C H I R U - 気が散る || Uzumaki Boruto x Fem Reader!

16

Megumi tal vez ya era consciente de ello, algún día tendría que encontrarse con aquellas personas que tanto temía, creyó que sería otro día, pero gracias a Iwabee, uno de los estudiantes problema, tuvo que alejarse del grupo.

—... Así que hay que pasarla bien —escucho a Boruto en el callejón.

—Chicos, les pedí que no se alejaran, empezando por ti, Yuino —musito Megumi, sujetó por la manga de su chaqueta a Uzumaki, pero solo por unos segundos, se dirigió al más alto del grupo —¿Que hacen aquí?

—No es de tu incumbencia —respondió Iwabee brusco.

—Soy la responsable, necesito una explicación válida. Te estoy esperando.

El menor tenso la mandíbula.

—Vámonos —gruñó.

Boruto exhalo, se dio media vuelta y chocó contra un hombre más alto.

—Oh, lo siento —murmuró el rubio —Uff, deberíamos irnos de una vez y hacerle casi a Megumi-san, Iwab-

—No, un momento —se adelantó Yuino poniéndose frente a Boruto —Acabo de verte chocar con él a propósito.

—¿Si? ¿Y que si lo hice? Las ratas de la aldea de la hoja no tienen por qué husmear aquí.

—¿¡Que dijiste!? —gruñó Yuino.

—Iwabee, para —pidió Hatake, lo hizo retroceder —¿Tenías en conocimiento que pertenecemos a Konoha? —cuestionó frunciendo el ceño.

—Ellos pertenecen a Konoha, puedo verlo por sus feas caras, tú no —musito el hombre.

Una expresión sombría se plantó en el rostro de Megumi, se trataba de una defensa automática que se presentaba junto a los nervios, se trataba de una reacción instintiva.

—Esta aldea no es tan genial, después de todo —comentó Boruto comenzando a molestarse.

—¡Voy a enseñarte modales, enano! —exclamó.

Con una velocidad casi inhumana, Hatake sacó su katana, sujetó a Boruto por el brazo y apuntó directo a la garganta del mayor, su expresión sombría permaneció ahí.

—No te atrevas a tocarlo —gruñó con seriedad.

—Oh, vaya... —el castaño soltó una leve risa.

—Detente ahora mismo, Hassaku, solo estas quedando mal —ordenó alguien desde las sombras del callejón.

El corazón de Megumi dio un vuelco, el miedo invadió su ser, por consiguiente, su expresión pareció ensombrecerse más.

Yuino tuvo la impresión de que debería correr.

—Deja ir a los niños y vete... —musito aquel hombre.

—Si, Shizuma...

—No tienes idea de quien es ella ¿Verdad? —cuestionó el hombre.

Megumi pudo alcanzar la velocidad del mayor, la katana quedó con el filo pegado al cuello ajeno.

—¿Que tenemos aquí? La última señorita del clan Ryomen acompañada del hijo del Hokage ¿Eh? Que botín.

—Vete ahora mismo o morirás a mis manos —empujó más la katana hacia el Hoshigaki, su cuello pareció sangrar ligeramente, finalmente retrocedió un par de pasos.

—Que feo se ve tu cabello, el blanco puro que tenía te sentaba mejor —Me preguntaba dónde te escondió esa mujerzuela, pero ahora lo sé...

Boruto estaba realmente tenso.

—Vete ya.

El hombre soltó una risilla.

—Veámonos más tarde, Rei-chan —se dio media vuelta —Vámonos, Hassaku, chicos, perdón por eso, disfruten su paseo en la aldea de la niebla sangrienta.

Como si se tratara de una novela, la niebla hizo acto de presencia, tal vez ya estaba ahí y no se habían percatado.

Megumi cayó de rodillas al suelo, fue entonces que pudo respirar, Boruto corrió hacia ella, la sujetó por los hombros.

—¡Me-Megumi-san! ¿¡Que sucede!?

—Estoy bien —murmuró, inhalo y se levantó lentamente.

Pero Iwabee sujetó el brazo derecho de Megumi, la tomó por sorpresa al ser un poco más brusco, casi tropieza.

—¿Ryomen? —cuestionó entre dientes —¿Que tienes que ver con ellos?

Ella siempre fue una persona que odiaba el contacto físico por cosas del pasado, así que se liberó del agarre ajeno con brusquedad.

—No vuelvas a tocarme —espetó —Si tengo algo que ver con Ryomen, no es de tu incumbencia, regresen con los demás —ordenó con voz firme, se dio media vuelta antes de ir en dirección a la salida del callejón.

Boruto estaba algo sorprendido.

¿Ryomen? ¿Rei? ¿Por qué ella tenía tanto miedo de aquel sujeto?

Solo había una persona que podía decírselo.