TRAITOR ━Ron Weasley [1]

15, rebeldía típica de gryffindor

15, REBELDÍA TÍPICA DE GRYFFINDOR

Su familia volvió el domingo por la noche, cuando Aurora estaba terminando de cenar. Casualmente, ese día Aurora había elegido la silla que su padre solía ocupar en las comidas.

Aurora no iba a dejarse ganar por su familia. Así que había decidido, desde el día en que la dejaron sola, que si ellos no la querían, Aurora no tenía por qué quererlos. Los toleraría hasta cumplir la mayoría de edad y se marcharía sin mirar atrás. Aunque tal vez podría visitar a su hermano de vez en cuando, si es que se arreglaban.

—¿Qué haces sentada ahí?

Aurora terminó de masticar y luego se secó la boca con una servilleta para luego mirar a su madre, que irradiaba odio en su mirada de color gris, parada en el pasillo que llevaba al vestíbulo de su casa.

—Estoy cenando, madre —respondió Aurora—. Creí que no te importaba, como tampoco te importó llevarme de viaje.

Su madre suspiró y se acercó a la mesa.

—Sal de ahí antes de que tu padre entre a la casa y te vea sentada en su silla —ordenó, impaciente.

—¿Qué? ¿Tienes miedo? —preguntó Aurora—. Padre no me asusta, pero si a ti te asusta puedo moverme.

Aurora se levantó y se sentó en la silla de la derecha, moviendo su plato y sus cubiertos. Su madre la observó durante unos segundos y luego subió las escaleras, gruñendo órdenes a los elfos domésticos.

—Oh, sigues aquí.

Aurora observó el pasillo que llevaba al vestíbulo y encontró a su padre, con su túnica y su gorro de viaje aún puestos.

—Hola, padre —saludó Aurora—. Si no me quieres aquí puedo irme.

—No seas tonta —bufó su padre—. ¿Sabes lo que dirán si te vas de casa? Ya demasiado tengo que escuchar sobre que quedaste en esa casa podrida.

Su padre subió las escaleras detrás de su madre y gritó:

—¡No esperes a Theodore! Lo dejamos en la casa de los Zabini. No quiero que se contagie tu maldita rebeldía.

Aurora terminó su cena y corrió a encerrarse en su habitación. Sacó el tocadiscos de debajo de la cama y buscó su varita en el cajón de su escritorio. De inmediato buscó los discos de Hermione y colocó uno al azar. Aurora le lanzó el hechizo reparador al tocadiscos, colocó el disco donde parecía ir, y le dió play. Una maravillosa melodía comenzó a sonar por toda la habitación:

Sitting here, wasted and wounded
At this old piano
Trying hard to capture
The moment this morning I don't know

Aurora cerró los ojos y disfrutó de la música, moviendo la cabeza de lado a lado.

Cause a bottle of Vodka's still lodged in my head
And some blonde gave me nightmares
Think that she's still in my bed
As I dream about movies
They won't make of me when I'm dead