La Squadra Esecuzioni y Bella Morte

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Al día siguiente, su destino después de un rápido viaje en yate de regreso a tierra fue una pequeña casa en un gran campo de uvas. Muchas de las uvas que se cultivan en la costa tienen linajes antiguos que se remontan a la época romana. Su suelo volcánico alberga variedades de uva como la Greco y la Aglianico introducidas por los antiguos griegos y amadas por los romanos. Hoy esta región está produciendo vinos premium, atrayendo la atención de los entusiastas del vino en todo el mundo.

La casa era antiguo, con escaleras desvencijadas y colores apagados pintados en las paredes. La casa tenía dos pisos: el segundo piso era donde estaba Trish: dentro de una habitación con Bruno y Mista afuera de la puerta. La casa tenía electricidad y agua corriente, sin embargo, no hay alimentos adicionales almacenados en la despensa y el refrigerador. Así que Bucciarati le ordeno a Narancia que vaya al pueblo más cercano a comprar suministros.

El resto de ellos estaban abajo, Abbacchio, Amaretti y Giorgia en las escaleras mientras Fugo estaba dando instrucciones a Narancia. 

- Narancia, presta atención- Fugo le entregó un papel cuidadosamente doblado- Esta es la lista de la comida que debes comprar. Estas son las llaves del auto.

Metió la mano en su bolsillo y le entregó un par de llaves.

- Puedes hacerlo, Narancia. Sé que puedes.

Los delgados labios de Narancia se curvaron en una sonrisa, asintiendo con entusiasmo.

- Escucha, nadie sabe que hay gente en nuestro escondite, ni siquiera los del enorme viñedo de enfrente- dijo Fugo- Luego de comprar, darás vueltas en círculos por las mismas calles. Gira en U de vez en cuando. Asegúrate de que nadie te este siguiendo. Finalmente, solo por precaución, volverás en el auto que dejé en uno de los estacionamientos de la ciudad. Nadie más sabe que resguardamos a la hija del jefe, pero si alguien nos busca a nosotros, lo ultimo que querríamos sería que nos siguieran. ¿Entiendes?

Narancia tenía una expresión en blanco en su rostro.

- Alguien debe salir a comprar. Es muy importante. Pero por nada del mundo podemos comprometer el escondite...

- ¡Esta bien! ¡Ya entendí!- Narancia dijo con confianza- ¡Déjamelo a mí!

- Bien, repite desde el principio todos los pasos que te dije.

Narancia dudó por un momento antes de hablar.

- Cuando termine las compras, conduciré en círculos por los viñedos...

Fugo pinchó su cuerpo con las llaves y Narancia aulló de dolor.

- ¡No! ¡Tómatelo en serio!- Fugo lo regaño- ¡Otra vez desde el principio!

- A ver...- Narancia está sudando- Conducir sin girar los ojos...

Fugo lo golpeó de nuevo.

- ¡¿Qué te pasa?!- se quejó Narancia- ¡Oye, Abbacchio! ¡Dile que deje en enterrarme las llaves!

- ¡Dejar que vaya es un error!- Fugo protestó a la mujer mayor.

Abbacchio soltó un suspiro desgastado y cansado.

- Lo de las llaves es asunto tuyo. Pero el Stand de Narancia debería permitirle detener a cualquier perseguidor. Y es por eso que Bucciarati le ordenó que fuera.

Con una sonrisa arrogante, Narancia tomó las llaves del auto de Fugo.

- En resumen, solo debo evitar que me sigan, ¿no? ¡Sea quien sea!- se rió entre dientes cuando estaba a punto de salir.

La puerta del comedor se abrió y Amaretti salió.

- ¿Aún no te has ido? Que bien- dijo aliviado- Voy contigo.

Vento Aureo (Versión Female)Where stories live. Discover now