Birds [LuWoo]

Capítulo 131

Seúl. Viernes 04 de septiembre de 2020

Yuta miró a Sicheng con una sonrisa que no podía ocultar su felicidad mientras este se encargaba de bajar su maleta de la camioneta del padre de Sungchan, el cual los había llevado al aeropuerto junto a Shotaro. Registraron su matrimonio casi una hora atrás y todavía sentían que era irreal, a pesar de que intercambiaron un par de pulseras de oro blanco a causa de que los anillos que eligieron no habían llegado a tiempo. Aunque Sicheng estuvo triste por ello, Yuta se encargó de recordarle que la espera valdría la pena y que posiblemente cuando regresaran la semana siguiente, podrían lucir sus anillos con orgullo.

—¿Llevan sus documentos? —preguntó Shotaro en cuanto ingresaron al aeropuerto, la pareja asintió sin dudar—. ¿Y los tiquetes? —añadió.

—Los descargué desde anoche —afirmó Sicheng señalando su teléfono.

—Se me antoja un café —comentó Yuta, mirando de reojo a Sungchan y este de inmediato soltó la mano de Shotaro para preguntar por las bebidas que deseaban e ir en busca de ellas.

—¿Pudieron hacerlo? —averiguó Shotaro en cuanto su novio se alejó, sonriendo cuando la pareja así lo hizo.

—No tuvimos ningún problema, tardamos poco tiempo llenando el formulario y entregándolo, así que... oficialmente estamos casados —contó Sicheng con una sonrisa brillante que estuvo a punto de esfumarse cuando los labios de Shotaro temblaron.

El menor se tomó un momento para controlar sus emociones, aunque fue difícil cuando la pareja le enseñó un par de fotografías que se tomaron mientras llenaban los formularios para efectuar el registro de su matrimonio.

—Es una lástima que no tengan los anillos —comentó acongojado.

—Lo es —respondió Sicheng y Yuta se esforzó por ocultar la sonrisa que ocupaba las comisuras de sus labios.

—Las pulseras también se verán bien en nuestras fotos de boda —declaró Yuta.

—Oh, entonces deben regresar pronto —dijo Sicheng de la nada y Shotaro comprendió aquello en cuanto Sungchan apareció a su lado y le entregó un té matcha frío.

—Así es, tenemos que ayudar a nuestros superiores con el festival universitario por el inicio del semestre —explicó Shotaro.

—¿Será dentro de la universidad? —preguntó Yuta y el menor asintió.

—De igual manera, los chicos aprovecharán para beber sin descanso porque allí estarán seguros —se rio Sicheng.

—Evita meterte en problemas —pidió Yuta a su hermano y luego miró a Sungchan—. No dejes que tome mucho alcohol, sé que tú por ahora lo estás evitando, así que controla su ingesta, tiende a hacerse el fuerte, pero es un debilucho.

—Ya es suficiente —se quejó Shotaro, incentivándolos a continuar caminando y Yuta le entregó su maleta.

—Ayúdale a Sicheng a entregar nuestras maletas en el counter —pidió, y Sicheng hizo una mueca al saber que su esposo deseaba quedarse a solas con Sungchan, así que terminó arrastrando a Shotaro con él.

—Cuidaré bien de Taro —aseguró Sungchan con una tranquilidad fingida.

—Debes estar extrañado porque no te he dicho nada desde que Taro me dijo que ambos eran novios —comentó Yuta y Sungchan tragó con fuerza.

—En realidad... así es.

—Hace un par de meses Sicheng me pidió que dejara que Taro aprendiera sobre el amor por su cuenta —inició el japonés—. Le prometí que lo haría y estoy cumpliendo con mi palabra —manifestó—. Quiero aclarar que no estoy confiando en ti, sino en que Taro no permitirá que le hagas daño, pero te juro, Jung Sungchan, que si le llenas de mierda la cabeza a mi hermano o lo desechas en un par de semanas, vas a vértelas conmigo, así que cuida tus pasos, porque yo estaré detrás vigilándote. Un paso en falso y te arrancaré la cabeza.