El expreso a Florencia

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Ha sido casi una hora de conducción, pero el equipo de guardaespaldas llegará a Nápoles. Se dirigen hacia la estación de tren con la llave que adquirieron con éxito en Pompeya. La primera mitad del grupo, que consta de Giorgia, Bruno, Abbacchio y Narancia, se sienta en los asientos delanteros. Los demás se sientan en la parte de atrás, Trish y Fugo se sientan juntas y al frente estaban Mista y Amaretti.

- Déjame ver la llave una vez más, Narancia- Abbacchio habló, levantando la mano.

Narancia ha estado leyendo el mensaje en la llave ornamentada. Casualmente le arrojó la llave a Abbacchio. La llave cayó sobre la mano derecha de la mujer mayor, que fue cosida por Sticky Fingers, y provocó que ella se estremeciera de dolor.

- ¡Desgraciado!- Abbacchio hizo una mueca, sosteniendo su mano derecha.

- No exageres. Que sientas dolor, es buena señal, ¿sabes?- dijo Narancia con sarcasmo.

- Volvieron a ponérmela hace apenas 30 minutos. ¡Aún duele, maldita sea!

Abbacchio se tragó su dolor y leyó el mensaje del Jefe en la joya:

[Gracias por proteger a mi hija, Bucciarati. Ve al bebedero con la tortuga en el sexto andén de la estación de Nápoles y usa la llave allí. Lleva a mi hija a Venecia en tren.

P.D.: No recibirás más misiones mías cuando lleguen a Venecia]

- ¿Qué habrá junto al bebedero de la estación?- preguntó Abbacchio.

- ¿Desde cuándo la estación de tren tiene una tortuga?- preguntó Amaretti desde atrás- He estado en la estación antes y nunca vi una.

- Dijo que era un método para viajar sin ser detectados por el enemigo- dijo Bucciarati- La estación es peligrosa, pero hay que confiar en él.

- ¿Creen que el Jefe esté en Venecia?- preguntó Narancia- Por lo que dijo en la nota...

- No nos compete pensar en eso. Solo haremos lo que nos ordene- Bucciarati consultó la hora en el reloj del coche. Ahora son las 4:25 p. m.- En diez minutos parte un expreso a Florencia. Lo tomaremos.

- Ohhh, siempre quise visitar Florencia- suspiró Amaretti soñadoramente, sus ojos brillaban- Después de todo, es el lugar de nacimiento del arte del Alto Renacimiento. Ahí es donde puedes encontrar el David de Miguel Ángel y El nacimiento de Venus de Botticelli. Lástima que no podamos detenernos en el camino.

- Mista, ¿nos sigue alguien?- preguntó Bruno.

- Por ahora, todo en orden- dijo Mista, quien ha estado observando el camino detrás de la camioneta- Pero la estación es otra historia. De seguro le pagaron a gente para que nos reporten si nos ven.

Amaretti miró para ver a Trish, que tenía la cabeza baja y tenía una expresión sin emociones. Trish finalmente se enteró de que hay personas que la atacan, pero nadie en el grupo puede decirle por qué. Amaretti se preguntó cuán diferente habría sido la situación si Trish los conociera cuando no está en peligro. 

Luego, sus oídos aguzaron a Mista susurrándole a Amaretti.

- Vaya, vaya, Amaretti...- Mista se rió con picardía- Yo tampoco puedo evitar mirarla.

- ¿Eh?

Amaretti no sabía a que se refería y se dio cuenta de que Mista había estado echando un vistazo al escote de Trish. Su cara se puso roja de inmediato y volteo la cabeza a un lado.

El auto se desvió bruscamente y Amaretti fue arrojado al pecho de Trish. Mista gritó y separó a Amaretti de Trish.

- ¡Perdona a Amaretti, por favor!- Mista le suplicó- ¡No tenía malas intenciones! ¡No se aprovecho del frenazo para verte los pechos ni para tocarte los muslos por debajo de la falda! ¡No pudo evitarlo! ¡No le cuentes al jefe, por favor!

Vento Aureo (Versión Female)Where stories live. Discover now