12 • The pression

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Lo agarré con una sonrisa y un bostezo en los labios. Definitivamente, tendría que aprender a medir mi horario en caso de que tuviese más noches como aquella, ya que al llegar a casa aún tenía que preparar la cena para la lonchera térmica de Shawn y limpiar algunos trastes que inevitablemente surgían antes de irme a la cama.

— Gracias, Srta. Grande. — ella asintió y se marchó inmediatamente, digna de la misma, puesto que era la persona a la que menos veía y conversaba de toda la agencia.

Mientras terminaban de prepararme la piel y el pelo, decidí husmear en la lista que Ariana me había entregado en la mano.

No es que me sintiera importante ni nada por el estilo, pero la última vez que recibí un cronograma fue el día de mi boda. Esto era increíble y me hacía sentir valorada, en cierto modo.

— ¡¿Desfilar?! — dije, saltando de mi silla, a lo que Tiffany, la peluquera, también se asustó. — ¡¡¡Cómo que "desfilar"!!! — Miré de un lado a otro, nerviosa — Dios....

— ¿Quieres que llame a Keana, Camila? — Sin motivo alguno, empecé a temblar de miedo.

Era obvio que mi trabajo requería esa competencia y habilidad, lo que no sabía es que me lo pedirían un día cualquiera, sin formación, y sin.... ¿Previo aviso?

— Sí, p-por favor... — El corazón estaba a punto de salirme por la boca, mientras se me secaba la garganta. — Señor... — Prácticamente, estaba a punto de arrancarme el pelo y arruinar todo lo que la pobre Tiffany estaba haciendo con tanta dedicación.

— ¡Camila! — la chica llegó de golpe y con los ojos muy abiertos. Era la primera vez que la escuchaba gritar. — Siento mucho que venga hasta ahora, definitivamente está un caos la agencia, ¡no tienes ni idea! — Se me acercó rápidamente. — ¿Qué pasó?

— Srta. Marie, la Srta. Grande me dejó esta lista... — se la mostré, temblando más que un vibrador. — ¡Y pone en negrita que a las cinco de la tarde voy a desfilar! Tipo... — Hice una pausa dramática porque mi ansiedad era legítima — ...¡hoy! Hoy voy a desfilar sin ni siquiera haber.... ¡ENSAYADO DE ANTEMANO?!

— Calma, tranquila... — se llevó las manos a la cabeza, probablemente sintiendo dolor. Y yo estaba consciente de que mi comportamiento no era el más maduro, pero.... — No sabemos exactamente quién adelantó la reunión que estaba prevista para el mes que viene, pero al empresario cubano le pidieron que viniera hoy para conocerte. — rápidamente se justificó. — Nadie lo esperaba tampoco... — Levantó ambas manos como si quisiera librarse de la culpa.

— Srta. Marie, ¡no sé desfilar! — Dije superobjetiva y con todas las letras.

— Nuestra entrenadora de desfile ya está aquí. No es nada fuera de lo normal, Camila, créeme.... — Se puso detrás de la silla, masajeándome los hombros con sus delicadas manos. — Y otra cosa, tampoco sabías posar cuando entraste aquí. Y en quince minutos habías convertido este estudio en una auténtica sesión de fotos.

— ¡Pero es diferente! — Sentía un fuertísimo ardor en la garganta. — No creo que pueda... — Era horrible tener que admitir mi derrota en voz alta, pero si no lo hacía, probablemente no solo pondría fin a mi sueño de tener mi propio piso, sino que también hundiría el nombre de la Jaguar's en el mercado mundial. Y definitivamente no necesitaba esos dos pesos en mi espalda.

— Relájate... — Cerró los ojos y respiró hondo, indicándome que imitara su gesto. — Voy a llamar a Tiffany para que termine de peinarte y maquillarte. Luego quiero que vayas al estudio. Te esteramos esperando.

— ¿Tú eres la entrenadora? — Mis cejas se arquean con curiosidad.

— Para la ética y el porte, sí. Pero la profesional que entrena a las modelos para el desfile es otra persona.

La Amante de mi Esposo (ℭ𝔞𝔪𝔯𝔢𝔫) - TraducciónWhere stories live. Discover now