prayer special: britney 2007 but this bitch could never

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     ¡Eso mama! ¡Destrózalo!

     —Y es más romántica que Never Tears Us Apart.

      — Si, las dos son hermosas, pero la letra de Never Tears us apart es ¡Ah! Es como Romeo y Julieta y los violines, la pausa, la guitarra y el saxofón. Cada vez que la escucho quiero llorar. De verdad que me hace sentir celosa de las personas que se pueden sentir ese amor. ¿O solo estoy muy borracha?

      —Nah, tienes razón. Aunque objetivamente creo que hay mejores canciones. Por ejemplo.... Mmm, lo primero que se me viene a la cabeza son los clásicos que todo el mundo dice: love of my life, queen, la de Elvis y agregaría Wish You Were Here de Pink Floyd.

     —Eso es tu cerebro de rock hablando, porque faltarian My Heart Wil go on y I will always love you.

      Mamá sabía más de todos los géneros; un verdadero icon.

      —Ahí tenemos una lista bastante objetiva.

      Ambos compartieron un trago de whisky. Lilith se levantó de la cama estirando sus piernas largas y el cuello.

      —¿A dónde vas?

      —Me quiero bañar y preparar para dormir, así que —Lilith le hizo una señal para que se marchara de la habitación; por fin, ese hombre apestaba su cama refinada.

      —¿Me estás echando? —Preguntó con una sonrisa de lado sin intenciones de irse. Pasó por encima suyo, arrastrándose hasta su mamá—. No pienso irme a ningún lado, en la otra habitación hace frío y aquí voy a dormir más calentito —Prayer soltó un maullido—. Tu cierra la boca, de no ser por mi no estarías aquí.

      ¡Ay como lo odiaba cuando decía eso! Él estaba destinado a vivir con una bruja, el universo lo pondría al lado de Lilith de alguna manera, estaban hechos el uno para el otro; pero, ella no lo defendió de tal acusación, entonces, Prayer se sintió sumamente ofendido y fue a dormir arriba de la silla del escritorio. Dio un par de vueltas y decidió dormirse antes de escuchar a su madre chillar como gata en celo. No tenía ningún tipo de control al tacto de ese hombres....

      Debía admitir que Dean lo que tenía de hermoso lo tenía en cerebro, a diferencia del mayor farsante de la historia: Dorian Monsieti. ¡Ugh! No podía ni siquiera nombrarlo, le hizo mucho daño a su mamá.

      Prayer sentía una profunda tristeza al ver el tiempo pasar tan rápido y a Lilith estancada en una escena infinita, todos los días la misma rutina tóxica. No importaba si estaba en casa de Dorian o en la habitación del infierno. Las lágrimas eran el vino de la noche y quienes se llevan la luz en ella. Lilith pensaba que encerrarse en la música de Madonna la calmaba, la protegía de sus propios pensamientos y de la realidad oscura. Estaba equivocada, solo se hundía más y más en las drogas, en las personas equivocadas; ella había ahuyentado a sus buenas amigas, Mandy y Galilea. Ignoró las llamadas de Bobby y odió a Sam. Se aferró a unos brazos que solo querían su belleza y depósito todas sus esperanzas en una fantasía de ella misma. En una idea etérea, hermosa, poderosa: la Reina.

      Y ahora, Prayer estaba temblando de miedo escondido en una esquina de la habitación en el infierno, observando con los ojos bien abiertos a su mamá perder la cabeza. Era pura suerte que nadie haya ido a chequear que no se estuviera cometiendo una masacre por la cantidad de gritos —olvídenlo, esto era el infierno. Lo raro era no escuchar gritos—. La bruja había perdido la compostura. Lloraba a mares, con el cuello hinchado, de un tono carmesí nada favorable con su piel pálida, pero combinaba con su nariz y sus labios. Estaba llena de puntos en la frente. Las manos le temblaban, aunque eso no le impedía tirar sus hojas, romperlas en pedacitos pequeños y empaparlas en lágrimas.

      —¡Soy tan estúpida! —gritaba—. ¡Te odio! ¡Te odio! ¡Te odio! —La pobre, cada vez se quedaba sin energía. Se deslizó contra la pared y prendió un cigarrillo. Le rompía el corazón verla así, si tan solo pudiera hablar llamaría a Dean, si, necesitaba de un humano para calmarla y ciertamente, él podría. Salió de su escondite tanteando el campo, ella no paraba de llorar, pero ahora su llanto era el de la derrota—. ¿Y todo para qué? No lo entiendo. ¿Por qué me mintió? ¿Qué está sucediendo? —Y volvió a llorar.

      Prayer se acostó encima suyo, refregando su cabeza contra la pierna de Lilith, tratando de captar su atención.

      —Estoy harta Prayer —Ella apenas podía hablar debido a la falta de aire y la agitación—. Ya está, me cansé. Aquí me están tratando como estúpida, como una idiota ignorante, no me respetan y me están ocultando cosas. Ya no le creo nada a la reina.

      Lo sacó de sus piernas para levantarse del suelo. Prayer se subió a la cama siguiendo la trayectoria de Lilith. Abrió el armario en el que guardaba en una caja penosamente grande, una cantidad de droga para denunciarla como drugdealer. La tomó toda poseyendo todavía la traición en su corazón y la llevó hasta el baño. Prayer se bajo de la cama, siguiéndola con las orejas levantadas y las pupila bien abiertas. Ella la tiró todo por el inodoro.

      Lo había dejado sin palabras.

      Se acercó al mueble del espejo, apoyando ambas manos en la barandilla. Lilith cerró los ojos por un minuto, descansando su mente de las lágrimas y pronto, Prayer observó la transformación que rara vez ocurría —y cuando sucedía—, era porque la habían obligado a estar sobria. Ella estaba horrible, pero había sonreído frente al espejo, hacía años que no lo hacía. Su sonrisa, imperfecta y un poco triste, contaba una verdad que apenas vislumbra algunas noches. Estaba siendo sincera, honesta consigo misma y con él, su fiel compañero.

      Lilith se miró al espejo, había algo que la incomodaba. Llevó su mano a su cabello del mismo color que las nubes, tan largo y ondulado que parecía una princesa. Tironeó de él, se sacó con dolor las extensiones, caían como lluvia, y se veían repugnantes. Quitó cada una de ella, pero el daño era severo, su agresividad la dejó con mechones de su propio cabello en el suelo, dejando huecos en la cabeza. Rebuscó en una caja que algún demonio sirviente había dejado allí, tiró al suelo varios objetos, entre ellos una maquina de cortar cabello. La encendió sin pensarlo dos veces y la pasó por toda su cabeza. Prayer soltó un maullido y quiso saltar a detenerla. ¡Su cabello tan bonito! ¡Se estaba dejando calva! Talvez es lo que necesitaba, para saber la respuesta tendría que esperar a la noche, a qué se lo contará, o talvez debía de una poción o hechizo que le haga crecer el cabello.

      Prayer saltó a los mechones de cabello en el suelo, y lanzó uno al otro lado de la habitación, y luego, jugó con una extensión que se había hecho una bolita, hasta que Lilith se rio y el sonido de la máquina se detuvo.

      —Ahora entiendo a Britney, tan liberador.

      Deseó poder hablar con ella para decirle "Perra debes estar bromeando". ¿Por qué se cortó su cabello? Ya había todo un drama en la habitación, ¿Por qué seguirla? Ahora estaba calva y, como la perra estúpida que era, se tenía que buscar una peluca para esconder su rebeldía. Mamá a veces se pasaba de pendeja; pero nos dijo una escena dramática y ¿a quién no le gustaba?

      —Vamos Prayer —dijo, siguiéndola a la habitación. Agarró el collar y la correa y se lo colocó.

      ¡Uy! Está nueva era de Lilith se volvía interesante, se preguntaba que haría porque si de algo aprendió de ella es que no se dejaba pisotear.



📝• • •

Solo aquí divirtiéndome con este capitulo especial de Prayer.

Mother is mothering. Se viene la reputation era de Lilith. El siguiente capítulo es Sam pov. En total quedan 4 caps para el final de temporada 

Stay tuned

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LIKE A PRAYER│DEAN WINCHESTERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora