❝Las peculiaridades de una persona, son importantes, es lo que la hace especial de cierta forma, pero... Mis peculiaridades, no son algo digno de mirar o apreciar❞
Eran las ocho de la mañana del que se suponía que sería el día libre de Megumi, al menos hasta la una de la tarde, pero ¿Por qué Uchiha Sasuke y Uchiha Sarada aparecieron en su puerta?
—No seas grosera y recibe a tus invitados — hablo Kakashi sujetándola por el tobillo.
—Es mi día libre — se quejó pataleando.
Kakashi soltó una risa y volvió a tirar de su tobillo.
—Párate ya.
— ¡Ya voy, ya voy! — chillo al ver que su padre realmente pretendía tirarla de la cama.
—Te espero en la sala.
—Si — bufo ella en respuesta.
La pelimorada hizo una mueca, saco la almohada de su cara y se sentó, no estaba bien vestida por lo que se dio prisa y se puso su ropa de a diario, pantalones de color purpura, una blusa negra ceñida sin mangas y encima, un haori del mismo color que sus pantalones con bordado negro.
Termino de abrochar sus botas y salió logrando ver a Sarada y Sasuke charlando con Kakashi.
—Megumi-san — saludo Sarada con una sonrisa al tiempo que se levantaba.
—Te la devolveré más tarde — dijo Sasuke a Kakashi.
—Claro — respondió Hatake achinando sus ojos en señal de que sonreía.
Megumi le miro incrédula.
—Vámonos — musito el azabache yendo en dirección a la salida junto a su hija. Megumi no tuvo más remedio que seguirlos.
Todo eso fue solo para entrenar, pero tal parecía que usando la oportunidad, Sasuke estaba haciendo el intento de acercarse a Sarada, pues incluso tomó en consideración su palabra cuando ella pidió invitar a su amiga, la hija del antiguo mentor de su padre.
Megumi sonrió suavemente mientras observaba a aquellos discutir sobre lo que arreglarían al día siguiente.
Si hubiese nacido en un clan menos hostil ¿Tal vez habría podido tener una familia más tranquila? Por supuesto que estaba feliz con su padre, pero la duda era inevitable.
— ¿Megumi-san? — le llamo Sarada sobresaltándola.
—Vaya, me sorprendiste — pronuncio con una risilla.
— ¿Ya estas cansada? — cuestiono Sasuke.
—No, de ninguna manera — contesto mientras agitaba ambas manos.
Él no parecía convencido de alguna manera, pero lo dejo pasar, sin embargo al momento del fin del entrenamiento, Megumi no tuvo escapatoria.
Sarada fue en busca de bebidas.
—Lo que dije ayer...
—Está bien, no tiene que preocuparse, solo me sorprendió un poco —mintió.
No, el pavor que la inundo de solo saber que otro miembro de su clan de verdad seguía con vida la abrumo, solo había soltado aquella frase como broma, pero Sasuke se encargó de hacerle saber que no estaba equivocada.
—Sé que no es así y había querido hablar sobre esto contigo — murmuro lo suficientemente audible para la menor.
—Estoy-
— ¿Sabes la razón por la que decidí sacarte de Kirigakure?
Megumi negó.
—Porque pude ver a mi hermano en ti.
Instintivamente, la expresión de Hatake se serenó un poco.
— ¿De qué habla?
—Al igual que tú, mi hermano se vio orillado a asesinar a su propio clan por el bien de la aldea— comenzó —La única diferencia es que era tu poder el único capaz de matarlos, de haber sido distinto, estoy seguro de que Chojuro no lo hubiese permitido... Eras solo una niña, no debiste ver morir a tu familia.
Megumi mordió su labio inferior cuando sintió que comenzaba a temblar, pero las lágrimas comenzaban a acumularse en sus ojos.
—Fuiste muy valiente, Megumi.
Ella cubrió su rostro con ambas manos cuando se le escaparon las lágrimas.
—Naruto lo sabe, es por eso que intenta compensar todo lo que pasaste... Y pese a ser un cabeza hueca, también sabe que no hay nada que pueda compensarlo.
Sasuke titubeo, pero palmeo suavemente la espalda de la menor.
—No te sientas culpable ¿De acuerdo?
Sarada volvió, pero se detuvo a unos metros al notar que Megumi estaba llorando, miro a su padre en busca de una respuesta, pero este, al no tener su mano faltante para pedirle silencio, solo gesticulo un "Luego"
Al final de las doce del día, el peso sobre los hombros de Megumi se había aligerado un poco. Probablemente porque sin saberlo, deseó durante años escuchar un "No te sientas culpable".
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N/A:
Sasuke siguió la sugerencia de Megumi sobre "Acercarse a su hija". A diferencia del canon, aquí comenzó un poco antes con su acercamiento como padre a Sarada por medio de lo que más le gusta, entrenar.
La plática con Megumi ya estaba en mente de Sasuke desde mucho tiempo atrás, pero como sabrán, no la visitó después de lo sucedido. Él sabía que ella probablemente se sentía tan culpable como Itachi luego de matar a los miembros del clan Uchiha por obligación.
