Capítulo 2: La audiencia

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"LA AUDIENCIA"

Bajo el abrasador sol de medio día, Armin se detuvo poco antes de entrar a la sede del cuartel general. Desde su encuentro con la soldado anti-marleyense no había dicho palabra alguna sobre ella o la conversación que tuvieron. Pero no podía sacarla de su mente.

—Oye, Armin — lo llamó Jean — ¿por qué te quedas ahí parado? — todos los demás voltearon la mirada hacia el rubio — ¿en qué estás pensando?
—Debe ser esa chica de Marley... — se burló Connie, codeándose con Sasha.

Armin se mostró sorprendido. Su cara completa enrojeció y desvió la mirada de sus compañeros.

—No sé de qué hablan. Llegaron muchos soldados ese día — su voz apenas sonaba temblorosa, pero todos lo notaron. Connie y Sasha estallaron en risas.
—¿Te enamoraste de ella? — dijo Sasha dándole empujones a Armin
—Basta, Sasha — Mikasa intervino con su serio semblante de siempre.
—¿Están locos? No podemos confiar en ninguna de esas... personas de Marley — la voz de Jean se volvió más seria mientras se dirigía a Armin —. ¿Lo entiendes, verdad?
—Ni siquiera hemos hablado con ellos, no sabemos lo que quieren... — repuso.
—Por eso nos reuniremos con la comandante Hange y el capitán Levi — Mikasa parecía tener prisa, buscaba a Eren con la mirada.

Todos asintieron, dejando el tema de lado. Pero Armin sabía que si lo volvían a ver con Scarlett, no lo dejarían en paz.

Mientras tanto, en una de las habitaciones del cuartel general, la mencionada se mordisqueaba las uñas al tiempo que intentaba pensar. Por fin había conseguido algo de privacidad desde su llegada a Paradis, mientras los demás integrantes de su escuadrón se encontraban paseando por los alrededores. Volvió a mirar su pequeño cuaderno en blanco y suspiró.

¿Cómo puedo empezar a escribir esto?, se preguntó.

En la nave, solía sentarse por horas frente al ordenador escribiendo sus pensamientos, como si hablara con alguien. Y en ese momento, escribir todo lo que averiguara sobre Paradis era indispensable para la misión. Aunque aquel pequeño cuaderno terminaría fungiendo como diario.

Se dispuso a escribir y agarró la pluma. Nunca había usado tinta de ese estilo, pero intentó no hacer un desastre. Con cuidado, acercó la punta a la hoja.

Llegué aquí hace unos días. A pesar de que los eldianos no confían en nosotros, tampoco parecen querer hacernos daño. Tuve mi primer acercamiento con uno de los amigos cercanos de Eren Jaeger, su nombre es Armin Arlert. No luce tan asustado como en su foto del expediente, pero me trató bien. Quiero creer que es gracias a su té que esta mañana desperté sin ningún dolor por los golpes de aquella noche. No lo he visto desde entonces.
Yelena ha sido amable conmigo. Creo que piensa que compartimos la misma admiración por Zeke Jaeger. Esta tarde se leerán las peticiones de ese hombre frente a la reina de las murallas de Paradis. Onyankopon me consiguió un lugar dentro de la audiencia, pero solo seré espectadora.

La pluma dejó de pintar. Scarlett dirigió su mano hacia el pequeño bote con tinta, cuando la puerta se abrió con un sonoro golpe. El ruido la sobresaltó, haciendo que derramara la tinta sobre la manga de su uniforme. Se apresuró a levantar el cuaderno y lo arrojó lejos de la mesa.

—¡Scarlett! — era uno de los soldados de Marley que llegó con ella. La joven bufó molesta por la intrusión del hombre.
—¿No sabes tocar?
—Yelena te está buscando... es hora de la audiencia.

Scarlett se levantó de un salto. Salió corriendo de la habitación empujando al idiota que estaba parado en el marco de la puerta y se dirigió a las afueras del cuartel. Ahí se encontró con su líder.

𝐆𝐔𝐀𝐑𝐃𝐈𝐀𝐍𝐀 𝐃𝐄𝐋 𝐓𝐈𝐄𝐌𝐏𝐎 ; 𝐀𝐫𝐦𝐢𝐧 𝐀𝐫𝐥𝐞𝐫𝐭Where stories live. Discover now