Capitulo 20

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Melanie...

El chico tinta parecía frustrado y molesto. Quiso irse pero lo convencí de que nos quedaremos al menos un rato más. Hace un par de horas me encontré con mi padre después de tanto tiempo. Hablamos de muchas cosas, recuerdos, hasta que llegamos al tema de Melina.

Él apenas me dijo lo que había hecho con ella pero nunca profundizo más. Estaba renuente de confesar pero yo le insistí que me diera las razones por que hizo lo que hizo. Si fue que Melina hizo algo en contra de él como para que se uniera a destruirla.

Me dijo que no. Que Melina la veía como alguien totalmente insignificante. Hasta que Steven y varios del salón comenzaron a llenarle la cabeza de mentiras. Se quejaban de los profesores y su preferencia hacia ella— porque Melina no le gustaba compartir en clase y todo lo hacía sola—y que a pesar de ello. Tenía el mejor promedio y las mejores notas de todo el salón.

Steven quería bajarla de altar. Quería arrancarle la imagen de chica buena y correcta, bajarle los humos, porque según ese estúpido ella los humillaba.

Entonces convenció a mi papá de hacerlo, le ofreció dinero y él... aceptó llevado por las mentiras.

Cada palabra que soltó mi papá fueron como dagas filosas que se enterraban en mi pecho y me llegaban hasta el centro del corazón hasta desgarrar. Lo miraba y no podía creer que el hombre que siempre creí ser mi superhéroe, era alguien tan atroz.

Un monstruo que no midió las consecuencias de sus actos y lo tarde que fue para enmendarlas.

Porque en medio de todo ese engaño, en medio de ese juego macabro. Papá se enamoró como tal vez jamás lo imaginó y que ella lo perdonó, pero no le dio aquella oportunidad que el tanto anhelaba.

Jack me pidió disculpas miles de veces en medio de lágrimas de dolor y arrepentimiento. Estaba avergonzado y aunque estoy intentando, volver a ser la de antes con él, es difícil.

Por eso le pedí a Lance que nos quedaremos un rato mas. Quiero olvidarme de la conversación que tuve con él.

—Creo que es hora de irnos infiltrada—hago una mueca de fastidio..

—¿Ya te rendiste?—está recostado en la máquina de juegos y cuando me giro hacia él. Aparta la vista rápidamente y siento un cosquilleo en estómago al percatarme—. Apenas vamos por cuarto shot. Todavía nos falta—pierdo por estar hablando con él y me tomo mi correspondiente trago.

Lo observo unos segundos y me acerco. Estudio sus facciones. Lance denota aburrimiento. Entonces le digo algo que lo hace girarse hacia mi enseguida.

—¿Que?

—En primer lugar no sé que haces aquí si claramente me dijiste que no nos conocemos y la segunda no eres mi niñero— recalco —. Si tú quieres irte hazlo, anda, por mi no te preocupes. A mí no me importa quedarme, tampoco me preocupa. Me hice amiga de la cumpleañera y ella me ofreció su habitación así que si no te sientes cómodo o quieres pagar tu frustración en el apartamento. Vete.

Me giro hacia la pantalla del juego y le doy al botón para continuar con el juego.

—¿Qué no te ibas?—remarco al ver que sigue para dote allí, con la atención puesta en otro lugar.

—Sabes que no puedo regresar sin ti— me recuerda—.Mi tío me mataría, si sabe que te quedaste.

—No tengo quince años y tú sabes que me puedo defender sola—enfatizo y aquello le da gracia—.¿Por cierto como está tu amigo el apostador?

—Gracias a ti no pudo asistir a la fiesta— suelto una risa malévola.

—Y si me sigue molestando—no para de reír—.Créeme que no podrá asistir a su acto de graduación.

Y Llegaste Tú| Terminada| CorrigiendoDove le storie prendono vita. Scoprilo ora