Te necesito más que a mi café || Five y T/n

Capítulo 21: Reencuentro

Five Hargreeves

Vemos cómo Vanya se baja rápidamente del auto. Pensé que vendría hasta nosotros pero no. La vemos desaparecer por ese inmenso campo de trigo.

¿Estaba huyendo de nosotros?

Bajo del auto para alcanzar a Vanya y le pido a T/n que haga lo mismo.

Vanya se alejaba cada vez más, así que usé mi habilidad de teletransportación para alcanzarla. Justo cuando pensé que la había perdido, abrí paso entre unos cuantos tallos de trigo y allí la encontré: sentada y visiblemente asustada.

—Hola Vanya. —le digo con una sonrisa.

Estimaba demasiado a Vanya. Y aunque también me alegraba haber reunido a mis otros hermanos, haberla encontrado precisamente a ella, me hacía feliz.

—¿Quién eres? —me dice mientras se levanta.

—Soy tu hermano. —le contesto, segundos después aparece T/n. —Somos tus hermanos.

—¡Vanya! —le dice T/n con una sonrisa.

Está más que claro que Vanya no nos recuerda. No sabe quienes somos. Pero después recuerdo cuando Klaus me dijo que Allison usó su habilidad para hacer que nos olvidara.

Eso tampoco tendría sentido, Luther y Diego nos recordaban. Esto es extraño.

—¿Tengo hermanos? —pregunta Vanya extrañada.

—Ah... sí, no de sangre pero, es un poco complicado.

Vanya no dice nada.

—¿Puedo saber por qué estas tan asustada? —le pregunto.

—Pensé que... pensé que me harían algo. No es realmente asunto de ustedes, pero hace unos días, unos hombres detuvieron mi coche y trataron de matarme.

Arrugo las cejas en confusión, no es novedad que ahora Vanya esté expuesta, pues muchos querían matarla.

—¿Fueron unos ridículos enmascarados? —pregunto.

—No...

—¿Unos hombres de blanco, tal vez?

Vanya levanta su vista dándome a entender que había acertado.

—Sí, ¿cómo es qué lo sabes?

—Puedes quedarte aquí y esperar a que la mafia de IKEA vuelva a matarte, o puedes acompañarnos. —le digo mientras camino.

—¿Qué es la mafia de... esa mafia con ese nombre raro? —pregunta T/n.

—Después te lo cuento. —respondo.

—¿Por qué quieren asesinarme? —pregunta Vanya mientras nos sigue.

—Porque no deberías estar aquí, Vanya.

—¿En New York? —vuelve a preguntar.

—No, aquí en 2019.

Mientras avanzamos, nos topamos con un inmenso terreno plano cubierto de plantas de trigo esparcidas por el suelo.

Cuando escucho a Vanya maldecir, puedo darme cuenta que esto fue obra de ella.

—Sí, ¿qué locura verdad? Me alegra ver que tus poderes siguen intactos. Ven vamos. —le digo y sigo caminando.

[***]

Nos encontramos en una cafetería tomando un café con Vanya. Teníamos mucho de qué hablar. Fue difícil convencerla.