Capítulo 24: Número 20: Bianca D'angelo

66 51 8
                                    

Ayer no me dio tiempo a llamar a Gus hoy por el horario seguro que ya está en el Cherrie's, así que llamaré aunque tenga que volver a hablar con Darcy otra vez.

-¿Cherrie's? aquí Darcy.

-¿En cada llamada contestas de diferente manera? Que cansancio, pronto te quedarás sin imaginación.

-Pero tú nunca te quedarás sin ironía en el cuerpo Scott. ¿ahora qué quieres padrazo?

-Hablar con Gus.

-Estas de suerte, está aquí, aunque pronto se irá, su mujer se cayó hace días y tiene que cuidarla ¿sabes? Y también han venido sus hijos, esos con los que no se habla ya sabes por qué, seguramente te lo ha contado ¿verdad?

-Nunca dejarás de ser una cotilla Darcy.

-Ay hijo mío ¿qué quieres que haga? es mi naturaleza.

-No si ya. Bueno pásame con él. Y si, ya sé que sea lo que sea que le cuente lo acabarás sabiendo tú.

-Gajes del oficio encanto.

-Tú sí que eres un encanto, a todas horas.

-Basta ya de vacilarme, muchas risas escucho, tú antes no eras así, eras un amargado, ahora sigues siendo un amargado pero en menor medida.

-Yo también te quiero Darcy.

-Te pasó con él anda. ¡Gus! ¡Gus! Es Scott, quiere hablar contigo. Si Sarah, el que estuvo con Marlene y se fue.

¿En serio Darcy? ¿En serio?

-Noo, no me ha dicho porque se fue. Tampoco sé si va a volver con Marlene. Sé que ha adoptado a una niña.

-Ejem, Darcy, sigo aquí, ¿podrías ser menos descarada y hablar de mi cuando yo no esté ni pueda escuchar?

-Tiquismiquis.

-¿Has adoptado a una niña?

-¡Gus! Siiii, se llama Martha, tiene nueve años.

-Vaya muchacho, me sorprendes.

-Gracias ¿qué tal tú?

-Ya te habrá contado nuestra encantadora Darcy mi situación.

-Por eso te pregunto.

-Por ahora no nos llevamos tan mal, tampoco hemos hablado del negocio familiar, pero no sé qué resultado sacaré de esto.

-Seguro que bueno, y si no tendréis una nieta tu mujer y tú, porque me llevaré a Martha a West Yellowstone cuando acabé lo que estoy haciendo.

-¿Y qué estás haciendo?

-Negocios.

-Darcy no sé lo cree, tiene buen instinto así que yo tampoco me lo creo. Pero si no puedes hablar de ello no te insistiré.

-Gracias, lo contaré todo cuando vuelva si me dejan claro.

-Estaré encantado de escuchar tus batallitas Scott.

-Y yo sé contarlas.

-¿De dónde es la niña?

-Londres.

-Buena ciudad, sí señor. Yo estuve en Londres de joven una vez y nunca podré olvidarlo.

-Tú también tienes batallitas que contarme todavía.

-Lo haré. Bueno Scott me ha encantado hablar contigo, pero ahora tengo que volver con mi mujer.

-¡Hazme un favor antes!

-¿Cuál?

-Cuelga tú directamente por favor para no tener que volver a hablar con Darcy ni escucharla como cotillea descaradamente delante de mí.

PAUSADA El mercenario Where stories live. Discover now