2 0

596 83 24
                                    

—¿Roxy?

—¿En donde estoy? —Cuestioné levantándome del suelo.

Mis recuerdos eran vagos de lo que había sucedido.

Solo recuerdo que Karmaland iba a destruirse, que Quackity me empujó y yo caí golpeándome la cabeza.

—Sapo Peta nos guío hasta este lugar. —Me dijo Vegetta. —Karmaland ya no existe, Roxy.

—¿Qué? ¿Pero...?

—Debemos irnos, esos alienígenas no tardarán en encontrarnos. —Dijo Sapo Peta, estaba junto a un portal.

—¿Qué? ¿Pero y los demás? ¿Qué hay de Cochi y Beni? —Miré a Quackity. —¿Qué hay de Sapnap y Karl?

—Ellos encontraron la manera de regresar a su mundo en cuanto terminó la cena de navidad. —Dijo Luzu.

Bueno, creo que ahora ya me acuerdo de lo que sucedió.

Estábamos cenando todos juntos, pero a Quackity se le ocurrió llamar a Karl y a Sapnap, obviamente no muchos estábamos de acuerdo, porque, bueno, ellos no los conocen, y a mí no me caen particularmente bien.

Así que tras todos ponerse borrachos, enfrenté a Quackity.

Gluglugluglugluglu

—¡Quackity! —Exclamé tratando de que me escuchará a través de toda la música.

El de gorro me miró y caminó hacia mi, pero entonces Karl lo sujetó del brazo y le dijo algo, haciendo que Quackity se riera.

—¡Quackity! —Exclamé frunciendo el entrecejo, mirándolo irse con Karl para bailar un poco.

—Deberías haber notado que Quackity ya no está interesado en ti. —Me dijo Luzu. —Oh espera, nunca lo estuvo.

—No te metas. —Bramé. —Mendigo chismoso.

Luzu soltó una carcajada y luego se acercó a mi.

—Solo quiero lo mejor para ti.

—No me digas, ¿Lo mejor eres tú? —Me burlé.

—No, no lo soy, pero tu eres una buena chica, mereces algo más que a Quackity.

—Claro, lo dices porque tú estás enamorado de él.

—Ya no más, Roxy. —Sonrió. —Quackity y yo no fuimos hechos para estar juntos en este mundo...-

Gluglugluglugluglu

—¡Reacciona idiota, tenemos que irnos! —Exclamó Quackity.

—¡No me agarres pendejo!

—¡No te pongas de necia y vámonos!

—¡Sueltame, no quiero nada de ti, perro desgraciado!

—¡No es momento de pelear niños! —Exclamó Vegetta tratando de hacernos meter al portal.

—¡No, la neta estoy harta de este mendigo pato desgraciado! ¡¿Qué tan difícil era decirme al menos que me rechazabas?!

—No es momento de esto, Roxy. —Me dijo Luzu.

—¡Solo quiero que me diga que hay de malo conmigo!

H Y P E   B O Y   Where stories live. Discover now