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—¿Y ahora que tal? —Preguntó Mike mirando con esperanzas a la chica.

Ella abrió la boca para hablar, pero nada salió.

—Verga. —Bufó Mariana.

—Chupas. —Le dijo Roier.

Eso causó una risa en la chica, haciendo que todos dirigieran su atención a ella.

—Perdón, no sabía que decir. —Dijo apenada.

—¡Si, a huevo! —Exclamó Roier golpeando a Mariana.

—Ay, pendejo, ¿Y por qué me pegas? Tas viendo que estoy chiquito. —Se quejó sobándose el brazo.

—¿Qué tal estás? —Preguntó Vegetta acercándose a la chica. —¿Cucurucho sigue en ti o ya eres normal?

—Pues creo que ya estoy normal. —Rió divertida. —Ya no me siento como cuando era una Cucurucho.

—Menos mal, ya me andaba cansando de que estuviera hablando como Cucurucho. —Bufó Spreen. —Ven Roxy, hagamos una dungeon, ya que ahora eres inmortal.

—No cabrón, deja a mi niña en paz. —Le dijo Roier. —Aún necesita cuidados como a los huevos.

—Ora. —Dijo Mariana.

—Ah, si va a ser como Ramón mejor no, no quiero responsabilidades. —Dijo dando la espalda para irse.

Y ya se va de nuevo por cigarros. —Se quejó Fit mientras viraba los ojos.

—¿Por qué necesito cuidados? —Preguntó Roxy. —Me siento muy bien, aunque... —La chica miró su largo cabello platinado y bufó. —Quizás debería hacerme un cambio de look.

—¡Tu déjamelo a mí! —Exclamó Mike emocionado.

—¡No!

°°°

—¿Por qué demonios le dejaste las tijeras a la vista?

—¡No pensé que ella se quisiera cortar el cabello sola!

—¡Ella está chiquita, no entiende la magnitud de lo que está haciendo!

—No es tan malo. —Murmuró la chica mirándose al espejo.

—¡Te mochaste el cabello, Chachita! —Exclamó Roier con fingido llanto

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—¡Te mochaste el cabello, Chachita! —Exclamó Roier con fingido llanto.

—Pero me gusta... además el negro no es mal color. —Dijo mirándose al espejo.

Cellbit se giró hacia los chicos de Tazer y sujetó a Mike por la playera, acercándolo a su cara.

—Arreglen esto si no quieren sufrir el resto de sus vidas.

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