❝Las peculiaridades de una persona, son importantes, es lo que la hace especial de cierta forma, pero... Mis peculiaridades, no son algo digno de mirar o apreciar❞
Megumi leía con tranquilidad el libro que Shikamaru le indicó mientras él y Naruto estaban metidos en el papeleo, después de terminar de leer, sería capaz de apoyarlos.
Pero no contaba con que se distraería por la plática que los mayores entablaron.
—Últimamente Boruto esta raro —comentó Naruto.
—¿De qué hablas? —cuestionó Nara empalmando bien unas cuantas hojas.
—A veces se ríe solo y se pone rojo, esta demasiado distraído, se dedica a observar las flores que Hinata lleva a casa ¿Eso que quiere decir?
Megumi presto atención, no pudo evitar llevar una mano a su boca para ocultar su sonrisa, siguió con la mirada sobre el libro.
—¿De qué color son las flores? —cuestionó Shikamaru mirando de reojo a Megumi.
Él sabía bien el gesto que ella tenía en su rostro, no era estúpido.
—Moradas, creo —contestó Uzumaki.
Hatake se levantó de golpe tropezando con una pila de hojas.
—Ahahah, voy a leer en otra parte, quede de entrenar con Sarada, ya sabe, casi están por presentar el examen de graduación —parte de ello era verdad, estaban a punto de presentar el examen de graduación, estaba bien informada por su trabajo y su padre.
—Oh, claro —contestó Naruto —Pero mañana tienes que llegar temprano, tienes trabajo que hacer.
—Si, volveré —respondió con una sonrisa no propia de ella, salió girando la manija de la puerta con torpeza y la cerró.
—Sigues siendo un tonto, Naruto —soltó Shikamaru.
—¿¡Que!? ¿¡Por qué!? —chilló confundido.
Megumi caminó a toda prisa fuera del edificio, suspiró observando el cielo azul y cerró el libro de golpe sabiendo el número de página donde se quedó.
Sabía que Nara Shikamaru la había descubierto, eso la tenía frustrada, tal vez no manejaba perfectamente sus acciones y expresiones.
Ya llevaba un tiempo sin ver a Boruto, tal vez unos tres días, no fue capaz de acercarse a él por sus ocupaciones.
Quizá también porque repentinamente tuvo la sensación de no merecerlo.
¿Por qué se atrevió a sí quiera pensar en tocarlo con sus manos manchadas de la sangre de un clan entero? Esa era la pregunta que constantemente rondaba en su mente.
Intentaba perdonarse a sí misma repitiéndose que fue necesario, pero no fue capaz de hacerlo.
Si Boruto lo supiera ¿La repudiaría? ¿No se molestaría?
Toda pregunta desapareció de su mente cuando pudo ver a Boruto saludarla a la distancia con una gran sonrisa.
Se quedó inmóvil en su lugar, no fue capaz de fingir no haberlo visto y huir.
—Megumi-san —saludó algo tímido.
Hatake sonrió suavemente.
—Boruto ¿Como estas? No he podido verte en los últimos días.
—Eh, bien —sonrió un poco —Me preguntaba si podríamos, no lo sé ¿Dar un paseo?
La pelimorada asintió volviendo a caminar.
—Escuche que estas a punto de graduarte —comentó Megumi mirando de reojo a Boruto.
Él le sonrió.
—Si, mañana es la reunión con nuestros padres, un día antes del examen.
—Te deseo mucha suerte, Boruto —Megumi sonrió divertida, como si supiera algo.
Uzumaki notó esto rápidamente.
—¿Sabes algo que yo no?
—Pffft, por supuesto que no —soltó una risilla.
—¡Lo sabes! —exclamó el rubio —Apuesto a que sabes incluso lo que sucederá en el examen práctico.
—Si, bueno, la cosa es que no puedes sacárme la información aún si usas tu cara bonita para lograrlo.
La cara del chico se ruborizo.
—¡No intentaba hacer eso! —chilló avergonzado.
Megumi comenzó a reír.
—Admite que lo pensaste.
—Pero no lo intenté.
Pasaron el resto de la tarde juntos, el libro terminó olvidado en el portaarmas de Megumi.
Tal vez, podía ser un poco egoísta por esta ocasión.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
