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El Súper Saiyajin Blue

El planeta de los demonios de hielo era un lugar de guerra. La búsqueda de poder de sus mismos habitantes había mermado a su población. Solo quedaban tres familias poderosas en la puja de poderes y la del llamado Cold se alzó sobre todas. Impuso su palabra y su poder sobre su planeta, asesinando a todo aquel que se interpusiera en su camino. Gobernando con mano de hierro, expandió sus conquistas al resto universo, había logrado quedar en buenos términos con el Dios de la Destrucción, como nadie nunca antes que él, cosa que solo hincho más su ya enorme ego y ahora acababa de dominar a una de las razas guerreras más poderosas del universo. Claro que eso jamás se los diría.

El rey Vegeta II tuvo un trabajo incluso más difícil que su padre, el cual había unificado a los saiyajins contra un enemigo común. El abuelo de su abuelo, aún era un niño cuando salió de Sadala junto a su familia. En esa época eran de las familias más poderosas, pero no eran la familia real, ni siquiera nobles. Hace miles de años, antes de que Sadala se deteriorará había un rey. Este rey murió sin dejar un heredero y los bastardos que dejó, lucharon en una puja por quién merecía el poder. Sadala se sumergió en el caos y la guerra, dividiendo y subdividiendo el planeta conforme más grupos se creaban y más hijos se engendraban. Dicen que uno se levantó entre todos, uno más poderoso que todos, quien unificó el reino bajo su mano por un largo tiempo. Yamoshi, el primer súper saiyajin.

Yamoshi trajo paz a su planeta y el planeta fue fructífero. Pero claro que los ideales de Yamoshi no los compartían todos, cuando su hijo iba a tomar el poder dejado voluntariamente, fueron traicionados. La familia de Vegeta II estuvo presente en esa traición, no estaba muy orgulloso de ello, pero ese fue el primer paso que se tomó para ir escalando hacia el poder. Cuando tuvieron que huir, su familia ya era de confianza del hijo del rey actual y tenía mucha influencia. Ese rey fue desprestigiado por haber perdido el planeta y en un intento de calmar a las masas caso al abuelo de su abuelo con su hija menor, tratando de usar la popularidad actual de su familia a su favor. De esa manera su familia se había vuelto noble y entrado a la línea de sucesión.

La guerra nunca termina para los saiyajins. Apenas si lograron establecerse en el planeta, se comenzó otra batalla en contra de los habitantes actuales de su nuevo planeta, al cual lo llamaban Plant, los psufurush. Quienes irónicamente también habían exterminado a los habitantes anteriores, así que les pareció un poco de justicia poética. Aunque no sabían porqué a ellos si les habían permitido quedarse al principio e incluso los habían ayudado con su problema actual de la baja natalidad. La lucha duro poco antes de su nacimiento, su padre, el primero con el nombre, el gran Vegeta, unificó a todos los clanes saiyajin que aunque eran reinados por el mismo rey, se seguían guardando la elección de hacerle caso o no en lo que respecta sobre todo en pelear. Formando un frente unido contra el poder científico de los psufurush, comenzaron a ganar territorio, hasta la batalla definitiva y el fin de la guerra a su favor cuando la luna apareció en los cielos y se transformaron en ozarus, logrando romper la última defensa
de los psufurianos.

Vegeta fue reconocido como un héroe, el guerrero con el poder más alto y mil veces superior al del actual rey, el cual tuvo la suficiente inteligencia de ceder el trono voluntariamente. Marcando el comienzo de la nueva era, el actual rey, renombró al planeta como "Vegitasei" o simplemente planeta Vegeta. Desde ese entonces los saiyajins se establecieron como conquistadores y comerciantes de planetas, hasta que se encontraron con ellos.

Vegeta II, que no tenía más de veinte años en ese entonces, vio a caer a su padre a manos del llamado King Cold. Su padre "El Unificador", "El primer Rey", había sido fácilmente derrotado por aquel demonio de hielo.

- Saludemos al nuevo rey - anuncio Cold con las manos aún cubiertas de la sangre fresca de su progenitor - dígame majestad - lo llamo limpiándose las mismas como si nada en su capa - ¿usted considerará mi propuesta de que los saiyajin se unan a la Organización Interplanetaria de Comercio? - cuestionó casi con dulzura y sin dejar de sonreír de aquella manera cruel.