❝Las peculiaridades de una persona, son importantes, es lo que la hace especial de cierta forma, pero... Mis peculiaridades, no son algo digno de mirar o apreciar❞
Megumi se sentía un poco ansiosa desde que escucho que Boruto había llegado a la final, aunque no sólo él, si no todo su equipo lo logró.
Pudo observar que durante el combate, fue descartado Mitsuki, el hijo de Orochimaru.
Si le preguntaban, ella respondería lo mismo que el resto de las personas, Mitsuki era agradable y bastante talentoso, pero su padre no era el mejor, lo sentía de esa manera gracias a sus experiencias con el sabio serpiente.
Sus habilidades no eran un juego, tampoco algo aburrido, por lo que cuando Shinki de Suna lo hizo retirarse fue una pena para todos, personalmente para ella.
La siguiente fue Sarada por una lesión que no la dejó continuar. Estaba segura de que Uchiha se sentía frustrada, pero ya no podía intervenir en el combate.
Los nervios que sintió Hatake de solo ver como último a Boruto fueron suficientes como para aferrar la mano a la camiseta de Shikamaru y sostenerse para no caer.
Pero algo estaba mal, los movimientos de Boruto... No fue hasta los últimos instantes de la pelea que supo de que se trataba.
¿Shiden? ¿Como obtuvo Shiden?
—¡El ganador es Uzumaki Boruto!
Los habitantes de Konoha estaban más que contentos, pero habían excepciones, parte de ellas, el hokage, su discípula y probablemente también Shikamaru, la mano derecha de Naruto.
El kage de Suna pudo darse cuenta de lo que sucedía al ver el semblante de su rubio amigo.
Naruto bajó a la arena.
El corazón se le apretó cuando vio al hokage capturar la muñeca de su hijo y exponerla al público.
—¡Es una herramienta científica ninja! ¡Usó un objeto prohibido durante el examen de chunnin! ¡Este brazalete shinobi permite usar ninjutsu sin usar chakra!
El estado de ánimo de la pelimorada no hacia más que volverse negativo.
Tenía una sensación extraña plantada en el pecho junto a la tristeza de ver a Boruto envuelto en tal situación. Se lo buscó, pero resultaba simplemente triste.
El hokage y su hijo estaban discutiendo, Katasuke miembro del departamento de innovacion hizo acto de presencia para promocionar su invento.
Un leve sonido llegó a los oídos de Megumi, parecía un leve siseo, tal vez el sonido del chakra en movimiento. El repentino dolor que sintió en medio de sus clavículas le hizo distraerse.
—Megumi, tu cabello —murmuró Shikamaru.
Antes de que los kages voltearan, Hatake pudo ver claramente uno de sus mechones morados volverse blanco, aunado al dolor tomó la primera medida en la que pudo pensar; jalonear su haori para cubrirse.
Shikamaru sujetó por los hombros a Megumi al ver lo agitada que estaba, la cubrió con su cuerpo de la mirada de los kages.
—¿Que sucede? —preguntó apresurado —¿Estas bien?
Ella jadeo desesperada buscando cubrir su cabello a toda costa, jaloneo su haori para subirlo hasta cubrir su cabello.
—Cálmate, cálmate.
Una ominosa sensación recorrió la columna vertebral de la menor.
La conmoción de Megumi había alertado a los kages, así que la sorpresa no hizo más que aumentar con la llevada de dos extraños.
Nara se colocó frente Megumi, pero observo la situación.
Los recién llegados charlaban con Naruto, pero en dado momento, el ser más robusto, concentró chakra y golpeó el suelo.
Fue tal aquel poder que destruyó y agrieto el estadio, la gente entró en pánico y Megumi no podía dejar de temblar, ni siquiera escuchaba el alboroto.
—¡Megumi!
Era su padre.
—¡Papá! —exclamó volteando rápidamente a punto de soltarse a llorar.
El peliplata intentó tomarla en brazos, pero algo llegó primero.
—¡Pero mira, ya tenemos al recipiente de Kaguya! ¡Podemos quedarnos con su chakra!
Megumi tembló ante aquella voz.
Todo su dolor, todas sus cicatrices... Se las debía a él.
Ootsutsuki Momoshiki.
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N/A:
No lo aguanto, voy a spoilearles esto; En los siguientes dos capítulos va a suceder algo que va a terminar de confirmarle a Megumi cuanto ama a Boruto y viceversa.
