Protector Real (The legend of zelda)

Capítulo 4

Las negociaciones con las Gerudo habían terminado, y era hora de volver al castillo. Riju salió del palacio a despedirles, y les invitó a que volviesen cuando quisiesen. También expidió un salvoconducto para Jairo que le permitía entrar en la ciudadela gerudo sin complicaciones.

- Ha sido un placer hospedar a sus majestades. Espero que vuelvan pronto.

- El placer es todo nuestro, Gran Matriarca Riju.

- Que tengan un buen viaje y que la diosa Hylia os proteja.

- Igualmente.

Encontraron a la guardia real acampada al lado de la entrada a la ciudadela. Link dio órdenes de levantar el campamento y de regresar al castillo.

- ¡A sus órdenes, Majestad!

Cabalgaban a ritmo ligero en dirección al castillo, mientras que Link, Zelda y Jairo hablaban de la tecnología sheikah.

- Ahora mismo, los únicos que saben construirla son Prunia y Rotver, como ejemplo de su innovación tenemos las atalayas - explicó Zelda.

- Bueno... - Jairo intervino.

- ¿Qué pasa?

- Se supone que no debería decir esto, pero Prunia me ha instruido en la construcción de tecnología sheikah.

- ¿¡De verdad!?

- Sí. Como mis poderes son similares a las habilidades de la tecnología ancestral, Impa pensó que sería beneficioso que aprendiera cómo fabricarla.

- Interesante. Cambio de planes, nos vamos a Hatelia.

- ¿Eh?

- Necesito hablar con Prunia sobre ciertos asuntos del reino.

- ¿Y qué hacemos con la guardia real? No creo que quepan todos en Hatelia.

- Que acampen cerca. Jairo nos acompañará.

- De acuerdo. ¡Soldados! ¡Cambio de rumbo a Hatelia!

- ¡A sus órdenes, majestad!

Cabalgaron durante medio día más, hasta que pararon en una posta. La guardia real acampó en un bosque cercano, y establecieron un perímetro de patrullas por si el clan yiga intentaba alguna estratagema.

- Link, ahora podremos terminar nuestro combate.

- Tienes razón.

Cada uno desenvainó su arma (Espada Maestra y espada de la guardia respectivamente), y Zelda dijo:

- Yo seré la árbitra. En guardia... ¡Comenzad!

Link comenzó con un tajo cruzado que Jairo interceptó, y contraatacó con una tabla de estocadas que Link desviaba con habilidad. El manejo de la espada por parte de ambos era impresionante, hasta llegar a tal punto que la guardia real comenzó a observar el enfrentamiento para estudiar sus técnicas. Estuvieron luchando durante varios minutos, hasta que al final ambos se cansaron y lo dejaron de nuevo en tablas.

- Estáis muy parejos en habilidad - observó Zelda.

- La verdad es que sí.

- Mientras nos enfrentábamos, he decidido pedirle a Prunia unos añadidos a mi traje.

- ¿Cuáles? ¿Con qué función? - Zelda saltó animada.

- Lo primero, al traje de sigilo, no a mi túnica tradicional. Lo segundo, añadir tecnología ancestral a los refuerzos de madera del traje. Tengo pensado que en los del brazo podría añadir unos disparadores láser de guardián, en los de los hombros sensores, y añadir refuerzos en la pierna. También le pediré una espada ancestral.

- También le tengo que pedir más de sus tabletas. Creo que Link y tú también deberíais tener una.

- Me parece bien.

En eso, unos viajeros se acercaron a la comitiva, y lanzándose hacia ella, se transformaron en yigas.

- ¡Guardia real! ¡Actúen!

La guardia real se colocó rodeando a los monarcas cubriéndolos con sus escudos, de manera que parecían un caparazón de tortuga.

Esta vez Jairo desenvainó su mandoble del vigilante y se acercó lentamente a los yigas, que se extrañaron al verlo tan calmado.

- Duelo de sheikahs.

- ¿Qué?

- Os desafío a un duelo de sheikahs.

- Nosotros ya no somos sheikahs, pero aceptamos.

Zelda se acercó a Link y le preguntó:

- ¿Qué es un duelo de sheikahs?

- Es un duelo desarmado en el que se puede usar magia u otras habilidades que no sean armas.

Jairo rápidamente dio un golpe al aire que generó una corriente de aire que los yigas esquivaron, mientras que con la otra mano lanzó una nuez deku al suelo, desapareciendo. De pronto, múltiples sombras se empezaron a materializar, y, moviéndose a gran velocidad, comenzaron a golpear a los yigas desde todos los ángulos imaginables.

- Los poderes de Jairo en verdad dan miedo.

- Eso no te lo voy a negar.

Una vez cayeron inconscientes, la guardia real les ató y Zelda bloqueó sus poderes. Jairo apareció repentinamente en su caballo, y Link dio la orden de continuar la marcha.

- Una pregunta, Jairo. ¿Te puedes transformar en una sombra?

- En teoría no, pero Impa y yo desarrollamos un método para hacerlo. Materializó un ser de sombra con cabeza, brazos y torso, sin piernas, y en lugar de piernas, tiene una cola que está unida a mí. Ese ser lo llamo Dark Shadow, si bien el nombre lo escogió él. Entonces Dark Shadow me envuelve completamente y así es como si fuera una sombra.

- Muy buena manera. ¿Podemos conocer a Dark Shadow?

- Mejor de noche. Es muy sensible a la luz diurna.

- De acuerdo.

Después de eso llegaron a Hatelia.

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¿Cómo están? Espero que bien.

Solo quería decir que cambié algunas cosas del prólogo, vuelvan a leerlo.