ᥣιttᥣᥱ bιtᥱ [𝒔𝒑𝒓𝒖𝒂𝒏] [PAUSADA]

«019»

Juan estaba histérico, daba vueltas por toda la habitación mordiéndose las uñas; nervioso era poco; él estaba apunto de desmayarse, no sabía que hacer. sí, se sentía feliz, radiante y sabía que su Alfa estaría feliz al igual que él. sin embargo, sentía que el mundo se ponía sobré él impidiéndole respirar tranquilamente. desde ese momento su vida había cambiado para siempre. positivo.

la prueba de embarazo daba positivo, a decir verdad, las seis pruebas que se había echo daban positivo. pero eso no hacía que entrara en razón y aceptará la verdad, estaba embarazado. como muy embarazado. sabía que ya era hora, llevaba dos años casado con Spreen debido a que primero quisieron disfrutar su vida de casados, ahora (justamente un mes después de su segundo aniversario) se enteraba que tendría su primer cachorro. tenía miedo de no poder con el bebé, de dormirse y no oír cuando llorará, que no pudiera tranquilizar su llanto. sin darse cuenta su rostro se llenó de lágrimas, trato de calmarse, no quería que su Alfa sienta sus nervios a través del lazo. toma asiento en la cama viendo las distintas pruebas extendidas mientras piensa cómo darle la noticia a su Alfa.

"Omega." grito Spreen al entrar a la casa, arrugó la nariz mientras olfatebaba el aire buscando el aroma de su Omega.

Juan metió rápidamente todas las pruebas en una caja de regalo improvisada, no le gustaba mucho esa idea, pero era lo más rápido ya que el Alfa se había adelantado a su hora de llegada.

"hola Spreen." Juan se tiró sobre su esposo cuando lo vió entrar a la habitación, Spreen sonrió mientras lo recibía en sus brazos.

"¿qué tienes en la caja pequeño?" Juan bajo del cuerpo de su Alfa y con manos temblorosas entregó la caja a Spreen, este sonrió por tal gesto. gesto que se borró cuando vio el contenido de la caja. pruebas de embarazo.

el Alfa cargo a Juan dándole vueltas mientras cubría su cara de besos. sería padre. serían padres. tendrían un pequeño cachorro, uno suyo, con cabello castaño y alto, nariz de botón junto con un par de ojos con grandes pestañas como las del amor de su vida. nada le haría más feliz como que su primer cachorro portará aquellos ojos que lograron conquistarlo desde niño.

“te amo Omega, sin ti no soy nada. es el mejor regalo. alguien nuestro.”

“nuestro bebé.”

en ese momento Juan se dio cuenta que no debía sentir miedo. que siempre tendría a su Alfa a su lado para superar todos los problemas. sin embargo, otra ola de inseguridades llenó al Omega. subiría de peso, tendría estrías, cambios de humor y antojos raros, empezaría a lactar y habrían Omegas más bonitas, altas, delgadas. Spreen lo amaba ¿no? pero, qué pasaría cuando no recibiera ayuda con su celo, cuando Juan no quisiera unirse a él por estar cansado, cuando solo tuviera tiempo de cuidar al cachorro.

Spreen sentía una vibración en su pecho, el lazo y el aroma de Juan informaban de sus nervios. no, miedo. su Omega sentía miedo.

“¿bebé, amor qué pasa? ¿no quieres tener a nuestro cachorro? ¿hay algo malo? dime por favor Juan, estoy aquí cielo.”

“conocerás a Omegas más lindas que no parecerán pelotas de playa, que te ayudarán cuando yo no quiera estar contigo en la cama, que estarán al pendiente de ti cuando yo solo pueda ver por el cachorro y caiga rendido. romperás el lazo dejándome con un hijo.”

los llantos del Omega llenaron la habitación al igual que un aroma concentrado a tristeza, su cuerpecito yacía tirado en el suelo junto con el del Alfa el cual consolaba y marcaba con su aroma para hacerlo callar. su instinto florecía, su Alfa interior le pedía que calmara al Omega porque podría hacerle daño al bebé. haría lo posible por demostrarle que no sería así, entendía a Juan, sabía que un embarazo podría ser la mejor etapa de un Omega o la peor, dependiendo de cómo fuera tratado.

“mi Omega, te amo y no pienso dejarte sabiendo que hay vida formándose dentro de ti. siempre te he amado, siempre te he respetado y siempre estaré contigo. no hay Omega más lindo que tú ¿recuerdas cuando te cortejaba? decía que si engordabas yo te rondaría a todas partes y eso haré si llegara a pasar.”

Juan río tiernamente sorbiendo sus mocos.

“te quiero lleno de mí, te quiero ver cargando mis cachorros. no sabes lo difícil que fue no embarazarte en todo este tiempo, si fuera por mí ya tendríamos dos cachorros justo ahora. te ayudaré en lo que necesites porque somos un equipo, no somos dos ahora somos uno. te amo, lo demuestro cada día y lo seguiré demostrando hasta mi último aliento.”

para ese momento el Omega ya lo miraba a los ojos. sin previo aviso volvió a acurrucarse en el cuello de su Alfa para comenzar a llorar de nuevo a moco tendido. el Alfa se asustó por la reacción del menor no fue hasta que sintió la felicidad del otro que pudo calmarse nuevamente. quizás las hormonas del embarazo ya hacían efecto pero no importaba. ese cachorro era otra de las pruebas más puras de amor que tenían y lucharán para salir adelante.

“te amo alfa, te amo mucho. te amamos, aunque no sepa el tiempo de bebé siento en mi interior que te ama, tanto como yo.”

actualización porque mañana salgo con mi papá, (para ver si puedo sanar la herida que el tonto me dejo), y tengo los nervios de punta, pipipi 😿👎