Bitch.

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*En multimedia una foto fetus de Harry por tardar tanto en actualizar y como agradecimiento a vuestra paciencia.*

La mesa del salón estaba repleta de fotografías, igual que el suelo. Harry y yo estábamos sentados juntos viendo todas sus colecciones y eligiendo las mejores fotos. Me había contado que vio un anuncio de unas becas en fotografía en Londres o Nueva York, envió unas fotos y en la selección quedó entre los diez primeros. Éstos, debían escoger y exponer las que ellos creyesen mejores y de esos diez las becas se entregarían a los cinco con mayor puntuación. Así que aquí estábamos, sumergidos entre fotografías y con el futuro de Harry en nuestras manos.

-¿Te gusta esta? -pregunté cogiendo una del suelo.- La de la puesta de sol en Hawaii. Es una de mis favoritas.

-¿Tú crees? -preguntó, cogiendola.

-Sí, no has puesto ninguna de ningún atardecer o amancer y creo que deberías escoger alguna.

-Yo lo que creo es que deberíamos parar por hoy, podemos seguir mañana. Tenemos que celebrar tú cumpleaños.

-Pero no hemos avisado a nadie -repliqué.

-Ve a arreglarte, lo tengo controlado.

Los "lo tengo controlado" de Harry eran un desastre, realmente nunca lo tenía controlado, pero igualmente tras ayudarle a recoger un poco todo el lío que habíamos armado me fui a la ducha y luego a vestirme mientras era él quien se metía en el baño. Me paré en frente del armario viendo que podía ponerme, pero no sabía donde iríamos y no se me ocurría nada. Supuse que después de cenar entraríamos a alguna discoteca o pub como siempre que salíamos así que opté por una blusa verde con algunos detalles en dorado por los hombros, tejanos y unos botines negros con brillantes negros en el tacón. Para ir algo abrigada una chaqueta de cuero negra. Amaba las chaquetas de cuero.
A pesar de que empecé antes que Harry a vestirme, él terminó antes por lo que cuando salí ya maquillada -como siempre con pintalabios rojo- estaba esperándome en el salón.

-Estás increíble -dijo cuando me vio. Aunque siempre me repetía lo mucho que le gustaba, jamás me cansaría de escucharlo. Sonreí tímidamente -supongo que eso nunca cambiaría-. Vámonos o llegaremos tarde.

Me cogí de su brazo y le di un beso en la mejilla para después salir. Cogimos el metro hasta el centro de la ciudad y ya no me reprimí las ganas de preguntar dónde iríamos.

-¿Dónde vamos a ir?

Él rio ante mi pregunta, negando con la cabeza.

-Pensaba que aguantarías menos.

Le pegué levemente un manotazo, hacíendole reír otra vez. Como echaba de menos su risa, los hoyuelos que le salían cuando sonreía y la cara de niño que ponía.

-¡Dímelo! -exigí.

-Al bar que me llevaste cuando vimos a mi padre.

-¡Genial! Me apetece comida japonesa. Y ¿con quién hemos quedado?

-Tendrás que esperar a que lleguemos para saberlo -respondió, encogiéndose de hombros. Yo rodé los ojos y no insistí más porque estábamos cerca.

Red* tenía más gente que la última vez que vine, tanto que tuvimos que esperar unos minutos a quedara alguna mesa libre. Entre tanto pedimos algo de beber y Harry no paraba de mirar el reloj.

-¡Por fin! -exlamó, mirando hacia la puerta. Me giré hacia ella y no podía creer lo que ví ¡Gemma!

-¡Beth! -dijo abrazándome.- ¡Feliz cumpleaños!

-¡Gracias! ¡Oh por Dios! ¿Qué haces aquí?

-Celebrat tu cumpleaños, ya que tú no me avisas lo hizo mi hermano -respondió revolviéndo el pelo de Harry.

Back to December (Harry Styles a.u.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora