando las cuerdas de su guitarra, una señora mayor lo saludó y sus nietas se quedaron observándolo por varios segundos antes de que Hobie les devolviera el saludo, las chicas soltaron risitas sonrojadas y se fueron corriendo tras su abuela.

—¿Te dejamos solo por cinco minutos y ya estás ligando? —bromeó Ariadna.

—Y encima con las Milton, eso si es apuntar alto —comentó Xián entre risas.

—Nah, no son mi tipo, la belleza exterior no es más que un invento del capitalismo para hacer sentir insuficiente al resto y engancharlos a los productos que venden —dijo terminando de trabajar en las cuerdas de su instrumento—, pero la vuestra parece natural.

—Gracias, lo sé —contestó Xián con una amplia sonrisa.

—¿Nos vamos? No quiero que llegues tarde a tu cita con David —Ariadna agitó las llaves de su moto para que su prima le hiciera caso—. Por cierto Hobie, ¿estás seguro de que tres personas pueden ir en moto? Parece saltarse varias normas de tráfico.

Un salto de fe. (Miles G. Morales 42)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant