17: MALLAS ROSADAS.

Comenzar desde el principio
                                    

—¡Cálmate!, me refiero a que tienes razón y es cierto que últimamente me he sentido muy fastidiado en general, pero no contigo... Supongo que es por el estrés.

—¿Cuál?— preguntó el pelinegro, al mismo tiempo que sobaba su frente —. No es por sonar grosero o con el afán de ofenderte pero aparte de estudiar tú no trabajas porque no tienes necesidad, y como estás de vacaciones no puedes estar estresado por la escuela, ¿Entonces por qué sientes estrés?

Yoongi terminó volviéndolo a abrazar por la espalda, sólo que sin hacer ninguna insinuación pues el mood de la conversación se había tornado un poco más seria.

—Justamente he estado pensando en eso mismo, en que quiero buscar un empleo porque me aburro en casa durante la tarde cuando no estás, pero la sola idea de servir a las personas cuando estoy taaan acostumbrado a que me sirvan a mí, me resulta asquerosa.

—Woah, la humildad te persigue pero tú eres más rápido cielito. Impresionante.

—¡Yah, no te burles!— replicó el menor, con el ceño fruncido.

—Bueno cariño, lo único que te puedo decir es que necesitas pasar por esos baños de humildad de vez en cuando, debes saber lo que es ser una persona trabajadora.

—¿Y por qué mejor no consigo un trabajo en un call center?

—Yo creo que es mejor desquitar ese estrés en otra actividad que disfrutes... Recuerdo que me dijiste alguna vez que solías bailar danza contemporánea, ¿No te gustaría regresar?

Fue entonces que Jimin sintió algo surgir de su interior ante la sola mención de lo que fue alguna vez su más grande pasión.

—¿C-Crees que...?— ¿Danza?, ¿Haz estado haciendo danza contemporánea como una jodida niña todo este tiempo? No eres más que una vergüenza para el apellido de esta familia, maricón —. No. No haré danza.

—¿Por quéeeeee?— el mayor ahora giró su cuerpo para quedar frente a frente —, Sana asiste de vez en cuando a un centro público de actividades culturales con clases gratuitas, creo que una de ellas es la contemporánea. ¿Qué tal si vamos y pruebas una clase?, si te gusta te puedo estar llevando y acompañando, después llevarte por un helado y así hasta que te vuelvas a aburrir de la rutina, ¿Qué dices?

No se esperó ser embestido por un fuerte abrazo. —Te amo tanto, gracias por siempre saber qué decir. Lo haré, tienes razón.

—¡Ves, soy lo máximo convenciendo a las personas!, ¡Por supuesto que iremos!— emocionado, el mayor se separó y corrió hasta la sala por su teléfono —. Llamaré a Sana y le pediré información ahora mismo.

—¿Es que acaso te emociona tanto que haga danza contemporánea o tú también te quieres unir a las clases?— preguntó divertido.

—Ciertamente la idea de verte con mallas me pone la polla dura. Aparte de que claramente siempre quiero tu felicidad por encima de la mía.

Jimin solo atinó en darle un zape y continuar cocinando, recordando que nunca más debería de preocuparse por lo que aquellas dos personas hundidas bajo tierra pudriéndose que alguna vez se hicieron llamar sus padres, dijeron en su momento.

Nunca jamás se volvería a reprimir.

(...)

El esperado día llegó.

Su primer día de clases después de muchísimos años de no pisar siquiera un estudio. Los nervios del momento le querían hacer vomitar, pero entonces sintió una gran mano entrelazandose con la suya y supo que todo estaría bien. Eso y la otra mano aferrada a una de sus nalgas.

미니 ; MINI CANDY SHORTS ✧ YOONMIN (윤민)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora