C a p í t u l o P i l o t o

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—¡Por fin! ¡Dejo de ser tu maldita sirvienta!

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—¡Por fin! ¡Dejo de ser tu maldita sirvienta!

—Ni que fuera para tanto. —Bufé ayudándome de Merlon para poder ponerme de pie, ya no me dolía así que comencé a caminar.

—Trata de caminar despacio, para acostumbrarte de nuevo. —Me dijo el viejito.

—Es como verla dar sus primeros pasos de nuevo. —Dijo Lolito sosteniendo un pañuelo en su mano, mirándome con orgullo, o algo así parecía.

—Bueno, ya fue mucho, me largo, tengo cosas más importantes que verte caminar cuál Bambi. —Dijo Quackity mientras tomaba todas sus cosas y las colocaba en un cubre cojines que había robado de los sillones de la casa. —¡Adiós estúpida, y Lolito!

—¡Oye mocoso, no le hables así a mi niña!

Pero Quackity se había ido ya.

—¿Quieres que te llevemos hasta el pueblo? —Me preguntó Merlon.

—Nah, yo puedo sola. —Sonreí feliz.

°°°

—Te dije, yo te lo dije, que te ibas a partir tu madre otra vez.

—¡Ya deja de joder, Alex Quackity!

—Yo nomás decía, pero no me creíste. —Bufó el de gorro mientras me sujetaba para llevarme con Merlon.

Si bueno, digamos que quise ir yo sola al pueblo, Merlon me acompañó pero él se fue por su lado y yo por el mío. Y ajá, la cosa fue que un jodido burro me empujó.

Y no, no estoy hablando de Quackity, sino de un burro de esos animalitos.

Pero antes de que eso sucediera, Quackity me dijo que con la suerte que tengo capaz y me partía mi madre en el pueblo.

—Conste que te dije. —Murmuró fanfarrón, por lo que lo sujete de la oreja y lo jalé hacia mi.

—Escuchame bien, pato mugroso, solo ayudame a llegar con Merlon y cada quien por su lado.

—Ajá si, ¿Y que obtengo a cambio?

—La tranquilidad de saber que no te voy a cachetear.

—Ay, que agresiva.

Ambos llegamos con el anciano Merlon, a pesar de que yo ya le había dicho a Quackity que se fuera por su lado se quedó ahí con nosotros, supuestamente mirando la casa del mayor.

—Bueno, no es nada grave afortunadamente, quizás con unos medicamentos puedas estar mejor. —Dijo Merlon pasándome un par de pastillas y hiervas medicinales, las cuales guardé en mi bolsita de tela rosa.

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