Capítulo 9

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Melanie...

¿A dónde iría Lance a las tres de la mañana con tanta premura?

He estado con esa incertidumbre desde anoche. Él llegó a las tres horas. Sus pasos no fueron los más sigilosos y tampoco es que haya sido muy discreto a la hora de cerrar la puerta. Casi me produce un infarto.

Me había llevado las manos en el pecho y si no fuese por mi pijama. Ya le hubiese reclamado.

Me pregunto que estuvo haciendo para llegar unos minutos antes de las seis de la mañana.

Gracias a Sam Liam pude comprar mis cosméticos. Cómo mi crema para hidratar mi piel y la de humectar — ya qué la tengo muy reseca — y si no me las echo voy a parecer la corteza de un árbol.

Adoro usar vestido solo que no lo uso cuando voy a la universidad y menos blusas de tiras. Los compañeros de estudio cada vez que les paso por el lado sueltan una mantra de obscenidades que me hacen sentir incomoda y asqueada, casi abusada. Es horrible.

Uso camisetas holgadas al igual que los pantalones o suéteres con lindos estampados de cualquier imagen. Todos que me queden un poco grande para que no noten mis tetas y mi culo y así evitar un poco los comentarios.

Un poco.

Porque por mi apellido, también soy atacada.

Cómo quisiera ser plana y que mi apellido sea otro. Antes me gustaba ahora lo detesto.

Salgo con mi bolso y mi cámara. Siempre lista para capturar aquella mariposa a la que le tengo una pequeña obsesión. Estoy por cerrar la puerta de la habitación y me detengo. Con una mirada vengativa miro hacia el pasillo donde está ubicada la habitación del chico tinta. Esta mañana casi me produce un infarto ¿Por qué no hacer lo mismo con él?

Pareces una niñita.

Pego la estampida después de azotar la puerta. Escucho un reclamo fuerte detrás a mi espalda y me apresuro en salir. Las manos me tiemblan y maldigo por mis adentros. Sus pasos empiezo a sentirlos y no puedo introducir la bendita llave.

Bajo las escaleras pensado que si fallo un escalón me iré de boca y me estampare con el piso.

Pero logro salir viva.

Empujo la puerta que claramente dice hale y actúo como si el recepcionista y ni los vigilante me hubiesen visto.

Corro hasta que no siento que me están siguiendo y me río como si no existiera un mañana.

Eso fue muy bueno y satisfactorio. Recuerdo cuando se lo hacía a mi hermano solo para molestarlo de la misma manera.

Recreo una imagen del chico tinta asustándose y me doblo de la risa.

Solo espero que no me cueste la estadía, pero tenía que hacerlo.

El viaje en metro no fue tan traumático. De hecho fue tranquilo y capturé un par de fotos que me parecieron bonitas — que es muy difícil y extraño — y gracias a Dios no me salió una rata mientras subía las escaleras

Ingreso a la estructura de mi facultad y paso directo a mi salón. Saludo a los que están allí y tomo un puesto. Geo ingresa minutos después y ocupada la silla a mi lado.

—Hola — me saluda con un beso en la mejilla, el olor de su rico perfume invade mis fosas nasales. La detallo admirada y le pregunto que se hizo. Sus mejillas se tiñen de rojo ante mi pregunta y me cuenta que hoy tendrá una cita con Liam después de clases.

Levanto las cejas, sorprendida.

Ahora entiendo su vestido azul y el maquillaje.

Me alegro mucho por ella y la felicito. Ojalá Liam logré sacarle del corazón al chico tinta.

Y Llegaste Tú| Terminada| CorrigiendoWhere stories live. Discover now