Algo no esta bien

Capítulo 12

Había sido un buen año para el Estado de Xia. En toda la tierra, no habían ocurrido desastres naturales. Incluso el deslizamiento de tierra ocasional o el terremoto menor se habían producido en áreas escasamente pobladas, por lo que, aparte de algunos desafortunados bandidos de montaña, ningún ciudadano había resultado herido. La cosecha fue abundante, las arcas estaban llenas. Fue precisamente porque la tierra de Xia se había comportado tan bien este año que la nueva ley del emperador Jingren se había aprobado con tanto éxito. Si hubiera habido un desastre natural, los funcionarios civiles seguramente habrían encontrado una causa en la nueva ley y habrían obligado al emperador Jingren a emitir un decreto penitencial. Una vez que eso sucedió, el emperador Jingren podría no haber tenido ninguna esperanza de implementar nuevas leyes por el resto de su vida.

En esta temporada otoñal nítida y clara, el estado de Xia dio la bienvenida a la caza de otoño de este año.

Según la costumbre, los miembros de la familia podían participar en la caza de otoño. Algunos funcionarios trajeron no solo a su primera esposa, sino también a varias concubinas. El emperador Jingren, dada su posición, por supuesto podía traer tantas mujeres como quisiera. De todos modos, todos los gastos serían cubiertos por el tesoro imperial. Después de algunos años de buenas cosechas, los tesoros estatales e imperiales estaban llenos; no faltaron fondos.

Traer a la emperatriz era una certeza. Mientras hacía sus selecciones, el emperador Jingren recordó el audaz porte marcial de la emperatriz y sintió que nada podría ser mejor para ella que la caza de otoño. En años anteriores, con el emperador lejos del palacio, la emperatriz se había quedado atrás al mando. Desde su matrimonio con el emperador Jingren, además de las ofrendas anuales a los cielos y el arado de primavera, la emperatriz no había salido ni una sola vez del palacio. Esta vez, el emperador Jingren decidió traer a la emperatriz con él y cabalgar a la caza con ella. Eso sería maravilloso.

También hubo que traer a las cuatro consortes. Habían venido en años anteriores, y este año no habían cometido grandes errores. No había ninguna razón para dejarlos atrás. Además, el emperador Jingren había estado ignorando el harén últimamente. Sintió algo de culpa por el trato que había dado a estas consortes. Ahora que había surgido la oportunidad de divertirse, por supuesto que tenía que darles la oportunidad de disfrutarla.

Este año, la emperatriz viuda supervisaría el palacio. La emperatriz viuda era anciana y no estaba preparada para el tumulto del viaje. Ella nunca fue a la cacería de otoño. Ella era la persona adecuada para quedarse en el palacio y mantener el fuerte.

Todos los oficiales civiles y militares de alto rango tenían que irse. Esta fue una gran ocasión anual. Incluso si no tenían talento para cazar ellos mismos, el juego que derribaron sus guardias podría servir como sustituto y tal vez traerles buena fortuna.

Cuando se hicieron todos los arreglos, el emperador Jingren regresó a Qifeng Hall para pasar la noche y, con indiferencia fingida, mencionó la caza de otoño a la emperatriz e indicó que esperaba que ella pudiera acompañarlo esta vez.

Una rara expresión de sorpresa apareció en el rostro de la emperatriz. Ella dijo: "Gracias por su amabilidad, Su Majestad".

"De nada, Jinyi", dijo el emperador Jingren, apretando la mano de la emperatriz. "Eres tan hábil. Te asegurarás de tomar el primer lugar en la caza de otoño y mostrarles a los oficiales lo notable que es nuestra emperatriz".

"Su esposa súbdita hará todo lo posible para proteger a Su Majestad", prometió la emperatriz, inclinando la cabeza para mirar fijamente al emperador Jingren.

El emperador Jingren se quedó corto.

Su emperatriz era maravillosa en todos los sentidos, excepto que ella no estaría detrás de él y estaría protegida. En cambio, le gustaba pararse al frente y protegerlo. No importa. Yan Xu ya había arreglado todo, de todos modos. La Guardia Imperial estaba segura de mantenerlos a él y a la emperatriz a salvo.