ᥣιttᥣᥱ bιtᥱ [𝒔𝒑𝒓𝒖𝒂𝒏] [PAUSADA]

«014»

después de haber pasado una mañana juntos Spreen tuvo que regresar a casa para empezar con el trabajo no sin antes hablar con los padres del pequeño para poder pasar el fin de semana juntos. esa semana no pudieron verse porque Spreen había comenzado a trabajar y Juan tomaba unos cursos de pintura, sin embargo siempre hablaban por mensajes, por las noches hablaban por teléfono largas horas y el miércoles por la tarde Juan encontró su segundo regalo en la puerta de su casa.

una gran canasta llena de tulipanes azules junto con otra flor del mismo color que no podía reconocer y orquídeas blancas. su corazón bombeó como si estuviera en un maratón al ver su flor favorita en esa canasta, la tomo y rápidamente corrió hacia su cuarto para poder leer la pequeña carta blanca que sobresalía sobre todo el azul.

‘‘mi pequeño y hermoso Omega, me tome la molestia de averiguar por tus flores favoritas; orquídeas blancas. la canasta tiene tulipanes azules representando el amor tan puro que siento por ti, orquídeas blancas porque además de ser tu flor favorita significan que eres mi amor duradero y, finalmente, las no me olvides porque mi amor es sincero, transparente y porque a pesar del tiempo nunca nos olvidamos, un claro recordatorio de la vida diciéndonos que nacimos para estar juntos’’

lágrimas calientes brotan de sus ojos mojando parte de la carta y las flores. nunca había recibido flores. antes de ir a la universidad, a pesar de ser un precioso Omega gustoso de mimos, los Alfas solo se le acercaban porque querían pasar sus celos con él, nada de cortejo y nada de regalos que no fueran consoladores o cosas sexuales algo que lo llenaba de asco, por suerte Auron siempre estuvo para defenderlo y gruñirle a los que se le acercaban, incluso llego a golpearlos solo por insinuarse. después de eso nadie se atrevía a hablarle.

con mucha alegría marco al número de Spreen para demostrarle lo agradecido que estaba por todo eso. al primer tono el Alfa contesto.

“hola amor.”

esa era otra cosa que amaba y lo hacía derretirse como mantequilla, los apodos que Spreen le ponía siempre le hacían sonrojarse.

“hola Alfa, quiero darte las gracias por las flores de hoy.”

escuchó la suave risa de su amado junto con el ruido que se colaba, por supuesto Spreen seguía trabajando no pensó en que lo interrumpía. tonto Omega.

“Juan no tienes que darme las gracias, hago todo con amor porque lo mereces todo mi futuro Omega. cuéntame, ¿te gustaron?”

“Alfa no quiero quitarte tiempo, sé que no debí llamarte lo siento. tienes trabajo y...”

al otro lado de la linea Spreen frunció el ceño. él nunca podría molestarlo en absoluto y lo haría hacer entrar en razón.

“mi dulce Omega, puedes llamarme a la hora que sea, tú nunca vas a interrumpir nada, incluso puedes venir a visitarme ¿de acuerdo? entiende que jamás serás una molestia para mí, cielo. serás mi Omega en un tiempo y como tu Alfa tengo que cuidarte.”

“de acuerdo Alfa, algún día te visitaré para llevarte el almuerzo. te quiero.”

“igual te quiero Juan, pasare temprano por ti el sábado ¿entendiste? ahora ve a dormir sé que siempre que llegas duermes.”

la llamada termino y Juan se dejó caer en su cama sintiendo como su estómago se movía por todos los sentimientos encontrados, realmente estaba viviendo la historia de cuentos que siempre imaginó y no podía estar más feliz.

el sábado por la mañana llego más rápido de lo esperado, una noche antes preparo una pequeña maleta con su ropa, varias libretas y revistas en donde tenía cosas para su boda. sí su boda.

la noche anterior Spreen le dijo que le gustaría saber qué tan avanzada estaba su cabecita sobre los planes, cosa que lo emocionó de sobremanera y empaco todo lo que tenía apuntes e ideas para él. no le había comentado nada a su familia porque le diría que sería algo apresurado sin embargo eso no detenía sus ganas de planear la boda perfecta.

Spreen llego por él realmente temprano, hablo con sus padres y subieron al auto donde el Omega quedo dormido, cuando despertó ya estaba en una cama.

“¿Alfa?”

“en la sala, amor.”

siguiendo la voz y el rastro de aroma de Spreen llegó a la sala donde había una pequeña mesa con dos trastes lenos de comida. sus miradas conectaron haciendo que sus dudas sean expuestas.

Spreen le pidió a Juan que se acercara, lo sentó sobre sus piernas y empezó a darle pequeñas caricias en su cabello.

“este es mi segundo regalo. cocine para ti tu platillo favorito y quiero que sepas que realmente no cocino para nadie.”

la mirada de Juan se dirigió a los platos de comida, en ellos había ensalada rusa y salmón al horno. estaba sorprendido que Spreen supiera todas esas cosas de él sin necesidad de preguntarle, eso lo volvía realmente feliz. siempre acertaba con sus regalos.

“¡oh! Spreen todos tus regalos son especiales y exactos. realmente me haces feliz.”

“te dije que yo daría todo de mí por verte feliz amor. ahora muéstrame todo lo que tienes para nuestra boda.”

Spreen dio un corto beso en su frente antes de que saliera corriendo por su mochila y extendiera su libreta de apuntes con imágenes y telas pegadas, así como algunas revistas sobre bodas.

durante el resto de la tarde se dedicaron a comer, Juan sobre Spreen y siendo criado por este (ya que alegaba que era un bebé y debía ser mimado), mientras veían detalles sobre la boda que pronto estaría cerca. ambos irradiando amor y ternura.

resulta que mi dolor de tobillo era un esguince por caerme de las escaleras. 😔👎