Vento Aureo (Versión Female)

Gold Experience, Parte 1

Ubicada en la región de Campania en la parte sur de Italia, Nápoles es famosa por su embriagadora mezcla de encanto del Viejo Mundo y arena moderna. Colonizada por primera vez por los griegos en el primer milenio a. C., es una de las ciudades más antiguas de Europa, con suficiente arte, arquitectura y arqueología para defenderse de otras ciudades metropolitanas. Entre 1925 y 1936, el gobierno de Benito Mussolini amplió y mejoró Nápoles. Durante los últimos años de la Segunda Guerra Mundial, sufrió graves daños por los bombardeos aliados cuando invadieron la península antes de que la ciudad recibiera un extenso trabajo de reconstrucción posterior a 1945. Desde finales del siglo XX, Nápoles ha tenido un crecimiento económico significativo, ayudado por la construcción del distrito comercial Centro Direzionale y una red de transporte avanzada, que incluye el enlace ferroviario de alta velocidad Alta Velocità con Roma.

Una de las ciudades italianas más distintivas, Nápoles es el lugar para presenciar un entorno urbano de trabajo adecuado con un toque tradicional italiano. Roma puede ser el corazón de este país europeo, pero Nápoles, para algunas personas, es su alma. Con eso, sin embargo, viene un elemento menos atractivo: el crimen organizado.

Y por las calles de aquella ciudad, una chica de cabellos dorados pasó por el callejón. Sorprendentemente, ese día no hubo tantos matones como otros días. Solo vagabundos y adolescentes rebeldes que yacían, disfrutando de los diminutos rayos que asomaban a través de los altos edificios.

Salió a la luz del sol una vez más, protegiendo de inmediato sus conmovedores ojos verdes.  

- ¡Disculpa!- Dos voces femeninas gritaron detrás de ella. Curiosa, la chica volteó a ver a una mujer morena y una pelirroja con conos de helado en sus manos. Por la mirada perdida en sus ojos, supuso que eran turistas.

- ¿Cómo llegamos a Santa Chiara?- pregunto la chica morena.

La chica se dio la vuelta, mostrando su piel clara suave al tacto y esos mechones dorados bebidos en tres delicados rizos colocados sobre su cabeza mientras que el resto corría libremente por su cuerpo. Había una pequeña trenza atada en su cabello dorado que fluía, era difícil de ver, pero un buen toque.

Al igual que su cabello, su atuendo era único. Con una minifalda plisada con un top tipo chaqueta de manga larga con un corazón cortado en el área del pecho. El color era rosa brillante y estaba decorado con adornos dorados alrededor del cuello y el corazón recortado. También se había puesto tres broches de mariquita azul claro como accesorios adicionales.

Sin embargo, su característica más destacada y brillante era su rostro, y las mujeres se dieron cuenta de eso. Se quedaron boquiabiertas, sus mandíbulas a segundos de caer al suelo. Es hermosa. Con la suave curva de sus labios rosados ​​y sus ojos delgados y angulosos con pestañas revoloteando, era como una muñeca andante. Incluso la luz del sol parecía bailar en círculos sobre su piel radiante.

- Ah, para llegar a Santa Chiara, deben seguir recto y en el primer-

- ¡Ves, te lo dije!- La pelirroja interrumpió, dándole una palmada juguetona en la espalda a su amiga.

- Sí era por allí. Disculpe- La mujer de repente aulló, siendo empujada hacia las suaves garras de la chica. Su rostro se puso rojo al estar tan cerca- Lo siento- susurró, los corazones prácticamente en sus ojos. Luego saltó de los brazos de la niña y se enfrentó a la persona que había causado todo esto, un hombre de mediana edad que claramente la empujó a propósito- ¡L-Lo siento, señor!

El hombre escupió.

- ¡Ten más cuidado!

Mientras el hombre pasaba, la chica dorada vio una billetera que no había estado allí antes. Rápidamente, ella fue a tomarlo. Sus movimientos eran resbaladizos, como una ola. Las dos chicas estaban por irse, pero la rubia las detuvo.