22.

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(…)

Kevin:

Me levante de la cama y un dolor me atacó de inmediato.

——Ya entendí a los personajes de mis libros…— murmuré

——¿Dijiste algo?— preguntó Caleb el cual se estaba colocando su pantalón.
Lucia radiante y yo como si me hubiera atropellado un camión.

——Dije que no vuelvo a creerte un maldito “seré gentil.”—lo mire enojado mientras con mi mano acariciaba mi espalda.

Caleb se rió y se acercó a mi.

——¿Te duele mucho?— preguntó mientras acariciaba mi mejilla.

——Un poco, pero no lo suficiente como para no repetirlo alguna vez.— dije y el sonrió y rodó los ojos.

Ambos terminamos de ponernos ropa por encima.

Aclaro que yo si tuve que meterme al baño para limpiar el desastre que tenía.

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....


No nos dejaron terminar de salir o decir alguna palabra.

Porque en el momento en el que salimos de la habitación me cayó algo en la cara con fuerza.

Lo agarre y cuando mire mis manos para ver con que arma me habían atacado la cara mis mejillas se tiñeron de rojo.

Eran condones. Una maldita caja completa.

——¡Mamá!— grité con la cara sonrojada.

Ella que estaba parada delante de nosotros solo se cruzó de brazos.
——Necesito que me expliquen todo. Y guarda esos condones, los van a necesitar.— nos fulminó con la mirada y Caleb y yo solo nos miramos.

Tuvimos que sentarnos a explicarle todo lo que pasó.

Exceptuando las cosas que exactamente no había que mencionar.

——A ver si entendí, Se volvieron novios ayer, en la noche, en medio de una oleada de hormonas y luego cogieron sin pensarlo dos veces.— yo la asentí avergonzado.

——Si lo dices así suena muy mal.— dijo Caleb y ella le tiró una almohada en la cara.

——Suena mal porque está específicamente mal.— lo regaño y el puso un puchero, abrazando a la almohada como si fuera un escudo.

——No especificaste que te ibas a coger a mi hijo en la primera noche de noviazgo el día que me confesaste que te gustaba y como planeaba declararte.— dijo mi madre y yo los mire a los dos confundidos.
Caleb evitó mi mirada y Vi como miraba el la almohada fingiendo analizarla.

——Efectivamente, la almohada está hecha de almohada.— dijo y yo le di un manotazo en la cabeza.

A lo cual el se rió y mi madre suspiró aliviada.

¿Como En Los Libros? | COMPLETA ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora