Heal me

Hogar, dulce hogar

Y llegamos al capítulo final de esta historia. Espero lo disfruten y gracias siempre por el apoyo.

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-Prometo que te pagaré- dice Arthur
cuando su hermano le extiende un cheque- Venderé algunas cosas, pero eso lleva algo de tiempo y la verdad es que me urge un poco mudarme a un espacio más grande.

-Ya, ya descuida, págame cuando puedas, al fin y al cabo lo necesitas más que yo.

-Gracias.

-¿Cómo va con tu pequeña fantasía? Supongo que quieres mudarte para impresionarla, pero temo decirte que por lo que he escuchado de ella, un día puedes dejar de ser su tipo.

-¿Y aún así estás dispuesto a arriesgar tu dinero?

-Mira, ya te lo dije, para mí seguramente esa cantidad terminaría en un viaje o un costoso teléfono y… a veces es aburrido viajar sólo y que sólo te hablen por negocios.

-Podría marcarte de vez en cuando y talvez podamos coincidir para viajar alguna vez.

-No me refería a ese tipo de compañía- dice entre una breve risa.

-Ah… ¿te refieres a que no puedes conseguirte una novia?

-Así es, la mayoría de las que mujeres que me buscan es por interés, quieren una cena gratis o un vestido nuevo- dice frustrado.

-Bueno, ser la belleza exótica, tampoco es una ventaja. Las mujeres también suelen ser bastante superficiales, pero como no tengo dinero de sobra, igual se aburren rápido de alguien como yo.

-¿Y por eso buscas fingir?

-No… en realidad, se supone que no debo hablar de esto, pero… Merlín si sabe todo sobre mi, conoce donde vivo, conoce sobre ti y sobre mis padres, donde trabajo, quien es mi jefe…

-Seguramente busca pasar el rato, yo mismo he pensado comprar un atuendo en un supermercado e ir a un bar de poca categoría a ver si encuentro alguna aventura, al menos para romper mi rutina.

-No eres el único que piensa eso de ella, yo también lo pensaba, pero… ahora ya no estoy tan seguro.

-Bueno, tú la conoces mejor que yo, y no pienso meterme en ese asunto, sólo espero que realmente ella sepa valorarte.

-Gracias… también espero que alguna vez puedas encontrar a alguien para ti, es decir eres Kay Pendragon, eres un excelente partido.

***

El camino de vuelta al departamento Arthur pasa por una zona residencial, tal como Nanashi le había explicado una persona esperaba por él en la caseta de entrada. Eran casas pequeñas, no tenían jardín, pero había un parque principal, además era un lugar mucho más seguro y tranquilo que su vecindario actual.

-Una vez realizado el depósito, puede mudarse cuando quiera a cualquiera de los modelos que le he presentado- le indica el hombre que lo guiaba- Ya tenemos pocas casas disponible, pero espero que le gustara alguna de las que le mostré.

-Pues son bastante similares, tendría que consultar para decidirme.

-Por supuesto, asumo que se mudara aquí con su esposa, si tienen hijos o piensan tenerlos pronto, le recomiendo la de 3 habitaciones.

-No, no… nosotros… sólo tenemos un perro y un gato- dice sin aclarar el tema.

***

-Yo… anoche…

-Descuida, creo que ambos nos tomamos muy en serio el juego de los esposos- dice Arthur colocándose su uniforme- Sólo quería ayudar a distraerte un poco y me alegro que así fuera, debe ser estresante estar encerrada aquí.