| • † 𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐓𝐰𝐞𝐧𝐭𝐲 𝐭𝐰𝐨 † • |

53 3 0
                                    

| • ° † Tᴜ́ Mᴇ Pᴇʀᴛᴇɴᴇᴄᴇs † ° • |




| • † 𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐓𝐰𝐞𝐧𝐭𝐲 𝐭𝐰𝐨 † • |



No sabía cómo demonios estaba aguantando tanto, las lamidas de Bertolt a mi intimidad era algo que aunque no lo admitiera lo había extrañado también, Dios la manera en cómo me la chupa y en cómo pasa su lengua es tan genial que no creo poder más, pero como siempre, me prohíbe mi orgasmo y ya me estoy cansando de ello

—¡Deja que me corra! —reclamé algo molesta

—Espera, todavía no mi amor

—Cielos, llevas haciendo eso casi media hora y siempre me probibes el orgasmo

—¿Tanto quieres llegar?

—Sí —me sonroje

—Entonces, vamos a darle a la nena lo que quiere

Se colocó en medio de mis piernas, rozo su miembro con mi intimidad una y otra vez hasta que pudo entrar en mí, yo me aferré a él pasando mis manos alrededor de su cuello y ocultando mi rostro sobre su cuello el cual olía demasiado bien, ese delicioso perfume que por primera vez en mi vida me estaba volviendo loca, Dios, ¿Cómo es posible que ahora Bertolt sea el hombre al que yo pueda entregarme y al que piense que es increíble?, ¿Cómo es posible que mi corazón este palpitando tan rápido sólo con tenerlo así de cerca?, Además de que no puedo creer que sus besos se estén convirtiendo en una droga para mí.

Dije que jamás podría gustarme un tipo como él y ahora estoy aquí entregándome por segunda vez a él, deseando sus besos y sus caricias, deseándolo todo para mí, embriagando me con su exquisita fragancia, oh Dios, huele tan bien que pareciera que ello fuera como un imán que me atrae hacia él y no quiera separarme de él nunca, mucho menos por lo bien que me está haciendo sentir ahora, ¿Cómo podría negarme a esto?, Él sí sabe cómo hacerme caer en la tentación, tanto que había dicho que ya no lo haría, pero joder, Bertolt es tan jodidamente sexy como para desearlo y hacer con él lo que no.

Me dió la vuelta levantando un poco mi cintura para que mi trasero pudiera quedar a su disposición, así pudo entrar en mí una vez más, moviéndose con brusquedad que envés de molestarme, me estaba gustando, me dolía un poco pero fuera de eso me estaba gustando demasiado, ya no podía decirle que parará porque después de todo lo que me había hecho al fin estaba llegando a mi orgasmo, que no fue tan difícil poder hacerlo, ya que con el sonido de nuestros cuerpos chocando y sus jadeos me hicieron llegar pronto, Bertolt sólo gimió apretando una de mis nalgas haciendo que me quejara pero por lo bien que se había sentido

—Bertolt, ya no puedo —dije en un jadeo

—Espera, sólo un poco más, hmm

Sus movimientos fueron disminuyendo y en cuanto jadeo termino llegando llenandome todo, demonios se sentía tan bien pero era tan jodido que se nos había olvidado lo más importante, el preservativo, aunque con unas pastillas no tendría que preocuparme tanto. Salió de mí acostándose a mi lado atrayendome a él para abrazarme y besar mis labios que por supuesto le correspondí

—Eres mía ________, tú me perteneces —susurró en mi oído

Me asusté un poco por ello, pero lo deje pasar estando de acuerdo con él, ya me había entregado a él, ya había aceptado que también lo había extrañado y que ahora me este diciendo que le pertenecezco una vez más, lo tomo dándole la razón

—Y tú eres mío —le dije

—Completamente —sonrió uniendo una vez más sus labios con los míos

—¡Bertolt, hemos llegado ya!

Bertolt y yo nos miramos con los ojos abiertos al escuchar a mi madre, rápido tomé mi ropa yéndome hasta el baño dejando a Bertolt en mi habitación vistiendo se, pues sabía que mi madre iba a subir a mi habitación y si nos ve juntos desnudos pensará cosas que aunque sí hayan pasado, me daba vergüenza que ella lo sepa, por eso espere a que mi mamá llegara para poder salir del baño, así no podría sospechar de nada, mucho menos viendo que Bertolt se había quedado “leyendo” uno de mis libros en lo que yo me daba “un baño”.

Tᴜ́ Mᴇ Pᴇʀᴛᴇɴᴇᴄᴇs ~ 𝓑𝓮𝓻𝓽𝓸𝓵𝓽 𝓗𝓸𝓸𝓿𝓮𝓻 𝔂 𝓽𝓾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora