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(...)

Kevin:

Dejando de lado el papelito extraño seguimos con las clases normal.

Horas de martiria y sufrimiento.

Pero al final acabo y volví a ver a Caleb ya en el pasillo ya que este salió primero.

Que buen novio, ni me espero, desgraciado.

Cuando salí a recoger mis cosas del casillero lo ví hablando con Delia y cuando llegue me saludaron normal.

——¿De que hablaban?- pregunté curioso.

Ellos se encogieron de hombros.

——Estábamos poniéndonos al dia de lo que no habíamos contado en todo este largo tiempo que ninguno de los dos quiso contarme.—Delia se cruzó de brazos.

——Solo cosas que supongo que ya le contaste en todo el receso.— dijo Caleb y sonrió.

Yo miré a Delia.

Ella negó con la cabeza

La fulmine con la mirada.

Más le valía no haber dicho nada de lo que le dije porque la mataba.

Ella carraspeó la garganta

——Chicos, yo me iré adelante ustedes vayan a su casa a vivir momentos románticos mientras yo lloro en mi almohada.— dijo Delia y empezó a despedirse.

Caleb y yo nos reímos mientras nos despedíamos de ella.

——A veces creo que le falta un tornillo.—dijo Caleb dándome un codazo.

——¿Uno? Mil, le faltan mil y más.— me burle y Caleb negó con la cabeza mientras empezaba a caminar.

Todo el camino a casa fue de charlas de lo aburrido que estuvo el día.

y...

Por fin llegamos.

En el momento en el que abrí la puerta y me adentre a mi casa Caleb cerro la puerta detrás de el abruptamente y luego me agarró de la cintura girándome hacía el.

Un beso fue el que marco ese momento.

Un beso lleno de lujuria y deseo.

Sus labios firmemente sobre los míos mientras sostenía mis caderas con fuerza.

Logré apartarlo.

——¡¿Estás loco?! Mi madre...— Me ignoro y volvió a besarme callando mis quejas.

Se separó del beso unos segundos después.

——Calla de una buena vez, le avisé que quería pasar un rato contigo y salió a dónde una amiga, ¿Bien?—me sonrió.

¿Qué había hecho que?

——Ni creas, me niego, no, ¡Suéltame!—demande cuando me alzó en su hombro y empezó a llevarme a la habitación.

——Mucha charla por hoy, cierra esa linda boquita ¿Quieres?—dijo y yo solo empecé a negar con la cabeza mientras golpeaba su espalda.

Ayúdenme mi novio me quiere romper el culo.

No es justo, no puedo hacer nada con semejante bestia.

Me acostó en la cama encerrando mis muñecas con una de sus manos presionando el colchón.

——Esto es en contra de mi voluntad.—me quejé.

El rodó los ojos y con su antebrazo se apoyo en el la cama.

¿Como En Los Libros? | COMPLETA ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora