- ¿Lastima? Yo te voy a decir que es lástima Tanya- empezó Bella. -Es vergonzoso que a tu edad sigas portándote como una adolescente caprichosa, que por tus extravagancias y las de papá, estemos en la ruina. Pero lo que más me da lástima de ti, hermana, es que tengas una dama de compañía con una reputación peligrosa.

-No me cambies el tema, la señora Chelsea es la viuda de un caballero honorable, yo la investigué.

-Pues investiga mejor... en Chicago. Tal vez si escribes a algunos clubes nocturnos preguntando por las Dixies te puedan dar mejor información.

La rubia abrió los ojos evidentemente aturdida. Había tenido en la más alta estima a su dama de compañía, creía ser piadosa al tratarla como su igual. Salió presurosamente de la habitación.

- ¿Dónde averiguaste eso?- preguntó Jessica.

-Me lo dijeron en Clatskanie. Incluso me mostraron un afiche del club nocturno.

-Santos cielos, papá va a rabiar con Tanya. Bella, por favor, dime que no es por Edward que vas a rechazar al conde. No es mi intensión ser impertinente pero hay muchísima diferencia entre ambos. Edward tiene lo suyo, obviamente es guapísimo, pero Alec posee un título, además de dinero y belleza. Y es de nuestra familia. Yo también sé que papá está en la ruina. Vi cómo el almirante Whitlock manejó al banco cuando intentó tomar posesión de la casa en Forks el mes pasado.

- ¿Es cierto eso?

-Mike es administrador Bella, papá nunca quiso contratarlo pero él escucha y lee cosas. Me había advertido el año pasado y se lo dije a papá. Así lo convencimos para que deje la casa y venga a vivir aquí. Tu madrina hizo bien en aconsejarlo y todos pensamos que aquí gastarían menos pero no fue así. Ya perdimos esa casa, fue rematada hace unas semanas. Pero respetarán el contrato con los Whitlock que vence en un par de meses.

-Gracias por la información Jessica. Tengo que salir.

Bella no podría tener un minuto de paz o soledad en ese lugar. Bajó por la escalera de servicio y salió por la puerta trasera. Había una comunicación a través del jardín trasero hacia la casa de su madrina. Bella esperaba encontrarla.

- ¿Buenas tardes, está la señora Esme?- preguntó al ama de llaves.

-Señorita Bella, está por salir para su casa...

Bella corrió al salón y la encontró colocándose un hermoso sombrero.

- ¿Bella? ¿Qué haces aquí?

-Necesito que hablemos madrina. ¡En este momento, es muy importante!

- ¿Tienes dudas? Lamento decirte pequeña que no puedo aconsejarte, temo que por mi influencia eches a perder tu futuro. Esta decisión debes tomarla tú sola. No niego que el conde...

-Jamás me casaría con Alec. Pero debes saber lo demás madrina, confío en ti y sé que buscas mi bien.

Las damas conversaron en el estudio por más de una hora. La señora Platt, indignada, parecía reprimir la cólera que le causa las revelaciones de su ahijada.

-Si no fueras tú quien me lo dice, no lo creería. No necesito ver las pruebas si las has corroborado. Menudo rufián resultó ser el conde. Y la señora Rossi es otra sinvergüenza. Podría perdonarle su pasado escandaloso sino estuviera conspirando con ese conde de quinta para arruinarte la vida.

-Pensé que insistirías en el matrimonio a pesar de las circunstancias...- susurró Bella.

-¡No! Claro que no, querida. Lo que te hace daño, también me afecta. He vivido ocho años intentando ofrecerte la felicidad que te quité. Sé que por culpa mía has padecido mucho, que a pesar de tus silencios sigues soportando...

No digas adiós -Terminado-Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt