Ordo Theoritas. [GUAPODUO]

Capitulo 3

Incómodo. Ese era el término que quedaba perfectamente para el ambiente en ese momento, un silencio sepulcral siendo solo el sonido de su respiración posible de escuchar, ¿Miedo?, Era poco a comparación de lo que experimentaba en ese instante, iba más allá de cuando un día se enfrentó a unos pandilleros para salvarle el culo a Quackity.

Y con eso se refería a huir como un hijo de puta, porque ni siquiera fue capaz de golpearlos.

Si. Era bueno en combate, pero otra cosa es que le diera miedo los delincuentes que estaban metidos en cosas turbias.

Ahí no se metía ni a palos.

¿Qué tan bueno era hacer enojar a un posible mafioso?.

¿Tenía posibilidad de sobrevivir?.

Ojalá hacer una encuesta de Twitter en ese momento para saber su destino.

Pero justo como lo había educado su abuelo, debía hacerse responsable de los actos, por lo que no le quedaba más que asumir su error.

Lo siento, no quise hablarle de ese modo, tal vez me excedi con decirle esas cosas, pero es que he estado últimamente muy nervioso con varias situaciones que han estado pasado en mi vida...- el hombre lo ignoraba rebuscando algo en unos de los cajones del escritorio - mire, perdí la oportunidad de estudiar, después mi abuelito está muy mal en el hospital, luego quieren correrme de mi casa una vieja loca- una vez encontrado lo que quería lo tomó entre sus manos y dejó aquello sobre el escritorio - y entonces...- Roier al mirar lo que el hombre colocó encima de su área de trabajo se quedó inmóvil.

Era un arma.

¿Acaso...

Iba a matarlo?.

No era posible.

¿Enserio?.

No, eso no era verdad, no, aún no podía morir, no, no, no, no...

¿Qué pasaría con su abuelo?.

¿Qué pasaría con Quackity?.

No podía dejarlo solo, no podía irse así nada más, Quackity no tenía a dónde ir, no tenía familia, no tenía a nadie más, iba a quedarse completamente solo.

Y su abuelo...

¿Todo acabaría así?.

¿Su miserable y absurda vida terminaría de ese modo?.

¿Dolía un disparo?.

Suponía que si era en la cabeza era una muerte instantánea, ¿No?.

Mierda.

Mierda.

Mierda.

¿Debería correr?.

No, era inútil, sería cuestión de segundos que uno de esos uniformados lo cazaran como a una rata.

¿Y si a la cuenta de tres lloraba?.

¿Podría darle lastima a ese mafioso?.

No, tampoco quería llorar.

Si iba a morir, sería de pie y con seguridad.

Respiró lentamente y cerró los ojos.

"Dios, te pedí que me ayudaras a salir de esto, pero no era llevándome contigo"

Toma el arma-

¿He?.

Abrió los ojos mirando al hombre quien esperaba con paciencia a qué lo hiciera.