Apretados y empapados

Beginne am Anfang
                                    

Las personas seguían y seguían ingresando al transporte, y muy rápidamente quedamos completamente ajustados dentro de este. Entre mochilas, bolsos y materiales varios típicos de las clases, apenas y había hueco para moverse.

-Oye, huesos anchos, deberías levantar tu trasero de aquí y dejar que Krysta se siente cómodamente. -Le dijo Alex a Armin, quien se encontraba a mi lado derecho, sentado justo del lado del pasillo del bus.-

-No tendría problema en absoluto con levantarme y ocupar espacio en el pasillo, pero pasa que, querido hermanito, ¡Está todo lleno! -Dijo Armin a Alex entre molesto y juguetón- Aunque tú podrías lanzarte por la ventana, teniéndola tan cerca. Te hace falta correr. -Finalizó Armin con una sonrisa-

-Discúlpalo, Krysta, es un gritón. Espero no te sea incómodo ir sentada entre ambos. Genuinamente te daríamos tu espacio de... bueno, de poderlo hacer. Estamos todos apretados. -Dijo Alexy sonriendo nerviosamente mientras volteaba hacia nuestros alrededores en el bus-

-Está bien, no se preocupen por ello. Al parecer todos en el instituto han entrado en pánico por esto de la tormenta, y todos queremos llegar a casa. Aunque no lo veo para tanto. No ha caído ni una gota de lluv-

Plas... Plas, Plas.

Como si de una broma pesada se tratase, al estar terminando esa oración, el sonido de lluvia comenzó a resonar en el techo del bus. Primero suave, pero muy rápidamente evolucionando a chubascos pesados y preocupantes.

Todos en el bus comenzamos a bromear al respecto, intentando animar el ambiente un poco. A pesar del amenazante sonido de truenos a la distancia, y de estar apretados como sardinas en lata, había algo en el ambiente lleno de jovialidad y esperanza.

Mire a mi izquierda, hacia la ventana. La imagen de Alexy escuchando música en sus cascos acompañaba aquella de la ciudad gris, empapada y en movimiento. Personas guardándose en sus casas, negocios recogiendo mesas, sombrillas y sillas, perros callejeros buscando refugio, parejas riendo y caminando apresurados bajo sus sombrillas... Volviendo la mirada a Alex, me detuve a apreciarlo con mayor detenimiento: con sus ojos cerrados, musitaba suavemente las letras de aquello que en sus cascos escuchaba. Se le veía tan tranquilo, tan apacible.

A pesar de ser tan parecido a Armin, es tan distinto a la vez. Es una colisión de colores, belleza y personalidad latentes en un ser tan tranquilo y a la vez chispeante, como una llama.

Con ambos gemelos me encontré en la interesante situación de encontrarme perpleja ante sus imágenes. Como si hubiera algo familiar en ambos, algo con lo que me sentía cómoda, e irremediablemente atada a la idea de conocerlos más.

Volteé tímidamente hacia Armin, como intentando ser discreta. Rápidamente él apartó la mirada hacia su PsP, que tenía entre sus manos.

¿Me estaba viendo?

No le di muchas vueltas a esa pregunta que se formó detrás de mi cabeza. Sin embargo, nació en mi la idea de que quizá el admiraba lo mismo en Alex y en mi en ese momento, que yo admiraba en ellos.

Aunque siendo realistas, pensar que los gemelos, o al menos Armin, tienen la misma visión romántica sobre la vida es ser un poco (muy) optimistas.

Seguí viéndole de reojo. Igual de atractivo que su hermano, pero definitivamente una belleza distinta. Una más sutil, pero magnética. Sobrio, con una postura abierta, relajada, pero firme.

-Lo sé, soy bellísimo. Como un Tony Stark. -Dijo Armin risueño sin apartar la mirada del PsP-

¡Maldición!
Mis mejillas se coloraron de un rojo vivo en ese instante. ¿Han sentido alguna vez esa sensación? Aquella en la que tu rostro burbujea y se siente ligeramente caluroso. Aquella en la que sabes bien que por fuera, pareces un tomate maduro listo para ser utilizado en alguna ensalada, o una pizza. Sé que estuve pensando cosas muy, muy tontas y quizá poéticas hasta hace un momento, ¡Pero no quería quedar evidenciada de esa manera!

Coronada [CDM]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt