Capítulo 121

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Seúl. Sábado 25 de julio de 2020

Taeyong tenía los ojos cerrados debido al dolor que sentía, estos le pesaban, pero ni siquiera era capaz de considerar dormir. Se encontraba en una silla pegada a un rincón del pasillo cercano a la UCI, donde tenían a su esposo, y de la cual no planeaba moverse. Abrió finalmente los ojos cuando supo que su dolor no se iría, notando que desde allí podía ver que comenzaba a amanecer. A pesar de que su padre lo envolvió con una cobija en algún momento de la noche, el frío en su cuerpo le calaba hasta los huesos, como si estuviera en medio del invierno y no a veinte grados en pleno amanecer. Tal vez esto se debía a la culpa, porque estaba seguro de que el café que su esposo bebió la tarde anterior fue entregado por la persona que comenzó a hacerle la vida pedazos los últimos meses.

Lo supo en cuanto les exigió a sus padres dejarle mirar las videograbaciones del CCTV de JL, reconociendo su atemorizante figura desde el momento en el que se coló en el edificio, haciéndose pasar como un repartidor de insumos que iba cada semana hasta cuando fue a comprar el café en la cafetería de JL, le pidió a una empleada hacer una nota por él, como ellas solían hacer allí, y subió en busca de YoonOh.

Contrarios a Taeyong, sus padres no dejaban de pensar que todo era obra de Sohyun, pues la situación con el furgón que perdió los frenos no parecía ser una cruel casualidad, sin embargo, el conductor de este había perdido la vida y la policía debía tomarse su tiempo para analizar detalle a detalle el caso y unir las piezas correspondientes.

YoonOh en ese momento se encontraba conectado a un respirador, luego de que se esforzaran por salvarle la vida debido a la intoxicación severa que presentó, además de tener un par de costillas rotas y un esguince de rodilla que no serían demasiado graves si él no hubiera sido intoxicado con barbitúricos. Los médicos alentaron a Taeyong al decirle que YoonOh salió bien librado del accidente, por lo que únicamente debían esperar a que despertara para que pudiese llevarlo a casa, donde se recuperaría con mucho descanso y terapias físicas. Taeyong deseaba creer en ello, no obstante, el solo hecho de que despertara era complicado, además no dejaba de pensar que su esposo no merecía estar en esa situación por su culpa.

—Tae, déjame llevarte a casa —habló Hoon—, necesitas descansar.

—Diles que me permitan acompañarlo, papá —suplicó.

—No hay manera de que lo hagan, y desde aquí no puedes hacer nada —le recordó—. YoonOh está en las mejores manos, si despierta o mejora y puede ser finalmente llevado a una habitación, nos lo harán saber. Jungwoo también te dijo que estará alerta.

—Jungwoo debe cuidar de Lucas —comentó.

—Lo sé, sin embargo, Jungwoo tiene dónde dormir aquí, tú no puedes quedarte en esa silla esperando —enunció—. Me preocupa tu salud, no has dormido, tampoco has comido o bebido algo en absoluto.

—¡De nada me sirve estar bien cuando ni siquiera sé si YoonOh lo estará! —exclamó agobiado, sintiendo deseos de llorar, pero de él no salía una sola lágrima.

Hoon exhaló, rodeándolo con los brazos y acariciando su espalda.

—¿Y Sunmi? ¿No planeas ser positivo por ambos? —preguntó y Taeyong se quedó sin aire, pensando en el rostro asustado de su hija cuando él le dijo llorando que debía quedarse con Sicheng y Yuta, siendo incapaz de llamarle desde entonces, al no saber qué decirle sobre el estado de YoonOh.

Taeyong de inmediato sintió vergüenza de sí mismo, porque a diferencia de Jungwoo, él no tuvo la dureza de fingir que todo estaría bien como lo hizo su amigo con Theo en el momento en que tuvieron que abandonar el Pent-house de Yuta. Se suponía que debía ser responsable y transmitirle tranquilidad a su pequeña, pero hizo todo lo contrario y la abandonó por el miedo.

Birds [LuWoo]Where stories live. Discover now