TRAITOR ━Ron Weasley [1]

25, la final de quidditch

25, LA FINAL DE QUIDDITCH

Aurora no hubiera esperado que su amiga fuera lesbiana. Pero allí estaba, sentada frente a Euphemia, mirando cómo se tapaba el rostro con sus manos, probablemente avergonzada.

—Está bien.

Euphemia se quitó las manos rápidamente y miró a Aurora.

—¿Qué?

—Está bien, Mia —dijo, encogiéndose de hombros—. Te gustan las chicas, ¿cuál es el problema?

Euphemia la miró con el ceño fruncido, pero no dió ninguna respuesta inmediata. En cambio, se sentó con las piernas cruzadas.

—Te dije que me gustan las chicas, Rory. ¿Realmente no ves el problema?

—No en ti —respondió Aurora—. Tú no tienes ningún problema, no eres diferente por eso, Mia. Te gustan las chicas, ¿y qué?

Euphemia soltó una risa, demasiado sorprendida como para volver a llorar.

—Creí que tú... de todas las personas...

—No soy como mis padres, Mia —Aurora frunció el ceño, algo ofendida. Euphemia abrió la boca y alzó las cejas.

—¡Oh, no! —dijo rápidamente—. No quise decir eso. Eso sólo que... los magos tienen muchos prejuicios.

—En eso tienes razón —Aurora asintió—. Mis padres me enseñaron que estaba mal amar a alguien de tu mismo sexo. Pero durante el verano hice amigos muggles y dos de ellas son pareja, así que pude reflexionar un poco sobre eso.

—¿Amigos muggles? —repitió Euphemia, sin poder creerlo—. ¡Nunca me contaste!

—No creí que fuera importante —se encogió de hombros—. Pero bueno... Ellos me enseñaron la música muggle y me dieron de tomar vodka por primera vez.

—¿Esa bebida muggle transparente? Creo que mi tío Sirius tiene en casa, pero nunca nos deja tocarlo.

—Si, esa misma —Aurora rió—. Por ellos terminé castigada antes de venir. Me llevaron a una fiesta y mis padres se enteraron.

Euphemia soltó un grito y le pidió a Aurora que le cuente todo sobre sus amigos muggles. Entonces, esperando animar a su amiga, Aurora le contó todo sobre Esther y los demás.

Durante los días siguientes, Aurora notó que Euphemia estaba mejor y se mostraba más confiada que antes. Se sentía bien ver a su amiga feliz, saber que ella la había ayudado a tener un poco más de seguridad sobre si misma.

—Entonces, ¿quién es? —le preguntó una vez que todas se durmieron y Aurora se metió en la cama de Euphemia una vez más.