Capítulo 12

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Lance...

He estado yendo a la casa de Louis desde que la hija de la amiga de mi tío llegó. La detesto como no tienen idea. Unos días atrás estaba feliz llevando chicas al apartamento pasando un buen rato en mi sofá y ahora no puedo todo culpa de esa despistada.

Mi tío me tiene las bolas llenas con el puto recordatorio de que no debo llevar a nadie hasta que la infiltrada se marche.

Ha preguntado si saqué las cajas de su habitación y le respondí que no lo había hecho — debí haberle mentido —Como si fuera un puto crío me regañó y me amenazó con quitarme el coche si no lo hacia.

Me sentí tan imponente que desee tener un poder y desaparecerla de la faz de la tierra. Primero invade mi espacio y ahora me quita las cosas.

¡No la soporto!

Quiero que se vaya.

Quiero mi vida. Todo era perfecto hasta que ella llegó.

Hoy no pude ir al juego porque me dolía todo el cuerpo — después de que la infiltrada me ayudara — apenas puedo dar paso. Me siento enojado y frustrado. Sé que el equipo no es el mejor de la liga pero al menos me distrae lo que tanto me atormenta.

Anoche el desgraciado de David no quedó conforme que lo haya derrotado limpiamente en el ring. Él junto a sus fracasados de sus amigos me dieron una paliza justo después de la pelea.

Quise defenderme pero me tenían agarrado entre dos y el hijo de puta me golpeó como si no hubiese un mañana.

Nunca había tenido un contrincante resentido. Es la primera vez que me sucede y por culpa de ese imbécil no pude llevar a mi abuela al juego y tuve que inventar una mentira muy convincente ya que ella las atrapa muy rápido en el aire y no es fácil engañarla.

Sinceramente no me molesta haber faltado al juego— porque el equipo es una mierda — lo que me enfada es que no llevé a mi abuela. Ella lo es todo para mi y se merece todo. Y sé cuánto ama el béisbol y cuánto ama verme jugar aunque no sea el mejor jugador pero ella me hace sentir que somos campeones.

Esta preocupada. Me ha llamado para saber como estoy. Le dije que me había sentido mal de la cabeza y tengo varios audios de ella diciéndome que debo hacer para que me calme. Ella me dice que es por culpa del aparatejo este que me causa los dolores ya que nunca lo  suelto.

Para no levantar sospechas. Hago lo que me pide y abandono el teléfono móvil en la mesa de anoche. Lo apago para que nadie mas fastidie y mientras  recupero mi espíritu abro la gaveta de la otra mesita y me doy cuenta que las cosas están movidas.

Frunzo las cejas extrañado y lo saco todo de allí.  Reviso las fotos, el block y trato de rememorar si anoche lo había agarrado pero no creo. 

Será que...

Miro instintivamente hacia la puerta de mi habitación con los ojos entrecerrados. ¿Será que la infiltrada estuvo aquí? chequeo que no falte nada mientras sigo profundizando en mi mente la posibilidad que haya dejado la habitación abierta.

Es imposible.

Siempre mantengo mi habitación asegurada. Además si hubiese puesto un pie aquí me daría cuenta por su perfume. Hago omiso y abro mi block. Deslizo mis dedos sobre aquella imagen hecha a lápiz y levanto con la cabeza con fuerte respiro. Intento no llorar pero es algo que es imposible y en la que llevo años luchando.

Dibujo para despejar mi mente, desconectarme del mundo pero termino dibujándola a ella. Cada vez que trazo una línea me pregunto que estará haciendo, si un día pensará en volver, si se acordara de mi. La ultima llamada que recibí me dijo que no podía decirme donde estaba pero que un día me explicaría todo y entendería por qué  había tomado la decisión de irse. Han pasado años desde esa vez y todavía sigo esperando aquella llamada.

Y Llegaste Tú| Terminada| CorrigiendoWhere stories live. Discover now