Capítulo 3

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La guardia real se quedó fuera, ya que eran todos hombres y no les permitieron pasar. Una comandante gerudo guió a los reyes y a su protector hacia el palacio donde residía la Matriarca de las gerudo Riju. Las gerudo que salían a observar saludaban y vitoreaban a los reyes, que devolvían los saludos.

- Y aquí llegamos al palacio, majestades. Un placer haberles conocido.

- El placer es todo nuestro.

Las guardias del palacio les abrieron las puertas y les saludaron reverenciándose, saludo que devolvieron. Estuvieron andando hasta que llegaron a la sala del trono.

- Matriarca Riju, el rey y la reina de Hyrule y su protector sheikah.

- Que entren.

Al entrar, Jairo observó a la Matriarca Riju, y se quedó anonadado por su enorme belleza. Su pelo rojo como el fuego, su tez morena... Se dio cuenta de que Riju se le había quedado mirando, y recuperó la compostura. Riju volvió a dirigirse a los reyes:

- A vosotros ya os conozco, majestades. ¿Podéis presentarme al joven que os acompaña?

- Se llama Jairo, es nuestro nuevo protector y consejero sheikah. Ha sido entrenado por Impa, Riju.

- Ya veo... - dijo mientras le observaba.

Un rubor comenzó a aparecerle a Jairo en sus orejas puntiagudas, pero controló sus emociones usando un antiguo truco sheikah y volvió a la normalidad. La matriarca le guiñó un ojo (si no hubiera sido por la situación, Jairo se habría desmayado de la emoción), y comenzó a hablar con los monarcas de temas de política y tratados comerciales, pero cuando Link y Zelda no la miraban, echaba miradas de reojo a Jairo, que se mantuvo impasible.

Cuando terminaron las negociaciones de aquel día, Zelda y Riju comenzaron a hablar de temas científicos, como la época de apareamiento de las morsas del desierto, por lo que Link se retiró a la habitación que le habían preparado a él y a Zelda. Allí cogieron sus espadas y empezaron a combatir en el patio de entrenamiento.

Mientras tanto, Zelda interrogaba a Riju.

- ¿Por qué tienes tanto interés en Jairo?

- Simplemente me hace gracia su sonrojo, nada más.

- Sí, ya claro - dijo mientras enarcaba una ceja.

- Supongo que entenderás que para la supervivencia de las gerudo, algún día tendré que casarme y tener hijos, ¿no?

- Sí. Pero no entiendo que tiene que ver eso con Jairo.

- Pues que no pasan por aquí muchos hombres solteros.

- Aaaahhhh, ¿entonces te parece guapo? - Dijo Zelda con una sonrisa pícara.

- No te lo voy a negar. Es guapo y apuesto.

- ¿Entonces vas a cortejarle?

- Sí, pero no ahora. Quizás en otra ocasión.

- Podríamos hacer que vayas al castillo para algo, y aprovechas.

- Bien pensado.

Mientras tanto, Link y Jairo se encontraban surfeando con sus escudos en morsas del desierto que les prestaron del palacio, cuando de frente se les aparecieron un montón de bokoblins esqueléticos. Link desenvainó la Espada Maestra y lanzó 5 rayos que acabaron con los bokoblins. Estaba anocheciendo, y gibdos empezaban a salir de la arena.

- Será mejor que regresemos, Link.

- De acuerdo.

Volvieron al palacio, donde les esperaban Zelda y Riju con semblante enfadado.

- ¿Qué horas son estas de volver, Link?

- Estábamos surfeando con las mors...

- ¡No quiero saber lo que estabais haciendo! ¿Y si os hubiera pasado algo?

- Estaba con Jairo...

- ¡Me da igual!

Zelda y Riju se retiraron, y Link echó una mirada de complicidad a Jairo. Jairo se encogió de hombros y fueron a cenar. Zelda y Riju, que ya se habían calmado, aparentemente hablaban sobre las nuevas adquisiciones del jardín real, a la que Link y Jairo hablaban sobre diferentes armas y como luchar contra ellas. 

- No están hablando de plantas - dijo Jairo.

- ¿Qué? - Preguntó Link mientras saboreaba un filete de ciervo.

- Que Zelda y Riju no hablan de plantas.

- ¿Por qué?

- Porque hay magia de por medio. La puedo sentir desde aquí.

- ¿Y entonces de qué hablan?

- Eso voy a averiguar.

- ¿Cómo?

- Digamos que los poderes sheikah que tengo difieren un poco con los de Impa. Los de Impa son más parecidos a poderes de tecnología sheikah y demás.

- ¿Y los tuyos?

- Son las poderes relacionados con las sombras y otros poderes relacionados con los sheikah.

- ¿Puedes convertirte en una sombra?

 - Ya nos hemos desviado. Lo que importa ahora es que voy a usar un clon de sombra para descubrir de que hablan. ¿Me das la autorización real?

- Concedida - dijo Link con curiosidad.

Una figura negra a imagen y semejanza de Jairo se materializó agazapado entre Jairo y Link, que se movió a una columna y se fundió con ella, tornándola más oscura.

- ¿Oyes algo?

- Sí. Hablan sobre... como Riju podría... cortejar a... - Jairo abrió mucho los ojos.

- ¿A quién?

- A mí.

Link comenzó a sonreír y a reírse ligeramente, mientras Jairo deshacía su clon de sombra y se sentaba a meditar lo que había escuchado.

- ¿Qué voy a hacer respecto al cortejo?

- En mi opinión déjalo estar, haz como si no lo sabes y veremos que ocurre - dijo con una sonrisa.

- Veremos...

Protector Real (The legend of zelda)Where stories live. Discover now